The Question: Zen y Violencia

Dennis O'Neil reinventó a The Question, el detective enmascarado de Hub City, en una infravaloradísima serie de DC durante los 80s.

Escrito por Claudio Cubillos

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Eran los ochentas y en DC Comics corrían aires de cambio. Con la publicación de Crisis on Infinite Earths, la editorial ahora contaba con una chance para actualizar y reinventar muchos de sus personajes, incluyendo a los recientemente adquiridos héroes de Charlton Comics: The Question, Blue Beetle, Captain Atom, Peter Cannon y Nightshade.

Esto fue aprovechado para lanzar una nueva serie de The Question, el detective enmascarado de Hub City, de la mano del mismo hombre que ayudó a redefinir a Batman en los setentas: Dennis O’Neil.

The Question había sido creado originalmente a finales de los sesenta por nada menos que el legendario Steve Ditko (co-creador de Spider-Man). Vic Sage era un reportero que pasaba sus días como conductor de un programa de televisión donde desenmascaraba casos de corrupción, mientras que por las noches se dedicaba a castigar criminales.

Ditko era un seguidor del objetivismo y esto se reflejaba mucho en las historias de The Question. Para él, la moralidad es un asunto de blanco o negro: o estás en el bando del bien o estás en el del mal, y si no sabes cuál es cual, es porque quieres estar en el bando incorrecto.

«El conseguirá la verdad…o morirá intentándolo»

Eventualmente DC Comics se hizo con los derechos del personaje y le dejaron a Dennis O’Neil la tarea de adaptar a Vic al nuevo universo DC, en consideración de que en la década pasada había hecho historia con sus argumentos para Green Lantern/ Green Arrow, que tenían un fuerte mensaje social; además de su etapa en Batman junto a Neal Adams, donde volvió a poner énfasis en el aspecto detectivesco de el caballero oscuro. 

Así, en 1986, empezó una serie protagonizada por un detective objetivista, que vestía con el típico atuendo de personaje de film noir y una máscara que lo deja sin expresión facial. Y el nombre de ese personaje era… Rorschach.

Alan Moore había planeado originalmente que su obra maestra, Watchmen, fuese protagonizada por los héroes de Charlton; pero debido a que ya había planes para ellos, incluyendo la serie de The Question de O’Neil, DC le sugirió a Moore y Gibbons que creasen sus propios superhéroes.

Ahora, ¿cómo hacer que The Question no parezca una versión menor de Rorschach, incluso si le predecía? Para O’Neil la respuesta fue sencilla. En el primer número de su serie, Vic Sage sufre una “muerte metafórica”, lo que provoca que deje de lado su absolutismo moralista para transformarse en un seguidor de la filosofía zen.

Durante 36 capítulos, podemos ver cómo Hub City, una ciudad aún peor que Gotham, muestra cada día lo peor de la humanidad, en sus calles llenas de pobreza y crimen. Vic debe cuestionarse constantemente la ética de sus actos y si siquiera vale la pena esforzarse por una ciudad “abandonada por Dios”. Paralelamente, su interés romántico, Myra, es una candidata para alcalde que quiere cambiar las cosas desde adentro.

En su cruzada, Vic tiene el apoyo de Aristóteles Rodor, el científico que creó su máscara, quien lo motiva a ver las cosas de una manera más racional, además de Richard Dragon, su maestro de artes marciales y guía espiritual.

Pero para Sage, la vida es una constante dualidad. Él es alguien que trata de ver lo mejor en la gente, pero al mismo tiempo suele recurrir a los golpes y patadas como solución a los problemas.

La confesión de Vic

La historia que mejor aborda sus complejidades morales es Mikado (#8), donde Vic investiga el caso de un doctor que, harto de ver a sus pacientes sufrir a manos de criminales, decide tomar justicia por mano propia y torturar a los culpables hasta la muerte. Cuando The Question lo encara, Vic pone en duda su propia inocencia al revelar que solía disfrutar de golpear mujeres y ancianos durante su adolescencia. En aquellos tiempos aún era raro ver superhéroes con tales matices.

O’Neil explora los mismos temas de justicia social que había explorado en GL/GA, abordando sin tapujos asuntos como racismo, sexismo, la industria militar, la desigualdad social y drogadicción; mientras The Question tiene que luchar contra policías discriminadores, líderes religiosos corruptos y la constante delincuencia que azota Hub City.

De manera simultánea, Vic Sage también está en una constante búsqueda existencial, no solo por sus cuestionamientos morales sino también por ciertos problemas de identidad. Vic Sage realmente es Charles Victor Szasz, pero conoce poco de su infancia, ya que de pequeño fue abandonado en un orfanato y eso provocó que creciera con un continuo resentimiento contra el mundo, lo que derivó en sus problemas de conductas violentas.

Sin embargo, de vez en cuando la serie también encuentra tiempo para el humor negro, en particular durante el arco argumental que concierne a las elecciones de alcalde para Hub City, donde la tragedia y la comedia golpean de manera continua.

El dibujo corrió por parte de Denys Cowan, quien le da un aire muy tosco y “feo” a las historias con sus trazos fuertes. Es preciso notar que para distinguirlo aún más de Rorschach, The Question es dibujado rara vez con su atuendo de detective hard-boiled y, en vez, es usualmente mostrado con la ropa más casual posible, desde un look de motorista a un buzo deportivo.

Algunos de los looks de Question

O’Neil quedó tan encariñado con el personaje, que siguió escribiéndolo ocasionalmente durante los noventas, en los títulos The Question Quarterly, The Question Returns y Azrael Plus Question.

Los dos favoritos de O’Neil

The Question fue un perfecto ejemplo de cómo publicar un cómic mensual que mezcla filosofía y crítica social sin problema alguno, con un enfoque muy maduro y casi espiritualista