El año era 1999 y la estabilidad se había convertido en monotonía de acuerdo a grandes películas como American Beauty, Fight Club, The Matrix, entre otras. Estábamos a dos años del estreno de la más olvidable película de Batman; y Blade, estrenada un año antes, tomaba una distancia prudente del género superheroico.
El nuevo milenio preparaba sus sorpresas para los fanáticos de las capas, el año 2000 introduciría la versión cinematográfica de X – Men; la que, eventualmente, daría inicio a la interminable estadía del superhéroe en el cine hasta el día de hoy.
Sin embargo, antes que el 99 cerrara sus puertas para siempre, nos entregó esta desconocida joya titulada Mystery Men (Hombres Misteriosos); basada en personajes de la obra del caricaturista Bob Burden: Flaming Carrot Comics, una parodia del género que narraba las desventuras del “Primer Superhéroe Surrealista del Mundo” según las palabras de su propio creador.

Flaming Carrot era un hombre que luego de haber leído más de 5.000 cómics para ganar una apuesta había sufrido daño cerebral lo que convirtió su cabeza en una zanahoria; como héroe, más tarde formaría parte del grupo conocido como los Mystery Men, cuya primera aparición fue en el número 16 de la publicación.
Por razones propias de la época era imposible representar en la gran pantalla a un hombre con cabeza de zanahoria, por lo que el personaje se dejó fuera de la adaptación cuya intención era convertirse en una comedia con un reparto coral de reconocidos comediantes y estrellas de la industria.
El argumento nos presenta al Señor Furioso, el Rajá Azul y el Paleador, superhéroes fracasados que aspiran obtener el prestigio del Capitán Asombroso, el paladín favorito de Champion City, cuyo encanto opaca las ridículas habilidades del trío: el Rajá Azul es un lanzador de tenedores, el Paleador puede usar muy bien la pala y el Señor Furioso solo sabe enojarse.

Luego del regreso de un genio malvado conocido como Casanova Frankenstein, el Capitán Asombroso desaparece en acción y le corresponde a este peculiar grupo aprovechar la oportunidad para salvar el día y ser reconocidos. Sin embargo, para lograr su objetivo, deberán reclutar a más héroes para desbaratar los planes del perverso villano y rescatar al Capitán.
Lamentablemente, y a pesar de su nutrido elenco, los números no fueron positivos y el filme recaudó apenas la mitad de lo que costó. Además, la exigencia del rodaje terminó por alejar a su director Kinka Usher del mundo del cine y devolverlo a la realización de comerciales.
Sin embargo, Mystery Men es una de aquellas rarezas en las que se respira la intención de lograr un universo entero, cohesivo y coherente, único de tal manera que es difícil encontrar una película que se le parezca. Estamos hablando de un notable diseño de arte y vestuario que capturan la existencia de una Tierra original, distinta a la nuestra.
Las escenografías, recicladas de películas como Casper y Batman Forever, cubiertas de luces neón, colores chispeantes y dialectos asiáticos y rusos; secuaces como los Chicos Disco y la diabólica invención del villano, el Psicofrakulador (una máquina capaz de hacer real las pesadillas) generan una atmósfera de cómic que nada tiene que envidiar a las producciones actuales.
La trama es lo suficientemente inteligente como para reunir a un gran número de personajes y presentarlos de manera que el espectador pueda comprenderlos a cabalidad, sin dejar cabos sueltos, tomando bastante distancia del material de origen e incluso permitiéndose la libertad de crear nuevos héroes para el equipo.
Entre los actores contamos con nombres como Ben Stiller (Zoolander), William H. Macy (Fargo, Shameless), Hank Azaria (Los Simpson), interpretando al trío principal; Greg Kinnear (Pequeña Miss Sunshine) como el fanfarrón Capitán Asombroso y el galardonado Geoffrey Rush (Piratas del Caribe, El discurso del Rey) como el villano Casanova Frankenstein.
Completan el grupo la comediante Janeane Garofalo (Ratatouille) como La Bolichera, dueña de una bola de bolos mágica que contiene el cráneo de su padre; Paul Reubens (El Show de Pee Wee Herman) como El Bazo, capaz de soltar gases mortales a causa de una maldición gitana; Kel Mitchell (Kenan y Kel) como El Chico Invisible, cuyo poder se activa cuando nadie lo está mirando; y Wes Studi (El Último de los Mohicanos) como La Esfinge, el misterioso mentor del equipo.

Mystery Men contiene los elementos necesarios para una comedia de acción y un noble e ingenuo mensaje que puede resumirse con uno de los discursos del Paleador:
“No somos sus superhéroes clásicos, no somos los favoritos, somos los otros: los tipos por los que nadie apostaría. Pero si peleamos esta batalla, los que sobrevivan podrán decir: estuve ahí y luché”.