Probablemente todos conozcamos a Stephen King, uno de los grandes escritores de terror modernos, pero no todos conocemos a su hijo Joseph Hillstrom King, ahora, este detalle no es de extrañar, especialmente si tomamos en cuenta que firma sus libros como Joe Hill, una medida que usó durante bastante tiempo para no agarrarse de la fama de su padre. Y con razón, porque sus obras tienen bastante mérito por si solas.
Una de las más conocidas es Locke and key, una serie de novelas gráficas que publicó junto al ilustrador chileno Gabriel Rodríguez, pero en novela, uno de sus trabajos que más me gusta tiene que ser El traje del muerto. Siendo su título original Heart-Shaped Box, fue publicada en 2007 por por la editorial William Morrow and Company y ganadora ese mismo año del premio Bram Stoker.
Una particular trama
Una estrella del rock retirada llamado Jude (mejor conocido como Judas) dedica sus días a realizar pequeños eventos, mantener a una novia mucho más joven que él y coleccionar objetos de brujería, magia negra y similares. Un día, su asistente le muestra una extraña oferta de internet: Alguien vende un fantasma; llevado por la curiosidad, decide comprarlo sin saber los horrendos acontecimientos que está por desatar.
El libro, además, empieza a revelar poco a poco parte del pasado del protagonista, sus errores y traumas, los que se irán mezclando con los verdaderos motivos detrás de la vendedora del fantasma.
En general, El traje del muerto no solo trabaja con el terror sobrenatural, tropo (cambio de dirección de una expresión que se desvía de su contenido original para adoptar otro contenido) que usa maravillosamente en varias de sus escenas más fuertes, también lo hace con horrores reales, como el abuso sexual, la pedofilia y el maltrato infantil; dando un cóctel donde ambos se mezclan en un vals que apenas le da un respiro a lector.
Si tuviera que señalarle un “pero”, es que la novela sigue siendo algo larga (alrededor de 400 páginas) y que Jonathan mantiene la mala costumbre de su padre de hacer una gran cantidad de saltos hacia adelante y atrás, obligando al lector a releer varias veces un párrafo para comprender exactamente qué está pasando. A pesar de todo esto, sigue siendo una excelente lectura del género que probablemente dejará más de un escalofrío.
