Vídeojuegos

State of Decay: Una Lucha por Sobrevivir en un Mundo Devastado

Mejor equipo Pokemon Diamante o Perla

Reseña a Madworld, el sangriento clásico de culto para Wii

Vampire Survivors: el vicio de moverte

Tunic: La maravilla Indie que homenajea a Zelda

Atomic Heart Sorprende Bastante

WILD HEARTS está excelente, pero no

Earthworm Jim 4, 20 años de humo sobre su posible estreno

Silent Hill: Shattered Memories no fue tan malo

Reflexión: En defensa de Dynasty Warriors

The Town With No Name (REMAKE) ¡No vas a creer que esto exísta!

La magia de la PSP

Bayonetta 3: El más ambicioso de la saga

Reseña a Armored Core, el génesis mecha de From Software

Los mejores Boomer e Indie Shooters del 2022

Paradise Killer: El crimen perfecto

Marvel Snap: el increíble juego de cartas digital de Marvel

Reseña a Persona 5 Royal y la chispa para dar un cambio

Resident Evil 4: Remake ¿Qué podemos esperar?

Yakuza Like a Dragon

Reseña: Soul Hackers 2, vida y amor en el futuro

La experiencia de jugar algo por primera vez

Preview a Incision, un shooter de horror orgánico y mecánico

El Ciclo Monster Hunter

Wolfenstein: Vida, muerte, y resurrección de BJ Blazkowicz

Breath of the Wild y Red Dead Redemption 2, un choque de dos filosofías

MultiVersus: el Super Smash Bros. de Warner Bros.

La dificultad en los videojuegos

¿Realmente son necesarios los juegos largos?

Crash Bandicoot 4: It’s about time

Reseña: Stray, un felino entre maquinas o «humanos»

Yume Nikki: el sueño de Madotsuki

Los géneros de nicho en los videojuegos

Reflexión, Crisis Core: Final Fantasy VII fue especial

La creatividad en el mundo del videojuego y Final Fantasy 7 Remake

Reseña: Postal Brain: Damaged, We Regret Nothing!

Control – Innovación atrapada en la estructura clásica

Death’s Door: un gran mensaje

Reseña: Halo Infinite (campaña) – Esperanza y fuerza

La caída de Wolfenstein con Youngblood

Project Zomboid: el reto de sobrevivir

Impresiones: Turbo Overkill, cyberpunk y motosierras