Revisando clásicos – Carmilla

Hoy revisaremos Carmilla, uno de los clásicos de la literatura gótica y de la novela de vampiros que inspiró a grandes obras del género como Drácula.

Escrito por Pía Marian

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Carmilla es la historia de una joven llamada Laura que, tras haber crecido en el absoluto aislamiento de la casa paternal, es testigo de un accidente en carruaje. Luego del incidente, termina hospedando a una hermosa y misteriosa muchacha de su edad llamada Carmilla, con la que forma un lazo de amistad que, poco a poco se irá convirtiendo en un sentimiento bastante más profundo, en una época en que cualquier forma de sexualidad femenina era considerada un tabú absoluto. Ah, y Carmilla es un vampiro.

La parte más graciosa de todo esto es que la trama de Carmilla, novela corta de Sheridan Le Fanu, publicada en 1872 es exactamente como la he descrito. Ahora, en su defensa, se supone que estamos ante una novela de terror gótico bastante al uso: un castillo aislado, un terror que parece flotar en el ambiente, personajes perplejos ante una serie de eventos inexplicables y un misterio que se va formando en torno a pequeños detalles que calzan al final de la novela.

Incluso, podríamos destacar dos escenas bastante aterradoras, una que se nos relata al inicio de la novela, cuando nuestra protagonista es una niña y otra que establece un paralelismo con la anterior, donde vemos a la vampiresa convertida en un animal que, hoy, sabemos que es una pantera, pero que en su tiempo era un verdadero monstruo.

Pero cierto es que, a pesar de que todos estos elementos están bien trabajados, es un poco difícil temerle a Carmilla cuando Laura pasa más de la mitad del libro hablándonos sobre lo hermosa, misteriosa y elegante que es. Pero es que aquí se encuentra, paradójicamente, lo más distintivo.

Carmilla es un monstruo, pero uno atractivo y esta ambivalencia es lo que la hace tan interesante, porque a través de los ojos de Laura podemos apreciar su atractivo, pero uniendo sus extrañas actitudes (y ya sabiendo que se trata de una vampiresa) también somos testigos de lo mortífera que puede llegar a ser. Porque el terror en esta novela se basa en la ambivalencia entre lo erótico y lo sádico, tópico que sigue vivo hasta hoy en día.

Como suele ocurrir, Carmilla no es la primera obra en usar este tipo de terror, pero sí es una dónde podemos encontrarlo con mayor efectividad por el contraste que hay entre la narración de su vida en común y los extraños acontecimiento que empiezan a ocurrir alrededor. Es, por todas estas razones que podemos entender, por qué fue uno de los grandes referentes que Stoker tomó en cuenta a la hora de escribir Drácula, así que, no, aquellas escenas donde Mina se dedica durante páginas enteras a hablarnos de lo hermosa que es Lucy, no son coincidencia. Piénsalo.