Reseña – Bridgerton (2020)

Netflix sorprendió al mundo con Bridgerton, una serie histórica donde el amor vence todos los males. Al menos, para los protagonistas.

Escrito por Fer

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Uno de los éxitos más inesperados que trajo la parrilla netflixera en tiempos de pandemia ha sido Bridgerton (2020), una serie de tan solo una temporada de ocho capítulos que relata las desventuras amorosas de Daphne Brigderton, una joven lady inglesa recientemente presentada en sociedad.

A pesar de que las series (y en especial los romances) históricas no son una novedad en el servicio de streaming, ninguna ha gozado de la popularidad de Bridgerton. Los halagos le han llegado tanto por redes sociales como por el boca a boca. Pero, junto con el amor a esta fantasía inglesa, también se ha generado una dura crítica en su contra.

¿Vale o no vale la pena ver esta telenovela de alta producción?

Los hermanos Bridgerton: la historia de Daphne

Brigderton es una saga compuesta por nueve libros escritos por Julia Quinn. Ocho de ellos (cada uno correspondiente a uno de los ocho hermanos de la familia Bridgerton) publicados entre el 2000 y el 2006, y el último, una especie de epílogo, el año 2013.

La adaptación de Netflix comienza con el primero de los libros: El Duque y yo.

Daphne Bridgerton (Phoebe Devynor) es una jovencita que acaba de ser presentada en la alta sociedad inglesa, lo que significa que ya está lista para ser cortejada y casarse. Por si esto no fuera suficiente, la reina la ha declarado como “el diamante de la temporada”.

Sin embargo, una serie de malas decisiones de su hermano mayor la vuelven la soltera menos codiciada de todas. El mejor amigo de este, el duque Simon Basset (Regé-Jean Page), le ofrece un trato: fingirán estar cortejándose para que ella vuelva a ser deseada, mientras que a él lo dejan en paz las damas que desean desposarse con alguien de tan noble origen.

A partir de aquí, las cosas salen bien, mal, bien de nuevo, mal otra vez y así hasta llegar al desenlace de su engaño. En el tortuoso camino, los dos comienzan a darse cuenta de que encontraron un amigo leal en el otro, y que en esa amistad se encuentran las semillas de un amor como el que ninguno de los dos ha experimentado antes.

Una romántica fantasía histórica

Decir que Bridgerton es una serie histórica se siente, al menos en mis palabras, como una mentira que no debería seguir siendo difundida. Es más bien una fantasía histórica que llena de colores brillantes y pasteles en una época caracterizada por tonos neutros, incluso oscuros, en la moda.

También la música es inquietante para quien esperaba ver una historia ambientada en la auténtica Inglaterra del siglo XIX, pues los temas musicales más importantes son covers de canciones pop, como thank u, next o bad guy.

También la cuestión racial ha sido dejada de lado, y, a pesar de la era en la que se inspira, la diferencia de clases es mostrada una sola vez y de un modo caricaturesco. ¿Es todo lo anterior inherentemente malo? Para nada. De hecho, ayuda a sentar el tono de la serie.

Bridgerton, por encima de todas las cosas, es ligera. No hay grandes preguntas, los misterios presentados son banales y asimismo son también los problemas de los personajes. Como Daphne es la protagonista, su historia es la que tiene más desarrollo; el resto de las subtramas son, en su mayoría, tan interesantes como escuchar un disco rayado.

La excepción es la tragedia de Marina Thompson, a quien la vida parece escupirle con ganas en sus amores y sueños, convirtiéndola rápidamente en uno de los personajes más agudos, maduros y repudiados de la serie. Le agregó un sabor diferente a una serie que pecaba de dulce.  #MarinaDidNothingWrong

Hay que hablar de esa escena

Sí, esa escena. Si has leído otras reseñas sobre Bridgerton, ya sabes de qué estoy hablando. Si no es así, te recomiendo pasar directamente a mi opinión personal, pues esta sección contiene spoilers de los últimos capítulos. Advertencia: los siguientes párrafos hablarán de una violación y diferentes situaciones de abuso.  

Todo el hermoso romance que construyó la primera mitad de la temporada entre Daphne y Simon se va a las pailas en la segunda. Pero el punto más bajo fue cuando la recién casada violó a su marido. Pese a que el duque se vio afectado emocionalmente, Daphne no parece darse cuenta de que obró mal, pues actuó desde la ignorancia.

Y dese la misma ignorancia, pero con buenas intenciones, es que viola también su privacidad al abrir y leer cartas que Simon escribía a su padre siendo niño. El duque anterior no solo era un pésimo papá, sino que además ignoraba a su hijo por considerarlo retrasado. ¿Cómo tratará el matrimonio de liberarse de estas pesas emocionales?

Pues teniendo escenas calientes, haciéndose la ley del hielo y llorando. Volviendo al punto anterior, no es inherentemente malo que una serie sea ligera y bonita, pero cuando no es capaz de hacerse cargo de los argumentos que presenta y los soluciona prácticamente porque sí, hay algo que no calza.

Es que Bridgerton es una serie hueca. Sí, preciosa, brillante, llena de actuaciones maravillosas y un vestuario que haría suspirar a cualquier diseñador, pero carente de contenido.

Opinión personal

¿Vale la pena ver Bridgerton? Depende. Si estás buscando una serie para relajar las neuronas y consumir en una tarde de relajo, y eres capaz de dejar pasar los errores que tiene, sí. Si buscas un drama para sufrir de verdad y engancharte, o una verdadera serie histórica, pues no realmente.

Lo pasé bien con la primera temporada, pero con eso me basta y me sobra. Especialmente si la serie sigue el orden de los libros y la siguiente se trata de Anthony Bridgerton. Oh, cómo lo odio, ojalá pise un LEGO.