Reseña: La visión de Escaflowne, la épica combinación entre shojo y shonen

Estrenado en 1996 en Japón, el anime La Visión de Escaflowne se ha consagrado como una obra de culto que ha traspasado generaciones.

Escrito por Andrelo

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El año era 2000, y con el principio del nuevo milenio el canal estatal Televisión Nacional de Chile (TVN) se aventuró a transmitir en su bloque de dibujos animados (17:00), una de las joyas más espectaculares del anime noventero: Tenku no Escaflowne, o mejor conocida en occidente como La visión de Escaflowne.

La serie producida por el estudio Sunrise (mismo de Gundam Wing) se comenzó a transmitir en Japón en abril de 1996 y finalizó en enero de 1997 con 26 capítulos. Posteriormente, el año 2000 se lanzó la película llamada Escaflowne o Escaflowne The Movie, la cual viene a relatar la historia de una manera distinta.

Si bien Escaflowne no cuenta con el reconocimiento masivo y mundial de otras franquicias del mismo género como Gundam, o la sobreexplotadísima Evangelion, si ha sido catalogada por los fanáticos como una combinación perfecta entre variados géneros y temáticas como el mecha (robots gigantes), shojo (público femenino), shonen (público masculino), isekai y épica medieval.

Argumento

Hitomi es una típica estudiante japonesa, la cual se encuentra aparentemente enamorada de Amano. Un día, mientras practicaba atletismo junto a su crush, desde el cielo aparece Van, un extraño joven con ropajes medievales y una espada.

Luego de dar caza a un dragón –también proveniente del mismo lugar-, Hitomi junto a Van son transportados a la tierra de origen del joven: Gaea (Gaia, en el doblaje mexicano).

Gaea es un planeta desde el cual se puede ver la Tierra –a la que los habitantes llaman Luna Fantasma-. Aquí, Van es coronado como el nuevo Rey de Fanelia, un pequeño reino con su respectivo ejército. Sin embargo, luego de la ceremonia, son invadidos por el reino de Zaibach, comandados por el desquiciado Dilandu.

Van, usando el corazón del dragón asesinado en la Tierra, activa a Escaflowne –un robot gigante de Fanelia- y escapa junto a Hitomi mientras su reino es totalmente destruido por el fuego. El nuevo rey comenzará un viaje junto a la habitante de la Luna Fantasma para derrotar a Zaibach, reconstruir Fanelia, y esclarecer todos los misterios que guardan relación con la Atlantis y la extraña joven.

Opinión y análisis

Antes que todo, es necesario establecer algo sin ninguna clase de matiz. Escaflowne es una joya extraordinaria e imperecedera. Usando la objetividad como norte, se tratará de explicar y sintetizar el porqué de esta afirmación, recordando siempre que han pasado casi 25 años desde su primero capítulo en tierras niponas.

Visualmente esta serie es una belleza. Si bien los parajes de la Tierra podrían considerarse comunes y corrientes (porque básicamente lo son), el panorama es diametralmente opuesto en Gaea, el cual tiene una estética mayormente Europea Medieval, combinado -obviamente- con estos robots piloteables llamados Guymelef.

El diseño de los personajes es más cercano al shojo; altos, bellos y con líneas estilizadas. El mayor ejemplo de esto sería Allen Schezar, un extraordinario caballero del reino de Asturia, experto en la espada y en el manejo de su guymelef, Scherezade. Probablemente haya sido el husbando ideal en Japón a mediado de los noventa.  

 

En cuanto a la animación, esta serie se pega un salto sustancial en relación a su predecesora Gundam Wing. En Escaflowne muchas veces pareciese que se está viendo un OVA o una película en vez de una serie. Así de increíbles son las secuencias de animación en batallas o movimientos en general.

Siguiendo con lo técnico, la música es otro acierto en la serie. Los temas incidentales están principalmente basados en música medieval europea, mezclados obviamente con pasajes más modernos o pop. El opening es una clásica intro shojo, que va dando pistas de lo épico del anime.

Hablando de la historia propiamente tal, Escaflowne sienta las bases del género isekai (personaje transportado a un mundo fantástico). Sí, hubo otras obras con este tópico anteriormente, pero ninguna estandarizó tanto los clichés que se verían a futuro como lo hizo Escaflowne.

Al ser una serie relativamente corta (26 episodios), cada capítulo es de suma importancia y no existen los rellenos. Por lo mismo, es un anime con un ritmo ascendente, donde en cada entrega se van respondiendo interrogantes y sumándose más preguntas: ¿Qué pasó con Hisoka Folken? ¿Qué es Gaea? ¿Qué relación hay con la Atlantis? ¿Por qué llego Hitomi? Etc.

Tomando a esta última, me gusta mucho el trato que le dieron al personaje. No cayeron en el típico cliché de la damisela en apuros. Todo lo contrario, es Hitomi la que, en la mayoría de las veces salva a Van, haciendo uso de sus poderes de adivinación, y es eje fundamental en las decisiones a través de su lectura de cartas del tarot.

Sumado a lo anterior, el triángulo amoroso -más bien, pentágono amoroso (?)- que se forma entre Hitomi, Van, Allen, Millerna, y Dryden es sumamente interesante y entretenido. Lo mejor de todo esto, es que no todos los “romances” llegan a buen puerto, haciendo totalmente realistas estas dinámicas afectivas.  

Si tuviera que buscar alguna falla, en lo personal me hubiera gustado que se explique de mejor manera la relación Dilandu/Celena y cómo ocurrió esa transformación. Esa última revelación en los capítulos finales fue bastante choqueante y siento que se pudo ahondar más en eso.

Finalmente, es una pena que Escaflowne no haya terminado de convencer a la audiencia en su país natal. Sin embargo, esto mismo hace que sea considerada una serie de culto y se haya salvado de secuelas/precuelas/reboots/remakes/etc sin alma, fenómeno que ha atormentado a grandes franquicias de la industria.

Nos leemos luego.