Dragon Ball Z no es como la recordabas – Saga Saiyajin

Más allá de la nostalgia... ¿Es Dragon Ball Z como la recordamos? Un repaso general por la icónica serie de Akira Toriyama.

Escrito por Nicolás

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Todos amamos Dragon Ball Z. Nos encanta. Su merchandising, sus openings, sus ending, sus videojuegos, sus películas, todo a su alrededor nos deslumbra. La icónica creación de 鳥山 明 (o Akira Toriyama, para los panas) a trascendido culturalmente de una manera icónica pero… ¿Qué pasa si te digo que Dragon Ball Z no es como la recuerdas? Es mucho, pero mucho mejor.

Hoy nos disponemos a realizar un repaso por todas las sagas de DBZ en el que, advierto, me he topado con varias sorpresas para bien. Ante el reciente estreno de “Dragon Ball Super: Super Hero” y las constantes actualizaciones del manga de “Dragon Ball Super”, no es mala idea volver un poco atrás para ver cómo todo ha cambiado.

Volviendo al pasado

Con los actuales productos de Dragon Ball (sobre todo videojuegos y Super) nos olvidamos que la saga completa es mucho más que peleas, ataques, poderes, y grandes bolas de energía. No se puede negar que aquello es el atractivo principal de la serie pero luego de años de tener contacto sólo con simplificaciones de su historia (como jugar un modo historia o “Dragon Ball Z Kai”) sorprende que desde la saga Saiyajin ya mantiene un hilo dramático bastante sólido.

Los protagonistas de la más reciente película de DBS son Piccolo y Gohan. Personajes que por separado están en un lugar completamente distinto al donde comenzaron al inicio de “Z”. Y para qué hablar de su relación… El inicio de éste tan lindo vínculo lo vemos desarrollado aquí, con Gohan siendo entrenado (cruelmente a decir verdad) por Piccolo y con éste último sacrificándose por su aprendiz. (no, no estoy llorando, tú estás llorando).

Vegeta es otro caso interesante. A quién hoy lo vemos entrenando con Bilzsama allá en el 89’ se le vio por primera vez en pantalla enfrentado a Goku, Gohan y Krillin, y siendo el principal antagonista. Que por cierto, no lograron vencer (bueno, se logró después de cortarle la cola, lanzarle media genkidama y que Gohan le cayera encima transformado en Ozaru).

Dejar vivo a Vegeta y la muerte de Piccolo es lo que abre paso al arco de Namek, que fue de apoco plantando semillas en toda la saga Saiyajin. Pero no nos adelantemos que aún queda por decir.

Contexto

Tener tan impregnada la obra de Toriyama en la sangre nos hace quizás no poder apreciarla del todo. Por lo icónica que resulta ser la conocemos al revés y al derecho. Pero el primer arco de DBZ está lleno de revelaciones impactantes que hoy no percibimos como tal.

Pensar que por primera vez se hace referencia a los orígenes alienígenas de Goku, a su hermano mayor, al inconmensurable potencial de poder de Gohan, a Piccolo como un aliado. ¿Qué clase de locura es ésta? La muerte de Kami-sama hace desaparecer la esferas del dragón (por favor detenganse que no puedo con tanto).

Pensar a Dragon Ball en su contexto es maravilloso y nos hace apreciarla mejor. Podemos verla como una serie creativa, con ideas, con un arco importante, con repercusiones. Con personajes que crecen y aprenden la vemos no solo como la serie de los “Kame-hame -has”, sino como la serie que también tiene “Kame-hame -has”.

Animación

Perfecta. Si bien al principio notamos algunas curiosidades, como el cambio de color de agunos personajes como Vegeta, la animaciónn de antaño siempre brilla con creces.  Además, siempre será bien recibido ver  los modelos de Akira Toriyama en acción, moviéndose por el mundo, con esos outfits tan creativos. 

La animación se atreve a jugar (un poco) con el lenguaje audiovisual. Entregándonos planos a veces únicamente contemplativos que pueden exacerbar un momento de tensión o sumar mucho al ritmo frenético que pueden tener las batallas

Extrapolando lo anterior, los episodios entre sagas (o episodios entre episodios en los que transcurre la trama principal) son un deleite, un respiro. Logran una calma como solo otros animes de la época saben transmitir tan bien. En DBZ  hay mucha belleza visual.

Así mismo el juego de iluminación sorprende. Con una mención honrosa a lo crepuscular y a esas ocasiones en que la luz logra poner de manifiesto lo que un personaje siente en ese momento. Cuando alguien siente una presencia extraña o vive una emoción intensa  es la luz la que se toma la pantalla.

Todo en conjunto aporta mucho al ritmo de la saga PERO…

Doblaje

En ningún caso quiero desacreditar el doblaje, es probablemente uno de los más memorables de su época, junto con la adaptación de sus aperturas pero… recomiendo mucho ver la serie en su idioma original alternando con el doblaje latino.

¿Por qué? El doblaje en ocasiones (muchas) hace caer un tanto el ritmo del anime. Al volver los diálogos, internos o entre personajes, sumamente descriptivos resulta un poco agobiante la reiteración entre acción y texto

Sin ser en ningún caso un problema de actuación, más bien de adaptación, de igual manera repercute en el resultado final. Y sobre todo en un redescubrimiento de ésta linda serie, porque su ritmo, como vengo diciendo, es brutal. De todas formas siempre será bueno escuchar a Mario Castañeda gritando un “Kame-hame-ha” o a Luis Alfonso Mendoza (que en paz descanse) convirtiendo a Gohan en Saiyajin

Mención Honrosa

Una banda sonora impecable. La música de DBZ, compuesta por Shunsuke Kikuchi (quién ya venía trabajando desde DB) es precisa, justa. Emotiva, intrigante, tensa, épica y/o melancólica, cualquiera sea la intención de una escena, ahí estará el soundtrack para potenciar y hacer lo suyo. 

Vale decir que éste resulta ser uno de los más grandes agregados que tiene el anime por sobre el manga y la razón por cual, a modo personal, prefiero la animación (aunque leer el manga con el soundtrack de fondo… ¿podría ser acaso la experiencia definitiva?).

En fin…

Dragon Ball Z y en particular la saga saiyajin tiene mucho que ofrecer. Es sin duda un producto cultural de mucha importancia, un gran anime, un gran shonen, pero también es mucho más, y mejor de lo que recordamos.

Un producto tan icónico como éste se merece todo el respeto que se le entrega, cada tributo, cada cover, cada fanfic. Y aún queda mucho por reconocerle y repasar en este revisionado tan grato. Próximamente la saga Namek. Y… ¿Es Dragon Ball Z como la recordabas?