Reseña: Rorschach de Tom King y Jorge Fornés

Hace un puñado de semanas se lanzó el último número en EE.UU. de la serie en donde Tom King y Jorge Fornés se aventuran en una de las más aclamadas novelas del noveno arte, para crear una historia inédita protagonizada por Rorschach. En esta nota desentrañemos los aspectos más importantes del cómic.

Antecedentes

Desde el año 2019, el aclamado escritor Tom King, a través de redes sociales, dio a conocer una serie de intrigantes publicaciones sobre el mundo de Watchmen, comentando que estaba realizando un nuevo proyecto sobre esta popular novela gráfica.

Compartió un par de viñetas mencionando que todos los números correspondientes a la serie ya estaban casi listos, aun cuando ni se anunciaba públicamente el cómic, y recordando que ya había tenido un acercamiento con los personajes en The Button. King dejaba gran intriga entre sus fanáticos lectores.

Finalmente, en julio del año pasado, se confirmó que el nuevo cómic de King era ni más ni menos que una maxi-serie de doce números basada en Rorschach, dibujada por el español Jorge Fornés y publicada en el sello adulto de la editorial, Black Label.

Fue en el evento online Dc Fandome en que se dieron más detalles sobre la obra: King afirmó que, similar a la serie de HBO (que incluso fue su inspiración y algunos los eventos sucedidos en la serie son mencionados en el cómic), sería una historia muy política, no centrada en el personaje de Walter Kovacs (el Rorschach original de Moore y Gibbons) pero que incluiría al grupo de personajes originales. Añadió que la novela posee varios flashbacks y un estilo similar al de Citizen Kane.

Desde septiembre de 2020, fueron reveladas una serie de viñetas y portadas alternativas de la obra. Finalmente, el número uno salió a la venta el 13 de octubre de dicho año (fecha especial en el cómic del 86, registrada en el diario de Kovacs).

La trama

En una convención política dada en el contexto de elecciones presidenciales de Estados Unidos, dos enmascarados que planeaban matar públicamente al gobernador Turley, uno de los candidatos a la presidencia, son asesinados por el FBI. Será trabajo de un detective de mediana edad descubrir quiénes son, cómo lograron traspasar la seguridad de la convención, y si es que son enviados por Robert Redford, quien lleva más de tres mandatos en la Casa Blanca y busca la reelección.

Primera impresión

Para la fecha del anuncio, parecía que DC ya acabaría de tocar los personajes creados por Alan Moore, puesto que venía con críticas mixtas respecto a Doomsday Clock y Death Metal, por lo que el anuncio de una nueva serie centrada en el mundo de los vigilantes parecía llegar en mal momento. Sin embargo, los fans del escritor reconocían que si alguien podía hacer algo maravilloso con los personajes, era Tom King.

Llegó el primer número y las críticas fueron cálidas. “El cómic no tiene ritmo, no dice nada” fueron algunos primeros pensamientos. Y así se repitió por los siguientes meses, ya que para los fanáticos fue difícil agarrarle el ritmo número tras número, aunque había entusiasmo y expectación frente a lo que podía venir.

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Fue en el octavo número donde King mostró sus verdaderas intenciones: fue más allá de solo el personaje de Rorschach, fue hasta el personaje en que se basó y la vida del autor que lo creó. Fue en una viñeta de página completa, referenciando a una famosa portada, que la obra golpeó y explicó todo. Ese número le dio una nueva perspectiva a los lectores y se comenzó a decir que es uno de los mejores trabajos de Tom King en el mundo de los cómics.

Formato

El cómic posee un formato muy singular. Se esperaría que, siendo relativo a Watchmen y siendo obra de Tom King, las viñetas fuesen principalmente en rectángulos de 3×3; pero eso está muy lejos de ser el modelo del cómic, pues el promedio de viñetas por página es 6.

Asimismo, Fornés, en una entrevista con ECC, señaló que con King trataron de evitar las transiciones típicas de Watchmen para no asimilarse tanto con el clásico de Moore.

No obstante, el cómic no posee una simple secuencia de viñetas. Esto se ve ejemplificado de mejor forma en el octavo número: en cada página se cuentan tres historias, cada una con una paleta de colores diferente y que, en primera instancia, no parecen converger; pero cada una hace avanzar a la siguiente sin la necesidad de repetir diálogos, e incluso tienen más de un orden de lectura. ¡Es una maravilla!

Así también las portadas marcan paradigma: estas no poseen la clásica barra negra con letras amarillas indicando el título del cómic, como quería la editorial cuando fue presentado el proyecto, sino que decidieron que solo las portadas alternativas (hay una cantidad incontable, por cierto) tendrían este formato, pues las del cómic son interpretaciones estilo noir de los sucesos de la historia.

Por ejemplo, la portada del número nueve es una cabaña que tiene raíces negras bajo tierra, esto es porque la obra presenta una importante revelación en el sótano de dicha casa; el número ocho es una placa de carretera indicando tres caminos, que párrafos más arriba se explicó la particularidad de este número; la del doce es un hombre entrando por unas grandes puertas que tienen manchas de Rorschach, esto es porque… bueno, explicar esto sería un gran spoiler.

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Conclusión y opinión final

King creó una obra sobre cómo los humanos nos vemos afectados por la paranoia, cómo esta puede estar en todas partes y puede afectarnos para tomar decisiones drásticas en un mundo que parece estar constantemente cambiando.

Con cada número hay una propuesta artística atrevida y experimental que no tiene precedentes. Tanto Fornés como King se lucen, poniendo lo mejor de sí mismos en un relato policial que, sin imitar a Watchmen, logra plasmar toda su esencia. Cargado de pequeños detalles y grandes revelaciones, Rorschach de Tom King y Jorge Fornés podría ser el mejor cómic DC de este año.

Personalmente, la lectura se me hizo muchísimo más interesante leyendo todos los números de corrido, así que les dejo el dato para una mejor experiencia.