Daredevil de Brubaker y Lark

Reseña de la etapa de Ed Brubaker y Michael Lark haciendose cargo de Daredevil, donde Matt Murdock sufrirá como pocas veces se ha visto.

Escrito por Alejandro

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Daredevil tuvo una nueva época dorada tras la llegada de Brian Michael Bendis y Alex Maleev a la serie regular del Diablo Guardian. Cuando se acercaba el fin de esa larga etapa, Marvel tuvo que elegir al sucesor del alabado equipo creativo saliente, eligiendo a Ed Brubaker y Michael Lark para continuar la historia de Matt Murdock.

El desafío era grande. En primer lugar, las buenas críticas de la etapa de Bendis y Maleev obligaban al sucesor a mantener el nivel. Debido a que el final de la etapa de Bendis fue dejar a Daredevil en una posición inédita y muy comprometida, que se debía resolver de manera inmediata, es imposible no compararlas.

Brubaker y Lark firmaron una extensa, polémica y exitosa etapa, que logró despegarse de la sombra de su predecesora, gracias al marcado sello personal de sus autores.

El diablo en la galería D es el impactante inicio de la etapa

Atando los cabos sueltos de Bendis

Al final de la etapa de Bendis y Maleev, el mundo de Matt Murdock es un caos, su identidad secreta fue revelada públicamente, fue detenido y llevado a una cárcel de alta seguridad y su vida personal está por los suelos. Brubaker inicia su etapa enfrentando una situación crítica y urgente, no tiene tiempo de sentar sus bases, sino que debe resolver la situación carcelaria de Murdock antes de tomar su propio camino.

Así se gesta El diablo en la galería D, un arco espectacular, con Matt Murdock encerrado con sus mayores enemigos, como Kingpin, Bullseye, El Búho e incluso Punisher. Un drama carcelario con conspiraciones, atentados, muertes, motines, venganzas, todo concentrado en una sola historia. Brubaker logra iniciar su etapa de manera magistral, aprovechando todo el potencial del cierre de la etapa anterior y entregando uno de los mejores arcos de la historia de Daredevil.

Posteriormente, el segundo arco de la etapa viene a cerrar las demás tramas abiertas por Bendis, logrando un cierre satisfactorio a su predecesor y dando paso a las nuevas ideas del guionista.

El hundimiento de Murdock

Desde el tercer arco Brubaker toma las riendas totales sobre la cabecera, las cuales apuntan a un lento y progresivo hundimiento de Matt Murdock, que se va derrumbando debido al peso de los últimos acontecimientos y de las nuevas amenazas que van surgiendo.

Brubaker hace sufrir a Matt hasta un punto en que su inestabilidad lo vuelve un personaje irreconocible, perdiendo la mayoría de sus virtudes positivas. Este Matt Murdock malhumorado, furioso y hasta cruel debe hacer frente a varias amenazas que lo ponen en una situación límite. Durante la etapa se recuperan personajes poco utilizados, como El Gladiador, El Matador y Mister Miedo, quien será uno de los principales antagonistas de la etapa.

Por otra parte, los autores tratan muy bien a los personajes secundarios, destacando el uso de Foggy Nelson y la brillante incorporación de Dakota North, que es por lejos el mejor personaje de la etapa. Para hundir a Daredevil, Brubaker recurre al miedo de perder seres queridos, al cansancio y sobre todo a la tragedia, siendo el caso de su esposa, Milla Donovan, un giro polémico y cruel, que marca a fuego al sufrido protagonista.

Una etapa que no funciona como debería

Como se señaló en un principio, esta etapa es controversial y es inevitable compararla con su predecesora, debido a lo fuertemente enlazadas que están y a su similar extensión. Lamentablemente la etapa de Brubaker y Lark no logra alcanzar el nivel de Bendis y Maleev, perdiendo en la mayoría de puntos de comparación.

La etapa se siente excesivamente larga para lo que quiere contar, se siente que a cada arco le sobran 1 o 2 números, siendo su larga duración, 39 números en total, el gran punto negativo.

Otro punto negativo es la falta de impacto en la historia, los villanos que se presentan no se sienten amenazantes, los giros del guión pocas veces logran su cometido y se sienten poco novedosos o ya vistos en etapas anteriores, como hacer sufrir a Matt con la muerte o arruinando la vida de su pareja; que el villano de turno atente contra sus amigos; incluso la presencia de La Mano se siente poco imponente.

Debido a esto, ningún arco sobresale, manteniendo siempre un nivel aceptable, pero que no destaca de sobremanera (salvo su excelente y brutal primer arco, pero incluso esto es relativo, ya que este arco bebe demasiado de las bases de Bendis).

Por último, la actitud pesimista de Matt Murdock, si bien está justificada y es progresiva, se siente pesada y cansina, lo que acompañado de la larga duración de la etapa puede ser un obstáculo para la lectura.

Valoración

Ed Brubaker es un excelente guionista, pero en esta etapa no logra entregar una historia memorable, siendo simplemente correcta.

Estamos frente a una etapa que tiene muchos defensores, incluso es considerada infravalorada por muchos, pero en la opinión de quien escribe, no logra impactar y se siente excesivamente larga. Como puntos positivos, se rescatan su excelente primer arco y el gran uso de personajes secundarios.

Tampoco se puede ser muy duro, es una historia que cumple y es una lectura disfrutable, incluso puede considerarse que está sobre la media de cómics superheroicos, pero no es una obra memorable como pudo serlo.