En esta nueva entrega de la Editorial CK seremos testigos de lo que se avecina en nuestro país siguiendo lo que fue planteado en Korvo.
El ex-capitán Vásquez, al parecer, lleva un tiempo prudente trabajando para el distinguido presidente de Chile y tiene dominio absoluto de su particular armadura, sin embargo, las cosas se han ido poniendo bastante feas para la comunidad.
Es entonces que, debido a que un asesino en serie al que no han podido encontrar, el ex-capitán Vásquez decide que es hora de tener su propio escuadrón, denominado Black Jack, compuesto por 20 hombres letales con diferentes cargos en sus respectivas áreas.
Una particularidad de este escuadrón es que más de alguno tuvo relación con Vásquez en el pasado, sin embargo, desconocen que Korvo (nombre clave del ex-capitán usando su armadura) es su antiguo amigo.
Con el escuadrón preparado y con las instrucciones entregadas es que comienza la cacería para encontrar al asesino serial, pasando por alto cualquier ley impuesta por el gobierno y usando métodos poco ortodoxos.
¿Podrá el escuadrón Black Jack encontrar al asesino? ¿Qué secretos ocultan algunos miembros de este escuadrón? Y, más importante aún: ¿podrá el ex-capitán Vásquez salir ileso de la trampa que le han tendido?
Arte y guion
En este ocasión nos encontramos con un sólido argumento que fluye libremente a través de las páginas. Alexander R. Roez, mismo autor de Korvo, vuelve a tomar las riendas extendiendo el universo que comenzó a crear. Nos deleita con diálogos bastante interesantes entre el presidente y Vásquez y no tiene pelos en la lengua para darnos a conocer lo terrible que pueden llegar a ser los dementes.
Por otro lado, Fernando Santander Tiozzo (El) toma las riendas en el arte. A diferencia de Korvo, que era un estilo de dibujo más «juvenil» por así llamarlo, nos vamos a un extremo totalmente opuesto con los trazos de este artista. Esta vez estaremos ante páginas en blanco y negro perfectamente dibujadas con ilustraciones que te harán mirar una y otra vez ciertas viñetas debido al gran detalle y crudeza de estas.
Desde el inicio nos muestra una escena potente, cruel y fría, con el asesino serial dibujado de una manera fenomenal. Acompañando los diálogos de Roez, el artista gráfico nos ilustra magistralmente el contexto en el que se encuentran las víctimas, mostrando lo desagradable y grotesco de la escena, haciendo que sientas una especie de corriente que recorre tu cuerpo.
Y no sólo eso, los detalles en los fondos, el movimiento que puede generar con el trazo, todo tiene un perfecto equilibrio y nada queda de sobra.
Opinión
En general, considero que Death Korvo es bastante superior a Korvo, sin embargo, quedo con un gusto a poco ya que el final queda totalmente inconcluso.
En fin, es un cómic chileno bastante interesante que abre las puertas a algo más grande. Si les gustan los disparos, la acción y todo sumado con un tinte político ambientado en nuestro país, pues denle, comprenlo, es una lectura que seguramente no los defraudará.
Ojala la Editorial CK, una vez terminadas las grapas que tienen pensadas hacer, hagan algún recopilatorio, sería una interesante propuesta.