Reseña: Las semillas del caos

De la mano de Tríada Ediciones llega la nueva novela de Fabián Cortez: Las semillas del caos, un libro lleno de magia y nigromancia

Escrito por Muerto

Comiqueros.cl » Literatura » Reseña: Las semillas del caos

Sin dudas Fabián Cortez es un escritor experimentado que ya posee una larga trayectoria. Es novelista, cuentista y amante de los comics. Ha publicado novelas como Los peregrinos (2012), Réquiem para Tahimus (2015), Portal de los dioses (2018) y ha participado en antologías como Poliedro seis (2019), COVID-19 CFCh (2019) y Mundos alternos (2020) . Sin embargo, a continuación se hablará de su novela más reciente: Las semillas del caos, una fantástico libro sobre magia y brujería, una historia de aventura y drama que de seguro le encantará a cualquier adepto de este inconmensurable género.

Sinopsis

Las semillas del caos es una historia que ocurre dentro de un mundo de fantasía medieval en donde la magia cumple un rol sumamente importante, y es en torno a esta que giran todos los acontecimientos. En la ficción de Cortez, la magia usada por los monjes y hechiceros proviene desde la esencia cósmica o Muhabba que emergió después de la Gran Explosión. Sin embargo, hay dos lados de esta fuerza, o más bien, dos bandos que la usan, el Concilio Blanco y el Concilio Negro que respectivamente vendrían a ser los magos buenos y los malos, quienes usan la magia para el bien y para el mal.

La novela parte en el Concilio Blanco con Undarión y su discípulo Námator, un joven aprendiz muy talentoso que muestra habilidad bastante superiores a las de sus pares, pero que por su falta de paciencia y tranquilidad todavía no ha recibido el medallón que podrá otorgarle sus poderes.

Undarión y Námator comienzan a discutir por la falta de serenidad del muchacho y el maestro le termina diciendo que en realidad está esperando que este madure lo que le falta para entregarle su medallón porque el objeto ya está listo, solo falta momento adecuado para recibirlo. Sin embargo, lo que Undarión no sabe es que el joven aprendiz no es quién dice ser, sino un mago oscuro, un antiguo nigromante que cambió de forma para poder tener acceso a un medallón del Concilio Blanco para poder fusionarlo con su medallón del Concilio Negro y así acceder a poderes a los que ningún hechicero había podido antes. Con esta catástrofe parte la historia y el caos comienza.

Calidad literaria

No se puede pasar por alto que Las semillas del caos cuenta con muchos aspectos positivos a nivel narrativo, pues desde un principio se nota que Fabián Cortez lleva años en el rubro, ya que posee una pluma muy bien trabajada. La forma en la que el autor muestra los paisajes y construye las atmosferas físicas que envuelven a los personajes, siempre aportan y dan cuenta de la carga psicológica que posee la escena, logrando así que el lector se conecte rápidamente con la situación, lo cual sin duda es necesario debido a que gran parte de la novela está compuesta por capítulos breves que revelan momentos puntuales en los que ocurren varias cosas en no más de 5 páginas. Y es este otro ámbito que se debe resaltar.

La novela tiene más de 400 páginas, por lo que se puede deducir que ocurren demasiadas cosas. Hay una gran variedad de personajes, conflictos y enfrentamientos, así que el autor debe saber bien qué vale la pena ser mencionado y qué no ya que, de no saber hacerlo, el lector puede terminar aburriéndose decidiendo dejar el libro a la mitad. No obstante, este no es el caso en lo absoluto. La obra parte con un ritmo bastante rápido, pues desde un inicio comienza con traiciones, enfrentamientos y duelos de hechicería. Lo más probable (y esperable) es que luego decayera, que tomara un ritmo más tranquilo, sin embargo, no es así.

La velocidad con la que van ocurriendo las cosas es constante, por lo que en ningún momento se siente que la historia no avanza o que se está tratando de rellenar con datos innecesarios a fin de llenar más páginas. Las semillas del caos posee un ritmo agradable que motiva a seguir leyendo.

Lo único reprochable de esta novela de fantasía épica sería lo arquetípico de sus personajes, la falta de un sello propio que diferencie a Tayra de otras protagonistas. Porque sí, es normal que en este tipo de relato hayan modelos de personajes que se repitan (Por ejemplo: el héroe, el mentor, la doncella, el renegado), mas no por ello hay que despreocuparse de otorgar un sello propio a cada uno. En gran parte de la novela las personalidades fueron bastante planas (excepto en los momentos de mayor tensión, claro). Quizás se debió prestar mayor atención a otorgar mayor personalidad a los protagonistas en vez de preocuparse de crear un mundo tan vasto.