Star Trek – La Nueva Generación

Analizamos la segunda serie de Star Trek, que presentó una nueva USS Enterprise y una renovada tripulación.

Escrito por Alejandro

Comiqueros.cl » Cine y televisión » Star Trek – La Nueva Generación

Star Trek The Original Series (TOS) se estrenó en el año 1966, revolucionando la ciencia ficción televisiva y tras su cancelación (apenas 3 años después) dejó un espacio vacío para todos sus seguidores.

Kirk, Spock, Bones y compañía siguieron sus aventuras en numerosas películas, incluso con una serie animada, pero con el pasar de los años la idea de una nueva serie tomaba más fuerza.

Es así, como en el año 1987 se estrenó Star Trek La Nueva Generación (TNG), la serie que renovó la franquicia y que inició una seguidilla de series que posicionaron a Star Trek en lo más alto.

Nueva generación para nuevos tiempos

El espacio, la frontera final. Estos son los viajes de la nave espacial Enterprise. Su continua misión: explorar extraños nuevos mundos, buscar nuevas formas de vida y nuevas civilizaciones, viajando temerariamente a donde nadie ha llegado antes.

Jean-Luc Picard

Los cambios no siempre son aceptados, ejemplos hay miles, y más cuando el purismo y mantener la esencia es un punto importante para los fans de cualquier saga.

Por eso, no es difícil prever que en su momento hubo polémicas y dificultades para establecer el rumbo de la historia, sobre todo cuando el creador de la franquicia, Gene Roddenbery, no estaba de acuerdo con una serie secuela, y tampoco estaba a gusto con las ideas originales que esta planteaba.

Lo cierto es que los cambios eran necesarios, y se tomaron medidas radicales.

En primer lugar, la serie se ubicó temporalmente 100 años después de TOS, por lo que los cruces con su antecesora serían mínimos.

Una jugada que salió a la perfección, ya que los cambios de tecnología en la nave se sienten creíbles y naturales, además de mostrar un nuevo orden en la Federación al haber paz con los Klingon.

Por otro lado, personajes con características distintas a los originales tomaron el protagonismo: un capitán más intelectual que el atlético Kirk, ya no hay Vulcanos en la tripulación, se introdujo a un androide como Data, una psicóloga mitad Betazoide en el puente y hasta un Klingon como jefe de seguridad.

Por último, los episodios dejaron de ser autoconclusivos, ahora hay tramas más interconectadas y un desarrollo más profundo de los personajes, destacando la inclusión de una amenaza implacable como Los Borg, cuyo enfrentamiento y sus consecuencias están presentes durante toda la historia.

La nueva tripulación

Una nueva tripulación fue presentada y rápidamente se ganó el afecto de los fans por su gran carisma y profundidad.

El capitán Jean-Luc Picard, interpretado por el gran Patrick Stewart, fue el encargado de comandar a la nueva USS Enterprise. Un capitán muy ilustrado, con dificultad para relacionarse y mostrar sus sentimientos, pero con una nobleza y capacidad de liderazgo que hacen empatizar con él todo el tiempo. Picard representa todo lo bueno que la Federación debe tener, es un diplomático por excelencia, pero también un estratega cuando la situación lo amerita.

Picard se lleva el peso de la serie, ya que él es quien debe decidir qué solución se da a los múltiples dilemas morales que se plantean, desde las siempre complejas implicancias de respetar la Directiva Principal, acatar o ignorar las órdenes de sus superiores, mediar entre los conflictos de las múltiples razas y culturas, además de hacer frente a las amenazas de la federación, Los Romulanos, Los Borg y el molesto Q.

Picard también nos regaló muchos memes

Y si Picard representa la diplomacia y el liderazgo, su segundo al mando se lleva el peso de las misiones en terreno.

William Riker es un personaje enamoradizo y extremadamente leal con su capitán. Es el nexo de Picard con la tripulación, ya que el sí establece vínculos de amistad con los demás tripulantes.

