Hablemos de Trunchbull: Matilda

Nos enfocaremos en uno de los personajes del libro de Matilda: Agatha Trunchbull, la desagradable directora del cuento de Roald Dahl.

Escrito por Conejo Lector

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La magia de los libros infantiles puede llegarnos de maneras diferentes. Algunos nos podemos sentir identificados con ciertos personajes, ya sea con el protagonista, personajes secundarios o incluso su villano. E incluso al analizar un personaje podemos encontrar más de una metáfora o ejemplo de nuestra vida real.

En este caso tenemos a Matilda, escrito por Roald Dahl, la icónica historia de una niña encantadora y muy inteligente cuyos padres no solo no le prestan atención, sino que no les interesa en lo más mínimo, dejándola de lado frente al televisor, sin preocuparse por su educación hasta que ella lo menciona.

Es cuando la niña comienza a ir a la escuela que no solo hace amigos como una niña normal, sino que su maestra de curso se da cuenta de su potencial. Sin embargo, la directora de la escuela, quien odia a los niños, le hace la vida imposible tanto a ella, a su maestra y al resto de alumnos.

Matilda y su travesía en la escuela

Sobre el libro, debemos entender que esto está narrado desde el punto de vista de una niña prácticamente dejada a su suerte. Con un coeficiente alto, sus padres la tratan de parlanchina y detestan que ella hable cuando ha aprendido algo nuevo. Dando a entender que es una niña no deseada y tratada sin amor.

Es por esto que es bastante reprimida emocionalmente pero, a pesar de todo, Matilda es muy dulce, siendo una genio entre sus compañeros y ganándose el corazón de la señorita Honey. Dentro de la escuela es una niña normal, que tiene amigos y un interés real por aprender.

No es hasta conocer a Trunchbull que, tanto la protagonista como sus compañeros, ven la clase de persona que es la directora. Viendo situaciones que, aunque parezcan fantasiosas, no están tan alejados de la realidad (si las revisamos desde la perspectiva de un niño).  Sus técnicas para “dirigir” la escuela se basan en maltratos e infundir terror entre los estudiantes.

Harta de estos tratos, Matilda descubre sin querer sus misteriosos poderes en medio de una clase que Trunchbull dirigía. En el libro, Matilda comienza a practicar con el puro de su padre para lograr vengarse de la directora de la escuela.  

Por otra parte, en la película, la práctica de Matilda es mucho más elaborada, entrenando con objetos muy pequeños y llegando a dominar objetos más pesados, manteniendo siempre en vista un objetivo común, el cual llega a ser mucho más satisfactorio al unírsele más estudiantes.

Trunchbull como villana

Mientras que, en el libro, Trunchbull aparece en su oficina regañando a un alumno, en la película aparece regañando a una niña por sus trencitas pero, en ambos casos, se nota lo cruel que es con las palabras y acciones, teniendo hasta cuartos de castigo para los alumnos que parecen más bien cuartos de tortura.

A pesar de ser un personaje que no evoluciona para nada en todo el libro y no sabemos el porqué odia tanto a los niños, Trunchbull tiene un carácter fuerte y logra ser una increíble villana para un cuento infantil.

No llega a ser un villano hasta que conocemos la historia de la Srta. Honey, donde se nos explica cómo este personaje sufrió bajo la tutela de Trunchbull. Tanto en la película como en el libro, se refleja el dolor de la profesora al hablar de su pasado, esperando que con esto Matilda no pase por su misma situación.

Con el relato de la Srta. Honey, nos damos cuenta que no solo es así con los niños de la escuela, sino también es así con su propia familia, pasando a ser un símbolo de terror y poder, a una villana de verdad. Pero, a pesar de su maldad, sigue siendo un ser humano con una enorme culpa en su interior, con profundos miedos que, eventualmente, harán que termine sucumbiendo ante ellos.

¿Existe Trunchbull en la vida real? Conclusión

Podría decirse que alguien como Trunchbull no existe. Una directora con la apariencia de este personaje no daría tranquilidad a los padres para que sus hijos se sintieran protegidos, mucho menos actualmente, en donde a la menor alerta y actitud extraña de los niños los padres y apoderados se quejarían inmediatamente.

Sin embargo, Trunchbull podría ser una metáfora a aquellos profesores que pueden crear inseguridades en los niños desde muy pequeños. Recordemos que han existido muchos casos de maltrato infantil en colegios y jardines infantiles, los cuales pueden ir desde lo psicológico hasta lo físico.

Muchos niños y adultos han confirmado que durante su etapa escolar pudieron sufrir de maltrato por algunos profesores a lo largo de su vida. Maestros que les han gritado, les han tratado muy mal, o que incluso han llegado a enseñar por medio del terror al resto de niños.

Por lo que Trunchbull no es una metáfora a como los adultos ven a este tipo de profesores, sino que es una visión de un niño. Un adulto que les grita perfectamente puede llegar a maltratarlo de manera física y aunque algunos niños pueden llegar a decir que es lo que está pasando, hay otros más retraídos que temen que sus padres no les crean sobre lo que están pasando.