Reseña: Killing Floor 2 – Sangre, sudor y Zeds

Despues de una exitosa etapa de early access, el estudio Tripwire Interactive nos trae Killing Floor 2 para PS4, Xbox One y PC.

Escrito por Rogher

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Uno de los aspectos más geniales de los videojuegos es poder jugar con tus amigos, ya sea de manera local o en línea, en especial si estos títulos están enfocados en lo cooperativo. Uno de los géneros que lo ha aprovechado muy bien son los shooters, ya sea con títulos como Left 4 Dead 2, Borderlands 2, o algún Battle Royale como Call of Duty: Warzone.

Killing Floor 2 es un FPS cooperativo-multijugador desarrollado por Tripwire Interactive, el cual se encuentra disponible en PC y en consolas como PlayStation 4 y Xbox One.

Esta secuela logra entregar la verdadera experiencia que querían dar los creadores en el primer título, el cual, a pesar de no ser un malo, parecía más a un mod que un videojuego como tal, pero que tenía las bases para hacer una secuela que puliera todos sus apartados.

¿Qué es Killing Floor 2?

Este juego no tiene historia ni campañas, pues el enfoque principal del título es la jugabilidad y el multijugador cooperativo. Si buscabas algún tipo de narrativa, aunque sea mala y de una duración bastante corta, aquí no lo vas a encontrar, pero eso no significa que tengas que jugar siempre con gente para disfrutarlo.

El objetivo de Killing Floor 2 es sobrevivir a oleadas de enemigos llamados “Zed”, los que son una mezcla entre zombis y demonios. En cada oleada aparecerán estas criaturas, nuestro objetivo es matar a todos losque se encuentren en el mapa; por cada ronda que termines tendrás un tiempo muy restringido para dirigirte a una cabina donde podrás comprar munición, armas, granadas y armadura.

En la tienda también podrás mejorar las armas que hayas comprado, pero todo depende del peso que llevas y, por su puesto, el dinero. El peso es un detalle importante, pues no podrás llevar cualquier arma de forma tan fácil. Cada una tiene un número que indica su peso, y tienes un indicador cuanto peso traes. Es recomendable verlo para poder saber que arma comprar.

La cantidad de oleadas puede depender de cómo quieras construir la partida. Pueden ser de cuatro, siete o hasta diez, y cada vez que acabas con ese número de oleadas te enfrentarás al jefe final, el cual, dependiendo de los jugadores o la dificultad, puede ser un reto o un agregado no tan complicado para terminar una partida.

Variedad de clases con cooperación de equipo

Una característica que regresa del juego anterior son las clases, pero ahora están mucho mejor trabajadas En ellas, el sistema cooperativo del título está bien pulido.

Hay un total de 10 clases, las que dependen del arma que eliges que llevar. Si decides enfocarte en ocupar escopetas, serás de clase de “Apoyo”, mientras que si quieres ir cuerpo a cuerpo o ser el tanque del equipo tendrás que escoger la clase “Berserk”. Por otra parte, si deseas llevar un armamento derivado del fuego, está la clase “Pirómano”. La variedad de las clases es lo suficientemente amplia para poder acomodarte a la que más te guste.

También hay que aclarar que puedes comprar cualquier arma en la tienda a pesar de la clase que escojas, aunque esto afecta la experiencia que puedas ganar durante la partida. Cada clase tiene sus habilidades pasivas y por cada cinco niveles puedes escoger una de dos habilidades, aunque la puedes cambiar dependiendo de tu gusto, no hay ninguna restricción.

Los Zed no son tus amigos

Como fue mencionado antes, los enemigos de este juego son los Zed, monstruos que tienen la forma de demonios, pero se comportan como zombis. Estas alimañas tienen una buena variedad de formas, algunos son pequeños pero débiles, otros más duros de matar y diferentes en su forma de atacar.

