Reseña: Vampire Hunter D: Bloodlust, la perfección hecha cine

El año 2000 se estrenó la película Vampire Hunter D: Bloodlust, obra maestra de la animación vigente hasta los días de hoy

Escrito por Andrelo

Comiqueros.cl » Zona Oriental » Anime » Reseña: Vampire Hunter D: Bloodlust, la perfección hecha cine

Hablar de excelencia es hablar de Vampire Hunter D: Bloodlust. La película de animación japonesa estrenada en el año 2000 es, sin duda, uno de los grandes referentes de la pulcritud en el séptimo arte. Una fotografía preciosa, una historia que te atrapa desde el inicio y una animación de lujo, han hecho de esta, una película de culto.  

Vampiros, monstros, romance, acción, son solo algunos tópicos que, con maestría, este film repasa de manera sumamente elegante. La cinta dirigida por Yoshiaki Kawajiri (mismo director de obras maestras como Ninja Scroll) está basada en la tercera de una serie de novelas escritas por Hideyuki Kikuchi.

Producida por Madhouse, hogar de series y películas tales como Hunter X, Death Note, Monster y la ya mencionada Ninja Scroll, Vampire Hunter D: Bloodlust es la segunda película basada en las novelas de Kikuchi, luego de Vampire Hunter D de 1985, cuya reseña puedes leer aquí.

Argumento

En un futuro lejano los vampiros controlan las noches, pero su número está disminuyendo. Hay enormes recompensas por sus cabezas, y gracias a esto ha surgido una nueva clase de cazadores: los cazarecompensas.

Hay un cazador que no es como los demás. Él es un dhampiro: mitad humano, mitad vampiro. En guerra consigo mismo, temido por todos, atormentado y solo él, es el cazador de vampiros D.”

Con esta introducción da comienzo Vampire Hunter D: Bloodlust. En esta ocasión D es contratado por el padre de Charlotte, quien ha sido secuestrada por el vampiro Meier Link. Además de D, también se han solicitado los servicios de los hermanos Marcus, un grupo familiar de cazarecompensas.

Opinión y análisis

Como dicta el título, es imposible no considerar Vampire Hunter D: Bloodlust como una obra maestra. Desde que la cinta inicia con el secuestro de Charlotte hasta su nostálgico final, la hora con cuarenta minutos que dura esta película se convierte en un parpadeo en el momento en el que te compenetras con el mundo que se presenta ante tus ojos.

En cuanto a lo visual, es poco lo que se puede agregar a lo ya dicho durante 20 años sobre esta película. Su exquisita paleta de colores va jugando entre lo lúgubre y lo colorido como si del día y la noche se tratase. La fotografía y estética en general nos presentan paisajes realistas y fantásticos al mismo tiempo, reflejando a la perfección la distopía post apocalíptica del universo Vampire Hunter D.

La historia en sí es bastante simple; D es contratado para salvar a la hija de un millonario que es raptada por un vampiro. Pero ojo, la cinta no está exenta de plot twist, los cuales, junto al magistral manejo de los tiempos y desarrollo de sus personajes, hacen de esta una historia exquisita, llena de detalles, acción y cambios de ritmo muy bien logrados.

Muy importante mencionar los guiños que hace la película a la literatura clásica de vampiros. No es menor que uno de los personajes cruciales y que dictaminan el clímax de la cinta sea Carmilla Bathory, en relación directa a la novela Carmilla de Joseph Sheridan Le Fanu de 1872.

Destacar también que, si bien esta es una secuela directa de Vampire Hunter D de 1985, la historia no tiene relación alguna con los eventos vistos en esa película. Evidentemente ambas están basadas en la saga de novelas de Hideyuki Kikuchi, pero pueden ser disfrutadas de manera independiente.

Realmente no hay mucho que agregar que no se haya dicho sobre este peliculón. El año 2000 fue, sin duda, un gran año para los vampiros nacidos en el país del sol naciente. Si te gustó Blood The Last Vampire, Vampire Hunter D: Bloodlust es una joyita imperdible para ver.

Nos leemos luego.