JLA (1997): La Edad del Optimismo y lo Estrafalario.

JLA, el emocionante título a cargo de Grant Morrison y Howard Porter que trajo de vuelta a los siete grandes de la Liga de la Justicia.

Escrito por Jorge

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La Liga de la Justicia es, quizás, el equipo de superhéroes más emblemático en la historia de los cómics. No fueron los primeros y, sin embargo, lograron establecerse como un referente dentro del género, tanto por su longevidad como por su naturaleza épica. 

Originalmente concebido por Gardner Fox en 1963, durante la denominada Edad de Plata de los Cómics (1956 – 1970), el título consistía en reunir a los personajes más populares de la empresa: Superman, Batman, Mujer Maravilla, Flash, Linterna Verde, Detective Marciano y Aquaman, en un supergrupo preparado para proteger la Tierra de distintas amenazas. 

La Liga, a lo largo de los años, ha vivido distintos cambios y encarnaciones, cada uno alimentando el mito y aportando historias que se considerarían más tarde como fundamentales para el grupo. Entre estas, podemos contar las contribuciones de Grant Morrison y Howard Porter, a finales del siglo pasado, con el título JLA (1997).

Un poco de contexto: Edad Oscura – Grim and Gritty

Durante la primera etapa de la década de 1990, la industria del cómic de superhéroes todavía reflejaba una era marcada por el impacto de Watchmen (1986). Las historias se inclinaban hacia la violencia desmedida y las decisiones oscuras. En DC cómics se publicaron arcos argumentales como La Muerte de Superman (1992), La Caída del Murciélago (1993) y Crepúsculo Esmeralda (1994).

La Liga de la Justicia también se vio afectada por la nueva estética oscura de este período, al que algunos dan el nombre de “grim and gritty” (sombrío y arenoso), al punto de convertirse en una exitosa comedia de situaciones bajo el título Liga de la Justicia Internacional (Justice League International, 1987), con un grupo formado, en su mayoría, por personajes de segunda categoría. 

El equipo terminó dividiéndose en distintas facciones, entre las que se incluye Extreme Justice, una especie de equipo de asalto que dejaban en evidencia las peores propuestas estéticas de la época: cantidades imposibles de músculos, posturas forzadas y cuerpos desproporcionados, en historias cargadas de acción, rudeza y brutalidad, que finalmente provocaron la caída de las ventas

A propósito de este tipo de historias, Mark Waid publicó Kingdom Come (1996), una obra que protesta en contra de las nuevas tendencias violentas en los superhéroes. Gracias a este cómic, la editorial encargó a Waid escribir una miniserie de 3 capítulos que serviría como preludio para el relanzamiento del equipo y una renovada perspectiva en la industria.

La serie mensual estaría a cargo del loco escritor escocés favorito de todos los lectores: Grant Morrison. El autor planteó desde un principio la necesidad de establecer el grupo con los personajes más importantes de la editorial como en sus inicios, es decir, los siete grandes.

Grant Morrison

Tal como lo señala el mismo Morrison en una introducción a Pesadilla de Verano, la idea era traer de vuelta el heroísmo optimista y las locuras creativas de la Edad de Plata, contextualizados dentro de una época cínica y sofisticada.

Previamente, Morrison había escrito para DC en títulos como Doom Patrol y Animal Man, y también se había aproximado a la narrativa superheroica “convencional” con obras como Arkham Asylum: a Serious House on a Serious Earth y Legends of the Dark Knight: Gothic. Y, por aquel entonces, además se encontraba escribiendo Los Invisibles para el sello Vertigo.

A pesar de contar con una recepción controvertida, por lo general los cómics de Morrison siempre se vendieron bien; y siendo el acérrimo fan de las capas que siempre ha sido, él parecía ser la opción obvia para traer de vuelta a la Liga a su antigua gloria.

JLA: Pesadilla de Verano, portadas de Kevin McGuire.

JLA: Pesadilla de Verano (1996)

La historia, escrita en colaboración por Mark Waid y Fabian Nicieza, nos presenta un mundo bastante similar a aquel previamente planteado por Waid en Kingdom Come: la población superhumana ocupa la mayor parte de la Tierra y día tras día se libran batallas territoriales entre las personas con superpoderes

Clark Kent, un periodista del diario El Planeta, es uno de los pocos seres humanos sin habilidades extraordinarias, quien descubre en su memoria recuerdos de una época en la que el mundo vivía en paz y los “chispeantes” (metahumanos) se encargaban de la seguridad mundial. 