También hay unas criaturas que son unas esponjas de daño que no dudarán en matarte, sin contar que algunas son bastante rápidas y con solo tres golpes te pueden eliminar, y eso puede ocurrir en dificultad normal. Si decides subir la dificultad, ahí es cuando el juego te va a hacer llorar.

Tampoco pueden quedar de lado los jefes, el reto máximo de la partida. Hay un total de cinco jefes, los cuales tienen una fuerza realmente destructora y son aleatorios, pues en una partida puede aparecer uno diferente o el mismo. La situación puede volverse liosa al momento de vencer al jefe, pues aparecerán Zeds que obstaculizarán el ataque hacia él.

La cooperación es importante para ganar la partida; de lo contrario, las posibilidades de ser derrotado será enorme.

Disfruta de los modos de juego de forma acompañada o solitaria

En uno de los aspectos que flaquea este juego son sus modos de juegos, solo hay un tres y estos no tienen mucha variedad. Tenemos el modo de Supervivencia, que vendría siendo el principal, enfocado en sobrevivir un numero de oleadas de Zeds hasta llegar el jefe final. Nada nuevo bajo el sol.

El modo Sin Fin es simplemente el de Supervivencia. La única diferencia es que la duración de la partida es eterna y cada diez oleadas aparecerá uno de los cinco jefes.

Por último, tenemos el modo Versus, el cual es el competitivo del juego. Seis jugadores tomarán el rol de Supervivientes y otros seis serán Zeds, de forma similar al modo Enfrentamiento de Left 4 Dead 2. A diferencia del juego de Valve, aquí no está tan pulido y al final termina siendo aburrido. Se agradece el intento de la variedad, pero la ejecución fue otra cosa.

A pesar de la poca variedad de modos de juego y de que las posibilidades de el shooter se vuelva repetitivo son bastante altas, existe un total de 32 mapas y además se viene uno nuevo próximamente, dando a entender que los desarrolladores siguen actualizando el videojuegojuego. Seria genial que este tipo de cosas se aplicaran más seguido en los modos de juego.

Se puede jugar de varias maneras, tanto en solitario como acompañado, pero es más recomendable jugarlo con amigos u jugadores en línea. A pesar de que hay un modo offline donde puedes jugar tú solo las hordas que quieras, o si deseas jugar el modo Sin Fin, la experiencia cooperativa y la diversión que ella trae es su objetivo principal.

Y eso sería en general todo lo que tiene Killing Floor 2 para ofrecer. Su contenido es bastante amplio a pesar de tener modos de juego escasos, la cantidad de mapas, clases y mecánicas jugables está bien llevada. Sin embargo, para algunos podría ser un juego al repetitivo.

Tecnicismos

Yendo a los apartados técnicos, los gráficos no son destacables, pero al menos hay una gran mejoría con respecto al primer juego, el cual ya se nota que salió el 2009. El sonido es servicial, pues la ambientación sonora cumple en entregar gritos y ruidos de los Zeds al igual que los disparos y los comentarios irónicos de los Supervivientes.

La banda sonora está compuesta por música metal y derivados cuando comienza una oleada o un enfrentamiento contra el jefe final. La verdad, está bastante aceptable, pues le da un aire adrenalínico al juego similar a otros enfocados en la acción, como DOOM.

Con respecto al rendimiento, fluye de forma impecable, en especial en PC, donde el título corre a 60 fps con pocas caídas. Si tu máquina tiene los requisitos específicos o los supera, no deberías tener problemas.

Conclusión

Killing Floor 2 es uno de esos juegos que debes tener en la mente si deseas solo divertirte y más aún si estas con amigos jugándolo. Puedo garantizar que las horas que puedes invertir en este título serán bastante altas. Si te gustan juegos como Left 4 Dead 2, este título puede cumplir con tus expectativa; algunas de sus similitudes sin llegar al plagio podrían gustarte.

Lo recomiendo mucho más si lo encuentras en las ofertas de Steam, pero su precio original no es nada despreciable.