Nahuel y el Libro Mágico: folklore chilote animado

La nueva película animada chilena, Nahuel y el libro mágico, nos cuenta una historia de aventuras cargada de mitología chilota.

Escrito por Ktlean

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Si bien el folklore chilote se enseña en los colegios y se yergue como el más importante, o al menos el más conocido, de nuestro territorio, tardó bastante tiempo en marcar una real presencia en nuestra ficción. Tanto en el cine como en la literatura, recién ahora podemos ver su influencia de manera clara. Tanto así, que es posible percibir una cierta «moda» por usar los mitos chilotes en libros y películas.

En el terreno de las novelas tenemos la imponente obra de Miguel Ferrada, Sangre de Trauco, o la más reciente, La hermandad de la casa grande de Eduardo Pérez Arroyo, publicada por La Pollera Ediciones. Dirigida a un público más juvenil, está la trilogía Max Urdemales, del autor Francisco Ortega. En el cómic, que no se queda atrás, tenemos La noche de los Invunches, de (otra vez) Miguel Ferrada, Jade González y Felipe Benavides.

A finales del año pasado, le llegó el turno al cine animado. Con el estreno de Nahuel y el libro mágico, la mitología chilota se tomó la pantalla y no solo con brujos o el famoso Trauco, sino también con figuras menos nombradas, como el Chochón y las voladoras.

¿Qué tipo de historia nos cuenta Nahuel y el libro mágico? ¿Es una buena representación de una parte esencial de la cultura del sur de Chile? ¿Es una buena película?

A continuación intentaremos responder esas preguntas.

La historia

Nahuel es un niño para nada valiente ni decidido. Vive en una caleta del sur de Chile junto a su padre, que es pescador, trabajo en el que el muchacho quisiera ayudarle, solo que no puede: desde que tiene uso de memoria le tiene un enorme miedo al mar, seguramente debido a las circunstancias de su nacimiento.

Ya en la primera escena lo vemos intentando combatir su fobia, pero también lo vemos fracasar en su intento. Hasta que un día sigue a un gato callejero y termina en una casa que parece abandonada. Dentro descubre una misteriosa biblioteca llena de tomos sobre magia. Hay uno que le llama particularmente la atención, de nombre el Levisterio, capaz de causar un gran mal si cae en las manos equivocadas.

Nahuel libro mágico película

Nahuel se lleva el libro y, luego de una discusión con su padre, decide probarlo. Su objetivo es usar uno de los tantos hechizos que contiene para volverse más valiente, al menos por un día. Lo que él no sabe es que desde que salió de la casa, alguien ya sigue sus pasos con el fin de arrebatarle el libro. Se trata de un brujo, el más oscuro de todos, uno capaz de destruir todo si el Levisterio cae en sus manos.

Chiloé y sus escenarios

Algo que hace muy bien Nahuel y el libro mágico es ambientar su historia. La caleta, el bosque, el mar, la feria donde se venden frutas y amuletos, el paradero con techo que sirve para capear la lluvia junto al camino. La presentación de los fondos es uno de los puntos altos en términos estéticos y también narrativos, ya que sirve para que el espectador se sitúe en un espacio y una época.

Los fondos son esenciales para ir sintiendo lentamente el paso de lo cotidiano a lo mágico. Las primeras escenas se dan en un contexto sureño muy común, que cualquier residente o visitante de la región puede reconocer. Pero poco a poco se va anunciando la magia de forma visual.

Nahuel libro mágico animación

La visita a la casa abandonada en medio de los árboles es claramente una frontera, sobre todo porque en un principio no sabemos con certeza qué esconde en su interior. Aparenta ser solo una casa abandonada, pero a medida que Nahuel la recorre los detalles mágicos y misteriosos comienzan a aflorar.

Desde ese punto, la película avanza de tal manera que en adelante todos los escenarios estarán imbuidos de una manera u otra con la mitología que se busca representar: en la isla, cerca del mar, viven una machi y su aprendiz; en el interior del bosque hay una taberna donde se reúnen extraños seres; existe una choza en la espesura donde vive un interesante ermitaño; en la torre más alta de una fábrica abandonada espera un peligroso brujo.

Y en el mar espera dormido en ser milenario.

Chiloé y sus criaturas

En una de las escenas iniciales uno de los matones que acosan al protagonista cuenta que a su papá se lo llevó el Caleuche. Su compañero le dice que eso es mentira, que en realidad el padre se fue porque le debía plata a medio mundo. Ese diálogo, breve y dicho por un par de personajes que no tendrá relevancia en el resto de la historia, plantea la lectura más usual de la mitología, las leyendas y el folklore.

Para la gran mayoría, estas no son más que historias que buscan ilustrar, explicar o incluso justificar sucesos de la vida diaria, eventos de la naturaleza y desgracias. Los hombres no abandonan a sus familias, son secuestrados por la tripulación del Caleuche; el padre de todos los hijos que crecen en los vientres de las jovencitas solteras es el trauco; Chile es un angosta faja de tierra porque dos serpientes enormes lucharon en el territorio hace miles de años.

