Uno de los escenarios más recurrentes en el anime, es la sala de clases. Independiente de la historia, hay un momento en que los adolescentes asisten a la escuela. Las historias de amor tampoco son novedosas y la combinación escuela más amor ya se ha visto. Tenemos Marmalade Boy, Takagi-san experta en bromas pesadas, etc. Dentro de ese etcétera, se encuentra a Toradora!.
Basado en una serie de novelas ligeras publicadas entre 2006 y 2009, fue llevado al manga en 2007 y al anime en 2008. Dirigida por Tatsuyuki Nagai y transmitida por TV Tokyo, llegó a Latinoamérica en 2020 de la mano de Netflix.
El argumento
El protagonista de Toradora! es Ryūji, un joven al que le temen por su apariencia, una mezcla entre mafioso y matón. Sus ojos intimidantes, herencia de su padre, hacen que no le sea del todo fácil hacer amigos. La excepción es Kitamura, el clásico personaje que hace todo bien y Minori, que es amable con todo el mundo. Ryūji está enamorado de Minori, pero ella parece no darse por enterada.
La otra protagonista es Taiga, una conflictiva estudiante a quien todos temen. De forma un tanto extraña, Ryūji y Taiga se vuelven inseparables. Él le prepara la comida, la despierta para ir a clases y la cuida. A Taiga le gusta Kitamura y es la mejor amiga de Minori, por lo que llegan al acuerdo de ayudarse con cada uno de sus pretendientes.
Estos personajes comienzan a juntarse y a vivir distintas situaciones, hasta que llega Ami a unirse al grupo. Ella es amada por toda la escuela y coquetea con Ryūji, pero él está obnubilado por Minori, por lo que no la toma mayormente en cuenta. Todos juntos saldrán de vacaciones, pasarán largo rato reunidos y poco a poco se irán conociendo mejor.
Los personajes
Ryūji Takasu es una persona noble, de buenos sentimientos, obsesionado con la limpieza y a quien le encanta cocinar. No conoce a su padre, pero heredó sus ojos, que lo hacen parecer amenazante. Su madre, Yasuko, trabaja por las noches en un bar, como una especie de animadora. Ella es muy inmadura, por lo que Ryūji juega un papel protector y procura que duerma bien durante el día, además de prepararle las comidas.
A Taiga Aisaka le dicen “tigre de bolsillo”, debido a su personalidad explosiva y su baja estatura. Pelea con todo el mundo, todos le temen y el único que puede controlarla es Ryūji. Viene de una familia pudiente, pero sus padres están separados y la tienen viviendo sola en un departamento. Tiene malos hábitos, duerme mal, se alimenta mal, es descuidada con la limpieza y el orden.
Minori Kushieda está siempre alegre y motivada, no deja de moverse y hace todo tipo de deportes, en especial softball, donde es la capitana del equipo. Tiene una personalidad un tanto obsesiva, lo que la hace seguir todo tipo de dietas y obliga a sus amigos a cumplirlas. Aparentemente todos la quieren, pero parece ser que en realidad ninguna de sus relaciones son reales y aparentemente nunca la conocemos del todo.
Yūsaku Kitamura es bueno en todo lo que hace. Es el vicepresidente del consejo estudiantil y tiene un gran futuro por delante. Carga con la presión de ser el mejor en todo, lo que no le es fácil.
Ami Kawashima es la estudiante nueva, a quien todos aman. Es modelo y juega un rol entre coqueta e inalcanzable. Amiga de infancia de Kitamura, parece sentir cosas por Ryūji, pero no queda claro si son sentimientos reales o solo está jugando.
Las víctimas del amor
Sin ánimo de spoilear nada, es evidente que a lo largo Toradora! hay relaciones que van más allá de la amistad. Además de los personajes que sabemos desde un principio que están enamorados, vamos descubriendo los sentimientos de algunos otros y las relaciones se van desarrollando. En este sentido, a pesar de tener sólo 25 capítulos, hay un gran desarrollo de personajes.
A veces se olvida que hay tantas parejas juntas como corazones rotos. Es lógico, si yo salgo con alguien, todos los pretendientes de ese alguien sufren. En ocasiones puede ser mera atracción, pero en otras pueden ser amores no correspondidos difíciles de superar.
De corazones rotos se trata Toradora!. Si bien los protagonistas son dos, los personajes secundarios tienen gran relevancia. En ellos vemos todos los sentimientos que entran en juego en la adolescencia, cuando no se sabe muy bien qué sentir ni cómo sentir. Quien dude que la vida es sufrimiento, que recuerde cuando tenía 16 años.
De forma sutil, aunque sin vacilaciones, este anime muestra el lado B de las relaciones de pareja. A pesar de que los sentimientos entre unos y otros se contraponen entre sí, logran que uno sienta empatía por cada uno de ellos. Verlo es una montaña rusa de emociones, lo que hace que al final uno no pueda quedar ni feliz ni triste por su desenlace.
Un amor consolidado (ESTA SECCIÓN CONTIENE SPOILERS)
Si bien queda claro desde el principio que Ryūji y Taiga se están enamorando, el camino que lleva a esa resolución es inesperado. En el momento clave, toman decisiones alocadas propias de jóvenes de 16 o 17 años, pero inesperadamente se da un giro, dando una muestra de madurez que ya se la quisieran varias parejas adultas.
Yo soy un dragón. Tú eres un tigre. Desde tiempos remotos, el dragón ha sido la única bestia que ha podido igualar al tigre. Incluso si no estás ahora a mi lado, saltaré a traves del tiempo y el espacio para estar siempre a tu lado. Estos sentimientos nunca cambiarán.
Palabras de Ryūji a Taiga
En ocasiones el amor no es suficiente, pero ellos nos muestran que las relaciones se trabajan, que ver todo color de rosas es momentáneo y para formar una relación de pareja se necesita algo más. El cuidado y protección que se dan el uno al otro demuestra la consolidación que logran como pareja. Al mismo tiempo, nos muestran que también es fundamental estar bien con uno mismo para dar y recibir el amor. Para amar, primero hay que amarse.
Opinión personal
Vi este anime por la insistencia de mi pareja. Esperaba encontrar algo entretenido, para pasar el rato, pero me encontré con una de las historias de amor más lindas y maduras que me ha dado cualquier medio audiovisual. Tanto es así, que cuando firmamos el Acuerdo de Unión Civil, estuvimos a punto de inscribir Toradora en nuestras argollas.
Una vez que pasó todo lo lindo, esto me hizo darme cuenta de lo mucho que se sufre por amor, pero no como el clásico cliché, sino que por el sufrimiento que uno puede causar al ser correspondido por otra persona. Es obvio que uno no se puede hacer cargo de la felicidad de todo el mundo, pero es duro cuando te escupen en la cara que estás causando sufrimiento sin quererlo.
Toradora! es el amor hecho anime, con sus aventuras y desventuras, sus impulsos, sus pasiones, sus errores, el sufrimiento, pero también con todo lo lindo que conlleva.