Luego del éxito que significó la adaptación del cómic de Garth Ennis y Darick Robertson a través de la plataforma de Prime Video, hoy tenemos el gusto de disfrutar (y revisar) su más reciente entrega. La tercera temporada de “The Boys” es el respiro de aire fresco que llega de vez en cuando entre tanto universo cohesionado y franquicias.
Una primera temporada que dejó a muchos con la boca abierta. Otra segunda, menos precisa pero igual de intensa. Y una tercera que deja en claro que este relato puede superarse día a día. Todo un conjunto que se mantiene firme y logra ser bastante competente y, al parecer, va en subida.
Impredecible
En lo que “The Boys” no decepciona es en su escritura. Hay mucho mérito en la constante sorpresa que entrega la serie. Algo también dada por la locura de algunos personajes (mención honrosa a Antony Starr que interpreta a Homelander) y su inexplicable forma de razonar.
“The Boys” se desarrolla en un mundo donde todo puede pasar…todo. Muchas veces como espectadores no tenemos idea de a qué conduce cada acción, cada decisión. Y no porque los personajes o el relato no tengan un objetivo claro. Está dado por el manejo de información y principalmente por la relación entre los personajes.
El giff es de otra serie, pero está muy bien utilizado.
Es un gusto poder disfrutar de obras que constantemente están sorprendiendo, que se mantienen vivas. Disfrutar de una temporada que no se estanca sino que avanza, agrega capas y se complejiza cada vez más. Algo sumamente valorable en el género de superhéroes.
Un mundo despreciable
Toda esta historia se desarrolla en un universo indeseable. Un mundo corrupto donde aquellos que tienen poder, literalmente, permanecen donde están gracias a la impunidad que le dan sus propias capacidades. Un mundo que tiene bastante que ver con el de nosotros. Y la tercera temporada de “The Boys”, uff… brilla en aquello.
La hipocresía y la inmoralidad son llevadas al extremo en la parodia, dándole un toque agrio y a veces difícil de digerir (para bien). Llegado un punto ya no hay salida para nadie. Como Ashley, que pese a ser consciente de cada una de las atrocidades de Vought sigue ahí, sin poder hacer nada debido a que no posee poderes. O A-Train, que pese a sus intentos de escapar y redención, no puede salir de ahí porque ya no conoce otra forma de comportarse, siendo el mismo entorno el que lo mantiene ahí.
Esta temporada en particular llega a ser aún más punzante debido a la cercanía que tiene con los grandes temas que hoy están en boga. Haciéndose cargo (a su manera, obviamente) de aquellos tópicos y problemas tan propios de estos tiempos.
Black – Noire (o Noctambulo para l@s amig@s)
Wow. Wow, wow wow… Lo que pasa con Noctámbulo es de otro mundo. Un tratamiento muy “a la The Boys” del trauma y la soledad. Una forma maravillosa de mostrarnos el mundo interno de uno de los personajes más enigmáticos de la serie. Sin hacer mucho, se convierte en unos de los mejores personajes de la temporada.
Increíble, sí. Cómico, creativo, interesante, pero a la vez… desesperante. Una muestra de lo profundamente tocados que están estos superhéroes y de lo humanos que son pese a todo.
Un final uh la la
El fin de temporada más crudo y preciso que podrían entregarnos. Pese a ser una escena que involucra a un “super” y sus ojos de rayos láser, me parece un problema sumamente real y contemporáneo. La proliferación de los discursos de odio, radicalizados, armados (en algunos países) y de una derecha populista y peligrosa… en una serie de superhéroes.
El discurso es claro y sin metáforas. Llama la atención que no se intente desde el guión relativizar o “complejizar” a personajes como Homelander. Siendo una serie ya bastante compleja y diversa en su crítica, por ahora, opta por tomar postura al respecto de un tema en específico.
Todo esto es un acierto, porque no todo se trata de episodios como Herogasm (que se lleva una mención honrosa por ser el mejor episodio de la temporada, uno donde lo menos impactante es una orgia de “supers”). También “The Boys” y su tercera temporada nos están hablando de nuestro mundo, en código claro, uno bastante crudo pero justo.
“Los Muchachos” es una de las series del momento. Que al parecer brilla cada vez más y que sin duda debería tener una oportunidad en tus maratones. Con un mensaje directo, un gran relato e incluso una escena musical, es que la verdad ¿qué más se puede pedir?.