Cuando hablamos de Rumiko Takahashi, no solo hablamos de una de las mujeres más importantes y millonarias de todo Japón. También hablamos de una mangaka que ha marcado un antes y un después en la industria del manga y también en la manera de hacer tiras cómicas.
Con un humor único, con personajes bastantes similares y otros que son un manjar de protagonista, las historias de Takahashi se centran desde la comedia romántica, pasando por lo más puro del Shojo y terminando en historias épicas totalmente Shonen.
Una de las obras más insignes de Rumiko fue sin duda Urusei Yatsura (literalmente “Esos desagradables extraterrestres”), una serie lanzada entre los años 1978 y 1987. Poco le costó hacerse de regularidad en sus publicaciones, para poder seguir así por 11 años, compilándose en 34 tomos tankobon.
Tuvo una serie de anime que fue trasmitida entre los años 1981 al 1986, para luego concluir su narrativa en once OVAS y unas cuantas películas. Posterior a ello, sus personajes solo han tenido cameos en algunas de sus obras.
A pesar de no tener tanta fama como sí la ha tenido Ranma ½, Inuyasha o La Mansión Ikkoku, la serie ha sido bastante alabada por la crítica, y es notoriamente un preámbulo para lo que posteriormente sería Ranma. Basta ver el diseño de sus personajes, sus actitudes y personalidades, así como los desarrollos de la trama, para comprobar que son claros bosquejos del desarrollo de su sucesor.
Respecto a su manga, en años idos, Glenat se dio el trabajo de patentarlo y poder traerlo a nuestro idioma, mas, después de la quiebra de esta, no existe otra editorial que se haya puesto en pos del rescate de la tan insigne Urusei Yatsura: Lamu.
No… hasta ahora, ya que Planeta ha sacado al mercado hace ya un tiempo URUSEI YATSURA PERFECT COLOR EDITION. Esta edición es un recopilatorio en formato de dos tomos kanzeban que nos entregan historias cortas que han sido recolectadas a lo largo de los años en diferentes publicaciones hechas para la Shonen Jump.
A modo de sinopsis, Urusei Yatsura nos cuenta la historia de Ataru Moroboshi, un adolescente que asiste a su escuela sin pena ni gloria. El tipo es un mujeriego, y cuenta con varias actitudes similares a otras personas que nos encontramos en las historias de Takahashi, como El Monje Miroku o Kuno Tatewaki.
Ataru es elegido por los Oni, una raza de alienígenas, para poner a prueba a la humanidad y poder destinarlos a la salvación. Es así como entra Lamu en acción, una adolescente con cuernos y poderes surrealistas que desafía a Ataru a tocar sus cuernos.
Ella tiene la habilidad de poder volar, pero con las malas costumbres de Ataru se verá entre las cuerdas y terminará perdiendo. Al momento de la derrota y por un mal entendido, ella se ve enamorada y comprometida con Ataru, quedándose a vivir con él. De ahí en adelante, la historia se desarrolla con una plenitud que tiende a ser un tanto aburrida.
Estas historias cortas no presentan nada diferente y son solo relatos circunstanciales. Aún así, logran dar con sus diferentes cometidos, uno de los cuales es entretener. Las historias son auto conclusivas y no tienen ninguna linealidad, cuentan con un excelente humor y logran introducirnos bastante bien en el contexto de lo que se está viviendo.
Versiones originales en Japonés (misma de Planeta)Por otro lado, también cuenta con una excelente y, como siempre, distintiva calidad de dibujo de parte de la autora. Se agradecen las portadas individuales, el buen uso de los colores y la calidad en la edición del tomo, donde los espacios que originalmente ocupan con publicidad dentro de la revista, se hacen con ilustraciones exclusivas del tomo en esta edición.
Otro excelente punto a favor de esta serie es que, al igual que Inuyasha o Rin-Ne, logra entregar un aporte costumbrista de la cultura japonesa, siendo muy representativa de la sociedad del sol naciente. Las actitudes, los festivales, las comidas y las vestimentas incluso, son completamente un reflejo de la sociedad. Además, tiene un excelente uso de la cultura popular, respecto a marcas, personajes famosos y programas de televisión.
La edición de Planeta es de excelente calidad, por lo que se disfruta un montón y sus modismos españolísimos no son tan molestos como se puede pensar. Estéticamente también es agradable al tacto y en resistencia de material no decepciona.
Un excelente aporte para quienes quieren introducirse dentro de la historia de LAMU. Junto con esto, también podemos esperar a dedos cruzados que tengamos la opción de poder tenerla en una nueva edición de la mano de Planeta. Por ahora, conseguir y completar la colección en los formatos de la descontinuada y desaparecida Glénat, está más que complicado.
Recomendadísimo.