El resto de la tripulación es muy diverso y cada uno tiene su arco de evolución, aunque claramente son dos los que más se desarrollaron:

El teniente comandante Data es uno de los personajes más interesantes de la tripulación, un androide con una constante búsqueda de humanizarse, pese a estar consciente de que jamás logrará hacerlo. Data dotó a La Nueva Generación de una ciencia ficción más profunda al jugar con los límites de la humanidad de los robots y la inteligencia artificial.

Por otra parte, está el teniente Worf, un Klingon criado por humanos con un sentido del honor que es puesto a pruebas por los múltiples conflictos con el pasado de su padre y al ser el único de su especie que colabora con los ex enemigos de su raza.

El ingeniero Geordi LaForge, la consejera Deanna Troi y la doctora Berverly Crusher cierran el grupo protagonista, aunque lamentablemente su desarrollo no fue tan profundo.

La convivencia en el espacio

No solo los personajes hacen que La Nueva Generación sea tan destacable, sino que también el mostrar la convivencia y conflictos entre las diversas razas del espacio.

La historia gira en torno a múltiples amenazas que pondrán en jaque a la Enterprise: Tenemos un caprichoso ser omnipresente como Q, que pone en peligro a la humanidad para saciar su curiosidad. Nos muestran un vistazo profundo a los Klingon y los conflictos de esta raza guerrera sumergida en una profunda guerra civil. Una guerra fría con los Romulanos que conspiran para acabar con la federación. Un conflicto sin precedentes con los Borg que asoman como la mayor amenaza de la historia de la Flota Estelar.

La resistencia es fútil

Fuera de las tramas centrales, se ven temas muy diversos e interesantes como realidades alternativas, viajes en el tiempo, seres espaciales hostiles, planetas en guerra, desastres naturales, muertes misteriosas, enfermedades sin explicación, abducciones, inteligencia artificial, entre otras.

No todo brilla

La serie no está exenta de problemas. Las primeras dos temporadas son de un nivel bajo (con algunas notables excepciones) debido a muchos problemas de producción y de no tener claro el rumbo y tono general de la serie.

El desarrollo de los personajes femeninos es muy pobre, no tienen arcos de evolución claros y están a la sombra de personajes como Picard, Riker, Data o Worf. Sobre esto, el caso de Deanna Troi es lamentable: el personaje tiene un potencial enorme, es psicóloga, posee poderes empáticos y tiene una voz en la nave al ser la consejera y tener estrecha relación con el capitán.

No obstante, es un personaje muy sexualizado, siendo foco de enamoramientos y obsesiones de varios personajes o entidades, y que resuelve muy pocos problemas dentro de la nave pese a sus capacidades, incluso su labor de consejera queda reducida muchas veces a si percibe algo, ya que los consejos relevantes recaen en el personaje de Guinan. Ser parte de un triángulo amoroso con Riker y Worf poco ayuda a su papel que solo en las últimas temporadas repunta un poco.

La falta de diversidad en las razas también es un punto negativo, la gran mayoría de las razas son antropomórficas y relativamente similares en cultura. Lógicamente por temas presupuestarios no es fácil plasmar otro tipo de especies, pero queda la sensación de que se pudo hacer más.

Por último, la gran cantidad de capítulos hacen que entre unos y otros pueda haber diferencias importantes de calidad, ya que si bien la mayoría de los capítulos son buenos (o al menos son interesantes), algunos son derechamente malos.

Valoración

Estamos frente a una serie entretenida y de muy buena calidad. Ciencia ficción con una mirada positiva del futuro y con personajes carismáticos que crean una atmósfera de camaradería y lealtad que es poco usual ver.

Podemos ver varios de los mejores episodios de la franquicia, como el épico The Best of Both Worlds, el profundo The Measure of a Man, el fantástico Parallels, el íntimo The Inner Light y el emotivo y espectacular All Good Things.

Una serie que por méritos propios se ganó el derecho a discutir de tú a tú con la serie original el título de la serie Star Trek definitiva.