Pronto Kent descubre su verdadera identidad y, con la ayuda del millonario Bruce Wayne, se lanza  en una aventura para encontrar a sus viejos compañeros de armas y así detener juntos la destrucción mundial. 

Mientras tanto, el joven profesor Wallace West también tiene visiones de otra vida, pero provocadas por un cómic llamado Linterna Verde. Intrigado, West intenta encontrar al creador de dicho cómic, descubriendo al artista Kyle Rayner, quien también manifiesta extraños episodios de realidad a través de sus dibujos.  

El uso de un cómic, Linterna Verde en este caso, como un elemento clave para resolver el gran misterio detrás de esta realidad paralela, es un recurso narrativo que recuerda situaciones similares que se han dado en el pasado, como en el Flash de Dos Mundos de Gardner Fox. E incluso se sigue evocando en el futuro, como es el caso de Multiversity de Grant Morrison. 

La miniserie está enfocada en relatar cómo los siete grandes se reúnen para formar el equipo. Sin embargo, y a pesar de que consigue atraparnos con grandes momentos de acción, en los que la amenaza se encuentra a la altura del poder de la Liga, la resolución es un tanto anticlimática en lo que se refiere al duelo final con el antagonista de la historia.  

Dentro apartado negativo en relación a esta historia, vale mencionar la enorme diferencia que existe entre los dibujantes Darick Robertson (Transmetropolitan, The Boyz) y Jeff Johnson (Detective Comics, Supergirl), la cual en repetidas ocasiones interfiere con el flujo de la historia. 

Sin embargo, JLA: Pesadilla de Verano consigue contar exitosamente la primera aventura de esta encarnación del equipo y plantea por primera vez la existencia del Portador de la Guerra, el enemigo definitivo de la primera etapa de la JLA.   

JLA #1 – #4: Nuevo Orden Mundial

Este primer arco argumental comienza en Washington D.C. con una escena que homenajea a la película El Día de la Independencia, mostrando una enorme nave extraterrestre flotando sobre la Casa Blanca. 

Mientras tanto, orbitando alrededor de la Tierra, los miembros restantes de la última encarnación de la Liga de la Justicia, a saber, Metamorpho, Ice Maiden y Nuklon (excepto Fuego, quien se encuentra inesperadamente enferma) se preparan para ceder su lugar en el satélite al nuevo equipo. 

Superman acude a las alertas y observa cómo la nave extraterrestre deposita ocho huevos de los que emanan un grupo de superhumanos que se dan a conocer como el Hyperclan, un reflejo y una opinión sobre los héroes violentos que habían surgido en esa época, los mismos que Morrison pretendía erradicar del género con este título. 

El Hyperclan decide intervenir la Tierra a nivel ecológico, de tal forma que plantan suelo fértil en el desierto del Sahara y manipulan las condiciones meteorológicas para convertirlo en un edén. Por otro lado, sus ideas de justicia y prosperidad se vuelven demasiado extremas y realizan ejecuciones de supervillanos en televisión abierta, con el apoyo de la opinión popular. 

Ejecuciones públicas

Batman, quien había desconfiado de los nuevos héroes desde el principio, advierte a la Liga y los prepara para la guerra.

A partir de ese momento da inicio la primera aventura de la JLA como grupo establecido y podemos ver qué tanto es lo que quiere traer de vuelta Grant Morrison desde la Edad de Plata. 

Haciendo uso de técnicas de la vieja escuela, presenta un argumento moderno y acelerado, con diálogos que abiertamente aluden a elementos de la cultura pop cercanos a la época. En el transcurso de la historia, aprovecha estos espacios para explicar con la voz individual de cada personaje la relación que tienen estos con el equipo y el rol que cumplen dentro de la Liga. 

En algún punto de la historia, vemos repetida la dinámica de Gardner Fox en los primeros números de la Liga en los años 60, con presentaciones en cuadro congelado decoradas con el nombre estilizado del héroe. 

De esta manera, Morrison y Howard Porter suben las apuestas con amenazas demasiado grandes para ser controladas por el nivel de poder de la Liga y un desaforado optimismo que sugiere una relación prometéica entre estos héroes y la humanidad. 

Necesitamos vivir bajo el fuego de esos símbolos, el fuego de esas ideas… Y es por esto y por mucho más que iremos abordando este período en futuras entregas, porque JLA es una lectura esencial para los fanáticos de la Liga.