Lota, 1960. La Huelga Larga del Carbón

Alexis Figueroa y 6 dibujantes nos introducen en la importancia de la huelga larga del carbón de Lota de 1960.

Escrito por VladMIR

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El 17 de marzo de 1960, comenzó “la huelga larga” de los mineros del carbón. Se le denominó así porque duró 96 días. Pero el devastador terremoto de ese año, truncó las posibilidades de continuarla. Cualquier parecido con manifestaciones sociales de escala global y una abrupta pandemia mundial, son meras coincidencias (a los dioses les gusta jugar con nosotros…).

Contexto Histórico

Todos hemos leído Subterra de Baldomero Lillo publicada en 1904; aquellos cuentos íconos del realismo en Chile, que realizan un retrato pormenorizado de las miserias de los mineros y la indolencia de la aristocracia. Para el año 1960, la situación no había mejorado mucho, considerando que gran parte de la fortuna del país se debía a la minería del carbón, la fuente de energía de toda la estructura industrial.

Para mayores antecedentes sobre lo que provocó la huelga, los invito a visitar la página de Facebook Lota, su cultura e historia.

La Huelga Larga del Carbón

El año 2014 se publicó Lota, 1960. La huelga larga del carbón, novela compuesta de 6 relatos gráficos, con los guiones de Alexis Figueroa Aracena y los dibujos de distintos ilustradores. El objetivo es rescatar y retratar los eventos que se desarrollaron durante este periodo de conflicto sindical.

Vienen nuevos tiempos, otra gente, otra vida ¿Cómo se ordena el pasado? ¿Qué queda de nuestra memoria?

Memoria, dibujada por Ibi Díaz, es el relato que abre el libro. Se enfoca en describir el contexto histórico e introducir datos mayormente desconocidos en relación a la huelga. Los dibujos recuerdan a los grabados de la época. Se rescatan dos elementos sociales: la importancia de la participación de las mujeres, y la eterna presencia del quiltro en las multitudes. Memoria nos cuenta por qué es importante recordar.

Astronomía, dibujada por Elisa Echeverría, nos relata la reminiscencia de una mujer en la actualidad, que en aquella época tenía 5 años de edad. El dibujo es más detallado, se enfoca en la sensación de la magia infantil y nos lleva a la época mediante las remembranzas y datos de su propia historia. Nos muestra al carbón como algo más que un simple mineral, como el reflejo de luz de las estrellas.

Me acuerdo de la noche oscura y arriba… las estrellas, blancas, brillantes, frías, lejanas. Y en el cielo, todo estaba a oscuras por el terremoto.

Viaje, dibujado por Vicente Plaza. Como medio para paliar las penurias de la huelga, se decidió distribuir a cientos de niños en diferentes familias a lo largo de Chile. Todas las familias de acogidas pertenecían al sector obrero. El narrador lo relata como el cambio de visión que le ayudo a encontrar una vocación. El dibujo da la impresión que se realiza a mano alzada directamente en tinta.

¿Por los hijos de los mineros del carbón? Sí, por supuesto, donde comen cinco, comen seis.

Marcha, dibujada por Fabián Rivas, relata los preparativos de la huelga y cómo se llegó a realizar la gran marcha del carbón. Entra el rojo como color acompañante a la monocromía blanco y negro, aplicado en pañuelos, cortinas, botellas. El estilo de la narración recuerda los relatos de La Cantata de Santa María de Luis Advis, con un final más esperanzador.

Este es el pueblo del carbón, madre. Este es el pueblo del carbón, padre. Aquí viene. Aquí viene el carbón.

Nadie, dibujada por Claudio Romo. Desde la perspectiva de una chinchorrera, el estrato más bajo del carbón, nos sumerge en un relato más íntimo respecto de la relación entre el carbón y sus mineros. A semejanza con Astronomía, volvemos a ver el carbón como algo más que un simple mineral, lo vemos como una raíz profunda que se enlaza a la sangre de los mineros.

