Chile en serie, de Los Venegas a Dignidad.

Desde Los Venegas hasta Dignidad, pasando por Los 80... Las series chilenas son muchas y muy variadas. Aquí el recorrido de la TV.

Escrito por Esteban Beaumont

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Ante un mundo sumamente conectado y globalizado, cada vez tenemos más a la mano productos y creaciones de distintas partes del mundo. Chile no se ha quedado fuera de esto; hoy podemos encontrar producciones nacionales en Netflix, Prime Video y en cuanto servicio de streaming se nos ocurra.

Dignidad, La Jauría, Bala Loca o El Presidente son parte de las múltiples opciones de series para ver que tienen millones de personas en el mundo. Mucho ha pasado, desde una sitcom de principio de siglos hasta grandes producciones. Aquí un rápido recorrido. 

De Dubi-Dubi-Dubi-Dubi al Baile sin Cesar 

Con un marcado humor de los 80 y una baja calidad en la escenografía, Los Venegas fue un fenómeno avasallador para la televisión chilena. 22 años al aire no es un premio menor. La serie nos entró al código genético de cientos de chilenos, gracias en parte a sus queridos personajes (El Compadre Moncho es un ejemplo claro) y su habilidad para reflejar a la familia chilena.

Durante el 2003, TVN estrena la primera Tiempo Final: En Tiempo Real, basada en la versión argentina, serie que usaba la misma dinámica de 24. Es decir, historias policiales y de acción contadas en media hora. No tuvo mucho éxito, no al menos como esperaban los ejecutivos, pero para su sorpresa, sí había otra serie que se llevaba los aplausos, tal vez sin buscarlos.

31 Minutos llegaba como un noticiero de títeres, creado por Pedro Peirano y Álvaro Díaz. Una mezcla rara de lo que un programa para niños dirigida por los genios tras Plan Z podría llegar a ser. Un reflejo de la televisión chilena, con todos sus vicios y virtudes, sumada a una batería de canciones que se convirtieron en la banda sonora de generaciones.  Sus derechos fueron comprados por la todopoderosa Nickelodeon. 

Hasta el momento las series eran de carácter familiar, faltaba el salto al horario prime, y CHV se atrevió y a lo grande. Comenzaba una serie ícono de la televisión chilena, que llegó a estar 10 años al aire. Comenzaba Infieles. La serie vivió una transformación increíble, pasó de ser una historia que aborda la infidelidad desde la mentalidad y moralidad, a una de las comedias eróticas más reconocidas en Latinoamérica. Aunque es desistida por algunas personas, Infieles tuvo su fiel público (Qué paradójico) que los siguió durante años.

La calma antes de la calidad

Durante los siguientes años pasaron un sin fin de series, que si bien no estaban mal hechas, pasaron sin pena ni gloria. Fue entonces que Canal 13 apostó con el remake de lo que es una de las mejores series de Latinoamérica, Los Simuladores y con una comedia de detectives privados llamada Huaiquiman y Tolosa.

Con todos los canales apostando por series, Mega se ve obligado a entrar a la batalla, y su caballito fueron las sitcom. Este tipo de serie es lo que se denomina una comedia de situaciones, donde se ocupa el mismo escenario y los mismos personajes para hacer humor. Mega consiguió los derechos de la serie estadounidense The Nanny y creó la versión chilena, que no tuvo el éxito esperado. La segunda es la vencida y el remake de Casados con Hijos fue grito y plata, llegando a marcar 40 puntos de rating. 

Las series más adultas fueron de la mano de la época de auge de las teleseries nocturnas. El Señor de la Querencia, ¿Dónde está Elisa?, Cárcel de Mujeres o Gen Mishima llenaban la programación. Con la llegada del Bicentenario, llegaba también la mini serie Héroes, La Gloria Tiene su Precio, una de las producciones más ambiciosas hasta la fecha.

¿Las mejores series?

Al momento de enlistar las mejores series de la historia, aparecen dos candidatos. Los 80 es la serie más exitosa en la historia, un trabajo muy preciso por parte del director Boris Quercia (un día paró las grabaciones porque la marraqueta era de supermercado, no de local de barrio). La historia y forma de grabar era de primer nivel y permitió no sólo que aquellas personas que vivieron esos años tuvieran un viaje de nostalgia, si no que logró que aquellos que no habían nacido en los 80 se engancharan en una época sumamente interesante social y políticamente hablando.

La segunda opción es El Reemplazante, la serie aborda la desigualdad chilena como ninguna otra producción lo ha logrado hacer. Con una calidad envidiable y con actuaciones sublimes, El Reemplazante dejó a miles de chilenos viudos tras la decisión de no postular a los fondos del CNTV para una tercera temporada. La cancelación más injusta de la historia de la TV chilena

El salto al streaming

El 2011 será un año clave para la historia de las series chilenas. HBO se atreve a hacer una superproducción nacional. Prófugos llega entonces a la TV por cable, protagonizada por Benjamín Vicuña, Francisco Reyes, Luis Gnecco y Néstor Cantillana. Esta serie trata sobre un grupo de narcotraficantes y contó con una producción millonaria. Solo HBO puede paralizar una carretera y volcar una ambulancia en Chile, todo en el episodio piloto. 

Mientras en TV abierta seguían las producciones de calidad, Los Archivos del Cardenal arrasaba en los premios pulsar y al igual que Sudamerican Rockers y Ramona no fueron acompañados por la sintonía, aunque en su defensa hay que señalar jamás se les dio el horario necesario (En su mayoría eran series de fin de semana).

Desde Estados Unidos llegó Netflix y Amazon Prime, y con ellas Bala Loca, La Jauría o la más reciente Dignidad. Producciones que colocan la vara en calidad audiovisual y demuestra que en Chile hay talento, solo falta el apoyo.