Dynasty Warriors, Warriors Orochi, Warriors All-Star, Samurai Warriors, «inserte culquier franquicia de renombre aquí» Warriors. Son todas ellas emanaciones de un concepto que le ha traido mucho exito a tecmo-koei a lo largo de su historia.
Nacida como un Spin-Off del juego de estrategia Romance of Third Kingdoms, Dynasty Warriors nos propone el conquistar territorios, abatiendo una tremenda cantidad de enemigos en nuestro paso. En el fondo es una evolución del Beat’em Up de toda la vida, solo que llenando la pantalla de muchos fulanos que esperan nuestros golpes.
Sin embargo hubo una generación donde esta serie fue mal vista, especialmente por la prensa especializada. Esto no es una casa de brujas, o algo por el estilo, solo es que por medio de este escrito vamos a mostrar un fenómeno muy interesante, que le paso a esta franquicia en la generación de PS3, XBOX 360 y Nintendo Wii.
El beat’em up como tal «desapareció» para a dar el paso al Hack and Slash, popularizado por God of War y Devil May Cry. El Beat’em Up es agarrarse en a combo limpio y el Hack and Slash es hacer esa cosa bonita con armas corto punzantes.
No tuvimos un Beat’em Up, o algo parecido que fuera un represente del genero en esa generación. Es más, si ves las notas que le daban a Beat’em Up de esa época, como Double Dragon Neon, verán que dentro de la prensa las notas iban de mediocres o tibias, pero a los jugadores les encantaba. La crítica iba por lo supuestamente monótonos que eran esos juegos, y esa crítica iba también para los Dynasty Warriors.
Los Dynasty Warriors era apaleados por muchos medios, pero entremedio, los jugadores siempre buscaron el sacar a relucir las virtudes de estos juegos.
Llego la siguiente generación y salió a relucir un Hyrule Warriors que aprovechaba la franquicia de The Legend of Zelda. Todo esto para crear una experiencia llena de fanservice y mucha acción. La saga estaba dejando el nicho con esta entrega, y así, más jugadores dejaron los prejuicios.
Aparte, la saga en japón supo unirse a más franquicias de renombre para ser aún más vigente, como Dragon Quest y One Piece.
También hay que sumar en como el beat’em up logró recobrar su reconocimientos, con obras que llevaron el género a la evolución, como el espectacular SIFU, u obras que perfeccionan los cimientos del estilo como Streets of Rage 4.
Entonces ¿Se esta argumentando que Dynasty Warriors es una obra perfecta? No, pero surte una necesidad de juegos simples, para pasar un buen rato y entregarle algo interesante a los fans del género. Los Beat’em Up son juegos que pueden ser difíciles o monótonos para cierto sector de jugadores, pero Dynasty Warriors nos hace descargar mucha adrenalina.
No son juegos perfectos, pero si nos generan una muy buena fantasía de poder. Así que, larga vida a Dynasty Warriors.