A veces pienso en irme y no volver, pero antes iría a conocer la raíz del carbón.

Lota 2018, dibujada por Francisco Muñoz. Como cierre del libro, viajamos a un futuro distópico y lo que podría haber sido de Lota. Como buen relato de ciencia ficción, en algún punto de la historia, la ciudad deja de ser carbonífera, dando paso a nuevas industrias que permitirán crear trabajo para los lotinos. Pero Lota tiene mucha sangre acumulada en sus cimientos, por lo que el nuevo destino no puede distar mucho del destino verdadero de la ciudad.

Y de que se transformó, sí, lo hizo, pero no renació.

Guión

Como si fueran seis los guionistas, cada relato tiene un estilo propio, adecuado al ritmo de los dibujos.

Cada historia nos cuenta los diferentes aspectos de la vida de los lotinos, además de constantemente referenciar los hechos de la historia de Chile, aunque con perspectivas distintas.

Memoria – Astronomia

Los recuerdos de una mujer de 60 años, sobre lo que decían los adultos en Astronomía, trae reminiscencias de las historias que cuentan los mayores de cada familia. La referencia a Subterra en Viaje, nos recuerda que 60 años de historia no garantiza que la situación social haya cambiado. En Memoria atestiguamos el contraste entre la visión de la niñez y la vejez.

Los elementos del surrealismo mágico en Nadie, nos cuentan sobre la unión de las personas con la tierra. Marcha, como mencionamos antes, es reimaginar la Cantata Santa María. Y las frías palabras del protagonista de Lota 2018, es la expresión final de una ciudad que proveyó de energía a la industria nacional, a base del sufrimiento de sus habitantes.

Viaje – Marcha

Conclusiones

Lota, 1960 es una obra que debería considerarse de lectura obligatoria en la familia. Realizar el ejercicio intergeneracional de rememorar un evento ocurrido hace 60 años, es símbolo de legado cultural y una de las funciones principales de los grupos familiares.

A lo ya dicho, debemos agregar que la obra expone constantemente datos históricos relacionados con el carbón. Desde el recuerdo de otras huelgas grandes, hasta el cierre definitivo de la gran minería del carbón en 1997.

La huelga larga del carbón no fue solo un episodio truncado por el terremoto, sino que por sobre todo fue un símbolo de trascendencia en las luchas sindicales y reivindicación de los obreros. La obra invita a comprender más los procesos sociales y su relación con la economía del país.

El gran defecto de la obra es la edición. Los relatos monocromáticos plantean el color negro como alegoría del carbón. En algunas partes se entiende el concepto, pero la abundancia visual de la negrura no la hace una lectura fácil. (Ojo, que diferenciamos de oscuridad, los relatos no son oscuros).

Nadie – Lota 2018

El ideal de una novela gráfica es llegar a la mayor cantidad de público, especialmente niños y jóvenes, con mayor razón si se trata de un retrato histórico. Pero la constante creencia en considerar el pasado como una visión monocroma, como si antes de la televisión a color todo era blanco y negro, resta impacto visual y mantiene este tipo de obras en bajo nivel de circulación.

La gran minería del carbón fue el sustento energético de nuestro país y mantuvo toda la estructura industrial y ferroviaria. Hasta el día de hoy, las termoeléctricas dependen del carbón, que debemos importar. Además, la gran marcha del carbón movió a más de 40 mil personas, desde Lota a Concepción; una marcha que duró 8 horas y fue el centro de las discusiones durante meses. Este hecho histórico en nuestro país, merecía una mejor edición que permitiera una lectura masiva.

Este es uno de los tantos casos en que se compra el libro por “apoyar” el producto chileno. En efecto, la estética no ayuda con las intenciones de leerlo. Pero el azar juega a favor de la lectura, y descubrir el contenido es una maravilla.

El libro fue editado por Nébula el año 2014 y publicado por LOM. Actualmente se puede encontrar en librerías y ferias de libros.