Reseña de WE3, la obra de Morrison y Quitely

Grant Morrison nos entrega una obra de denuncia de la explotación animal que llega al corazón del lector, WE3.

Escrito por Alejandro

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Al hablar de animales, rápidamente se vienen a la cabeza términos como amistad, lealtad, amor, ternura, e incluso, familia. A lo largo de la historia, los humanos se han relacionado con ellos de maneras diversas. Algunos han sido venerados, otros han sido domesticados, otros son comida y otros son entretenimiento. Se ha experimentado en ellos, se han enviado a morir al espacio, han sido expuestos a enfermedades, se ha destruido sus hábitats naturales y en muchos casos, han sido extinguidos.

Con el tiempo se han reconocido y hay una preocupación social por su cuidado, a través de leyes y acabando con conductas explotadoras. Sin embargo, al día de hoy, siguen existiendo abusos de las más variadas formas sobre los animales; testeo en productos cosméticos, transporte de carga, rodeo, carreras, entre muchos otros.

En el año 2004, el sello Vertigo publicó una historia emocionante sobre ellos, WE3, creada por la dupla dorada de Grant Morrison ( (New X-Men, Los Invisibles, JLA) y Frank Quitely. Entregan una historia corta, de tan solo 3 números, donde hacen una denuncia hacia los abusos de los animales, mostrando el lado más cruel de los humanos.

Bandido, Garras y Pirata, los protagonistas

Máquinas animales

En instalaciones militares secretas de EEUU se está desarrollando una nueva arma. Un arma que es letal, controlable y que salvará miles de vidas humanas. Tiene potencial para reemplazar a los soldados en los conflictos futuros. Este proyecto secreto consiste en experimentar con animales domésticos, dotarlos de componentes cibernéticos y crear máquinas de matar.

Tres prototipos, un perro, un gato y un conejo denominados por sus creadores 1, 2 y 3 respectivamente, han logrado asesinar a un dictador, comprobando que el proyecto es un éxito. Así, una vez cumplido su propósito, se ordena su sacrificio. La doctora Roseanne Berry, encargada de los animales del proyecto, no puede cumplir sus órdenes y los libera.

Así, se muestra la búsqueda de libertad de los tres animales, quienes tienen interiorizada la noción de hogar, ya que recuerdan que alguna vez tuvieron una familia, mientras el gobierno y los militares los cazan.

Morrison contenido y emotivo

El cómic tiene una duración muy breve, de solo tres números, pero logra enganchar de manera rápida al lector y empatizar de inmediato con los peludos protagonistas. Morrison se aleja de sus habituales locuras argumentales y entrega una historia cercana, cruda y contenida.

La empatía es clave en la historia, los humanos a cargo del proyecto se despojan de toda moralidad y ética, y los animales son las víctimas que sufren por sus actos. Es tanta la falta de empatía de los personajes humanos, que el lector de inmediato conecta y sufre por los protagonistas, generando conciencia y cuestionamientos.

A nivel argumental, Morrison se preocupa por mostrar lo diametralmente opuestos que son los animales y los humanos de la historia. Los humanos (principalmente el director a cargo de la operación) se muestran como personajes crueles y carentes de total preocupación por el destino de los animales.

Por contraparte, los animales desbordan emociones; se preocupan por los humanos, hay camaradería y los mueve el recuerdo de volver a su hogar. Así, es imposible no apoyarlos, más si están en esta situación exclusivamente por la ambición humana.

La escasez de diálogos es un elemento más de la narración, los animales tienen una capacidad de habla limitada y sus diálogos son muy básicos y simples, lo cual es un reflejo de lo sencillo y poco ambiciosos de estos, además de permitir al lector enfocarse más en su actitud corporal y sus acciones.

También se toca el tema de la esclavitud, ya que los animales no pueden decidir y no tienen ningún derecho, al ser considerados seres inferiores, que deben ser sacrificados en beneficio de la raza superior, la humana.

El cómic se encuadra dentro del género de ciencia ficción, y tiene mucha de la tradicional crítica social del género, y si bien la trama se centra en experimentación científica militar, el fondo es perfectamente extrapolable a la realidad actual, de ahí lo cercano de la obra y la conciencia que busca generar en el lector.

Quitely entrega excelentes viñetas de acción

El arte de Quitely

Visualmente, Quitely se luce en todo sentido, tanto en los diseños de los trajes de los animales, como en las sangrientas escenas de acción. Varía constantemente la composición de las páginas y viñetas, pasando de excelentes ilustraciones a doble página, a decenas de viñetas flotantes que enfocan pequeñas expresiones y detalles de las peleas.

Las escenas de acción son impresionantes, cada animal tiene un estilo de pelea distintivo y los desmembramientos se repiten a cada momento, graficando la huida como un festival de sangre y muerte.

Las portadas son otro punto muy destacable, ya que cada una es un cartel de “se busca” de los dueños de las mascotas protagonistas, dando un toque íntimo y mostrando pequeñas luces del pasado de los protagonistas.

Valoración:

Estamos frente a un cómic íntimo y emotivo, con un tema que puede tocar fibras sensibles de los lectores, sobre todo de los que han generado vínculos fuertes o familiares con sus mascotas.

Además de la sensible temática, Morrison nos entrega una historia muy bien planificada, repleta de acción visceral, que está plasmada de manera espectacular por Quitely.

La historia es corta y directa, lo cual se agradece, ya que el mensaje que quiere contar no necesita más desarrollo y que sigue totalmente vigente pese a que han pasado más de 15 años de su publicación.