Pero luego de establecer esa idea, Nahuel y el libro mágico trazará un camino distinto. Cada paso en la aventura de Nahuel nos demostrará que esas historias que nos contaban en el colegio existen de verdad.

La escena clave para ilustrar esto es la de la taberna: regentada por un hombre, recibe entre sus paredes a un variopinto grupo de seres. Si bien este momento sirve para introducir al Trauco a la trama, la gran estrella de la escena es el Chonchón, también conocido como Tué-Tué.

Tué-Tué Nahuel libro mágico

Cargado de malicia, el personaje pone en riesgo la aventura de Nahuel y sus compañeros, Ruende y Fresia. Lo reta a una prueba de acertijos que, de perderla, le costaría el Levisterio. Todo el metraje es muy interesante (posiblemente uno de los mejor logrados de la película), ya que varía el estilo de animación a partir de la magia del propio Chonchón.

Otros personajes cruciales son el brujo, llamado Kalkú (que es como se denominan a los brujos chilotes), y su ayudante, una voladora de nombre Traiguén. Las escenas donde ambos aparecen dejan muy claro las características de su magia, que gira en torno a la transformación principalmente, y sus intenciones. Diseño y doblaje ayudan a hacerse de inmediato una imagen de ellos, sobre todo en cuanto a Kalkú.

Sería interesante hablar de otras figuras que aparecen en la película, como aquella que aparece en el clímax, pero es mejor evitar spoilers.

Animación y guion

Si bien todo lo anterior es importante dentro de Nahuel y el libro mágico, volviéndola muy disfrutable, además de interesante, no se puede negar que falla en algunos aspectos.

Uno de ellos es la fluidez de la animación. Si bien destaca en cuando a diseño y estética general, aunando cierto aire Ghibli (en los fondos) y un diseño de personajes que bebe de series como Steven Universe, uno puede ver cortes o saltos entre un frame y otro. Nada que haga la experiencia de verla algo desagradable, pero están ahí.

Otro punto que podría mejorar es el guion. En general, se siente hecha siguiendo paso a paso lo que podría llamarse «fórmula Disney», tanto en estructura narrativa como en los componentes mismos de la trama. El conflicto del protagonista (la sensación de que no es suficiente para su familia o su comunidad) ha sido visto muchas veces antes, y lo mismo se puede decir de la resolución de este (emprender una aventura para obtener aquello que le falta, descubriendo que nunca careció de ello al final del viaje).

Nahuel libro mágico película animada

Además, algunos personajes se sienten faltos de un propósito real, a pesar de tener potencial e interesantes historias detrás.

En conjunto, Nahuel y el libro mágico cumple con todos los requisitos de una historia de su tipo, sin innovar en nada fuera de la ambientación. Esto sin duda funciona al momento de pensarla como una obra que no solo el público chileno o latinoamericano pueda apreciar y así «exportarla»; sus conflictos son universales, así como sus tropos y sus personajes.

Es, en definitiva, una película correcta. Disfrutable y con un arte visual bastante logrado. Pero poco arriesgada en su propuesta. 

Últimas palabras

Cuando se escribe sobre una obra chilena, es muy fácil caer en una especie de condescendencia. A veces «justificamos» o «perdonamos» ciertos aspectos solo porque ser creador en Chile es un camino difícil y escaso en oportunidades. Y si bien no hay que omitir el contexto en el que se produce una obra, tampoco hay que olvidar que la producción cultural nunca mejorará en nuestro país si no hay crítica constructiva.

Nahuel pelicula poster

Nahuel y el libro mágico fue producida a pesar de todas las adversidades que conlleva ser creador en Chile y Latinoamérica. Sacada adelante por Carburadores, y los estudios Punkrobot y Levante Films (este último brasileño), fue estrenada en medio de una pandemia y dirigida a un público que acostumbra a ver películas hechas por un gigante como Disney. Aún permanece en cartelera, compitiendo con Sing 2, Belle (en cuando a animaciones) y nada menos que Spiderman: No Way Home. Eso, sin contar a los streaming.

Desde su pequeño rincón, viene a recordar que el cine de animación existe en Chile, aunque no exista una industria que lo respalde, ni un público que confíe demasiado en él. Lo hace, además, utilizando elementos propios de nuestra cultura. Y cumple con su cometido, aunque no es perfecta.

Pero lo más importante, es que como película merece ser criticada con la misma vara que todas las demás. Exigiéndole lo mismo que le pedimos al resto, porque si bien no existen los mismos medios, el talento no es exclusividad de Hollywood.

Nahuel y el libro mágico vino a demostrar el enorme potencial que hay aquí. Y lo consiguió.