Vértigo: la fórmula de Scott Mann que te aprieta el estómago.

Scott Mann nos lleva por un viaje adrenalínico y lleno de nervios en su nueva cinta, donde el título; Vértigo, jamás estuvo mejor puesto.

Escrito por Kari Navarrete

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La nueva película del director británico nos trae una atmósfera de suspenso y nerviosismo que, junto a su fotografía, nos dejará con la garganta apretada. La historia está protagonizada por Grace Caroline Currey y Virginia Gardner.

Después de un fin de semana de celebración y con la excusa de la llegada de la primavera, tuve la siempre buena idea de encerrarme en el cine a ver qué cosa nueva estaban pasando. Esta vez el afiche que me llamó la atención fue uno minimalista, en colores naranja y azul, que mostraba a dos mujeres jóvenes en la cima de una antena. Vértigo es una de esas películas que no pretenden ser más de lo que son, pero que con un presupuesto acotado, nos da una historia que sí te hace sentir náuseas, en especial si le temes a las alturas.

El director de «Atentado en el Estadio« llegó el pasado 08 de septiembre a nuestras salas con una historia escrita por él mismo, en colaboración con el guionista Jonathan Frank, y con Miguel «MacGregor» Olaso en la fotografía.

Vértigo (Fall) nos cuenta la historia de Becky (Grace Caroline Currey) y Hunter (Virginia Gardner), dos amigas que practican escalada libre y son adictas a la adrenalina. En una de sus aventuras el esposo de Becky, Dan, sufre un accidente y muere tras caer de un acantilado. Un año después, mientras Becky cae en un espiral autodestructivo, Hunter llega a su vida nuevamente para ayudarle a salir del hoyo emocional en el que se encontraba.

Al final, se reencuentran las amigas para intentar superar la muerte de Dan subiendo a una torre de comunicaciones de 600 metros de altura en medio del desierto estadounidense, con la finalidad de lanzar las cenizas de Dan desde arriba y quitarse los traumas que les dejó la experiencia.

Mientras las protagonistas escalan la torre nos vamos dando cuenta del mal estado de la estructura, la cual no soportará demasiado tiempo, desplomándose parte de ella, dejando a las jóvenes atrapadas en su cúspide.

Una vuelta de tuerca al suspenso

Historias de suspenso tenemos varias y ya conocemos más o menos como funcionan, lo interesante de esta cinta radica en los detalles. La construcción de personajes va bastante bien encaminada al primer tercio de la película. Mann se la juega por personajes que en un principio son clichés pero que evolucionan bien a medida que la historia avanza.

Becky y Hunter comparten historias pasadas y se nos va contando progresivamente durante los primeros dos tercios de ella. No sólo nos enfrentamos a una historia de sobrevivencia, la cual se va poniendo cada vez más desesperante, también tenemos una buena historia de amistad. El guión no es exagerado (a veces podría ser bastante acotado incluso), pero acompaña bien el trauma que enfrentan las chicas. Se nos revela información mediante las tomas y los diálogos a lo largo de la cinta. Todo importa en esta película.

Es difícil pensar que se puede contar una buena historia de más de hora y media solo con dos personajes y el mismo escenario, pero la creatividad del director permite que esto no sea monótono. Tenemos caídas, plot twists bien creados, alucinaciones, varios intentos infructuosos para bajar de la torre e incluso buitres rondando y picando heridas. Nada mal para una película de sobrevivencia.

¿Y todo está bien entonces?

La verdad…. no. El gran problema de la película lo tenemos en el final. La historia te deja tan al pendiente y con una sensación de ansiedad tan latente que el final se ve apresurado, casi como si lo pegaran porque sí. No nos da tiempo para digerir todo lo que vivimos con las protagonistas porque ya todo se «resuelve» en menos de cinco minutos. Se puede pensar que el final estaba preparado para traerte de golpe a la realidad, pero no termina de encajar bien. Si logra sorprenderte, pero no de la forma que hubieras esperado.

La gran protagonista: la fotografía

Vértigo tiene un componente estrella, quizás el aspecto más importante de su producción: su calidad fotográfica. La película nos mete de lleno en la historia gracias al impecable trabajo de MacGregor. Los paisajes creados por el español nos dan una sensación de nervios y ansiedad que transmiten exactamente lo que están viviendo las protagonistas. Esa montaña rusa de emociones nos lleva a sentir la frustración por errar cada intento de bajar de la torre, la rabia por quedar atrapadas y el terror de saber que se les agota el tiempo y que en cualquier momento van a morir.

La fotografía de MacGregor es clave

Sin duda es una película para entretenerse y quedarse pegado viendo cómo estas dos chiquillas intentan no caer al abismo. Si les gusta esa sensación de cosquillitas en el estómago, pero de nervios y no están buscando una historia grandilocuente o que les obligue a pensar demasiado, Vértigo es su película. Es sobre todo entretenida.

Yo le daré tres jumbitos.