Bienvenidos sean, queridos lectores, a esta conmemoración. ¿Qué se celebra? Bueno, lo principal es que esta es mi reseña número 100 en Comiqueros. Lo que, creo, es digno de celebrarse. Pero eso no es todo. Esta es, además, la reseña a un juego que considero muy relevante para mí personalmente. Hoy voy a hablar de La Frontera, de la editorial Sobremesa, un juego de mesa colaborativo para dos jugadores, ganador de un Fondart, que trata de la inmigración.
¿Porqué elegí este juego para ser mi centésima reseña? Bueno, si leen la presentación de mi perfil, podrán notar que soy extranjero. Y, hace pocas semanas, luego de literalmente años de espera y burocracia (y un rechazo totalmente ilógico), al fin me entregaron la residencia permanente. No se me ocurrió mejor manera de celebrarlo conjugando tres elementos importantes de mi vida en los últimos años: la inmigración, juegos de mesa, y Comiqueros.
Así que, por centésima vez, empecemos viendo los más importante, de qué trata y cómo funciona el juego.
¿Cómo se juega?
La Frontera es un juego cooperativo en el que un jugador representa a los migrantes que buscan ingresar al país, y el otro interpreta a una ONG que busca ayudarlos a lograr esta meta. El objetivo de ambos es el mismo, que el mayor número de migrantes posible ingrese al país, sorteando los obstáculos monetarios, burocráticos, politicos y sociales.
Cada turno, se revelará una pieza de «Muro», que indicará dificultades que se acumularán a lo largo de las 4 rondas del juego. Los jugadores robarán 5 cartas cada uno de sus respectivos mazos, y el jugador de la ONG además robará una carta de «Decreto«. Estas representan políticas que afectan la opinión de la sociedad ante los migrantes. De forma más sencilla: hacen que la discriminación suba o baje según el tipo de migrantes que ingresen al país.
Los jugadores se turnarán para utilizar sus cartas, ya sea de «Migrantes» o «Trabajadores» de la ONG, en las diferentes ventanillas (uno de los cinco espacios disponibles para ello en el tablero). Esto activará el efecto de la ventanilla en que la carta es jugada, primero, y el efecto de la carta jugada, después. Además, algunos personajes pueden volver a activar su habilidad, si en el tablero ya hay otros que tengan ciertas características, indicadas en la carta como sinérgicas.
Luego de que ambos jugadores utilicen todas sus cartas, o ya no quieran continuar jugando, se pasa a la Fase de Resolución. El jugador de los migrantes deberá pagar «Monedas», representando los gastos de los tramites de inmigración, y si no puede hacerlo, la Discriminación sube. También debe de entregar una «Ficha de Documento» por cada Migrante, representando la burocracia del estado. La ONG también tendrá que utilizar Monedas para pagar los sueldos de sus empleados.
Finalmente, se revela el Decreto robado al inicio de la ronda. Dependiendo de lo que indique, ambos jugadores deciden qué Migrantes dejarán ingresar al país. Luego, se pasa a un nuevo turno, sumando una nueva ficha al Muro, que hará la siguiente ronda más difícil.
Las reglas comentadas son una versión muy resumida, ya que el juego es relativamente complejo. Si la Discriminación llega al final del turno con un valor de 5 o más, el juego termina automáticamente con derrota para ambos jugadores. Al final de las cuatro rondas, se evalúa el desempeño de los jugadores según la cantidad de migrantes que consiguieron ingresar al país.
Un juego posible gracias a Fondart
Lo he dicho antes y lo repetiré las veces que sea necesario: los Fondart son una excelente alternativa para el desarrollo de juegos de mesa nacionales. No podemos negar que hay juegos que las editoriales masivas no quieren tocar. No porque no sean buenos, sino porque las temáticas no son las más atractivas para el publico masivo.
Cualquier juego con personajes de «El Señor de los Anillos» en la portada va a venderse. ¿Un juego sobre, no sé, la interrelación entre política, sociedad e inmigración? Menos publico objetivo.
Lo que permiten espacios de financiamiento como los Fondart es que este tipo de ideas vean con mayor facilidad la luz del día. Los juegos de mesa son un medio ideal para facilitar el acceso a la información y generar espacios de discusión sobre temas complejos. Además, el acceso a fondos ayuda a que los juegos tengan una calidad gráfica y material alta, sin preocuparse por ahorros forzados.
El tema de la inmigración y sus dificultades es importante. Es relevante para muchas personas y la sociedad en conjunto. Este juego puede ayudar a que sus problemas sean mejor difundidos y comprendidos. Y gracias a los Fondart, podrán serlo, aunque no se usen elfos o jedis como personajes.
Opinión final
Hay algunos puntos de la jugabilidad que no me terminan de convencer, no sé si porque no he abordado el juego con la mentalidad correcta, o porque hay algo que no termino de entender de las reglas. Pero cada vez que he jugado, el último turno el jugador de los Migrantes queda sin cartas en el mazo, y por lo tanto en la mano, lo que resulta bastante frustrante. Y termina por hacernos perder el juego, ya que no tenemos forma de obtener Monedas para pagar la cuota obligatoria, y la Discriminación se dispara, aunque la mantuviéramos en 0 el resto de la partida.
Ahora, la calidad del juego es innegablemente excelente. La fiscalidad del juego tiene una calidad muy alta, y las mecánicas reflejan perfectamente su temática. Hablando desde la experiencia, me sentí muy identificado en mi proceso, y creo que ese era el objetivo final. Este es un juego desafiante, al igual que el proceso mismo de migrar. Y llena una necesidad bastante específica, al ser exclusivamente para dos jugadores, y además cooperativo. Lo recomiendo totalmente.