Silencio en el estadio: fútbol y dictadura

Álvaro Soffia y Rodolfo Aedo, de la mano de Planeta, traen en formato cómic la historia del partido entre Chile y la URSS en 1973.

Escrito por Chile en viñetas

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La dictadura que sufrió Chile entre 1973 y 1989 se metió en cada recoveco de la sociedad chilena y por supuesto que el fútbol no quedó aparte. Además de la intervención que sufrió la ACF (actual ANFP), las consecuencias rápidamente traerían repercusiones internacionales. La Unión Soviética se negó a viajar a Chile por los detenidos presentes en el Estadio Nacional. Este partido invisible es el que se relata en Silencio en el estadio.

Álvaro Soffia y Rodolfo Aedo llevan al formato historieta el famoso “partido de los valientes”. Partido que debió jugarse el 21 de noviembre de 1973 y terminó con un gol fantasma de Chamaco Valdés, para hacer aún más vergonzoso todo lo ocurrido. La editorial Planeta es la casa de esta historia que, si aún no conocen, deberían conocer.

Silencio en el estadio

Todo comienza con un anciano, ex utilero de la Selección Chilena durante la Unidad Popular y la dictadura, que está con su nieto esperando que comience un partido. Ante la molestia del pequeño por el mal momento de la selección, el anciano decide narrarle una historia de cuando no existía el exitismo actual, post Copas América.

Rápidamente la historia se traslada a 1973, un día antes del golpe de Estado. Chile estaba en pleno proceso clasificatorio para el Mundial de Alemania de 1974. Debía jugar un repechaje contra la Unión Soviética, potencia mundial en todo sentido, incluido el futbolístico. El 11 de septiembre ocurriría algo que todo chileno sabe: el bombardeo a La Moneda y suicidio de Salvador Allende. Con una selección plagada de futbolistas cercanos a la UP, defender los colores nacionales cobraría un nuevo significado.

El gol fantasma de Chamaco Valdés

El viaje a la URSS estaría enmarcado por el misterio, ante las complicaciones internacionales que sufrió Chile al viajar a un país protagonista en la Guerra Fría, justamente del bando contrario al cual se encontraría Chile en los años siguientes. Además del secretismo sobre lo que ocurrió en Moscú, donde no hay registros audiovisuales del partido, los jugadores estaban muy preocupados por sus familias y la cantidad de detenidos existentes.

A lo largo del cómic se verán los días posteriores a ese partido, las complicaciones que tuvieron, los intentos de aprovechamiento de Pinochet y sus secuaces, además del mítico partido de los valientes, donde los soviéticos no viajaron y se hizo un gol representativo, que más que del honor, es de la vergüenza. Todo esto bajo el amparo de la FIFA, que al viajar a Chile y revisar las instalaciones del Estadio Nacional, afirmó que ya no habían detenidos ahí, siendo que estaban ocultos en los camarines.

El fútbol y la política siempre van de la mano

Más que una historia de fútbol, es una historia de la forma en que distintos gobierno se han aprovechado políticamente de las manifestaciones de la cultura popular para sumar adeptos. La invitación que hacen las autoridades a la selección es un símil a la que hiciera Allende con el Colo-Colo finalista de la Copa Libertadores en 1973.

El fútbol, una vez más, se utilizó como forma de acallar críticas, de dar una aparente sensación de normalidad mientras el terror se vivía en las calles. El que la FIFA permitiera jugar el partido en el Estadio Nacional da cuenta de la forma en que las grandes cúpulas de poder se cubren unas a otras. La historia, acompañada de recortes de prensa y entrevistas en sus últimas páginas, justamente da cuenta de esto.

Sus creadores

Álvaro Soffia es historiador y gestor cultural, trabaja actualmente en fomento lector en bibliotecas públicas. En esta, su primera obra, según sus propias palabras, parte de la inspiración para realizar este cómic fueron los libros Colo-Colo 1973: el equipo que retrasó el golpe de Luis Urrutia y El partido de los valientes de Axel Pickett. Con una narración precisa, que envuelve al lector en una época pasada, es capaz de transmitir perfectamente su mensaje.

Su proceso investigativo incluye entrevistas a protagonistas de la historia y combina de gran manera la narración en off con los diálogos, evitando caer en el potencial tedio que podría involucrar una narración histórica. La excusa del abuelo funciona para darle una carga emotiva a la historia, incorporando elementos finales que abren las opciones para hablar de fútbol en el futuro.

Por su parte, Rodolfo Aedo está a cargo del arte. Es historietista y antes trabajaba de arquitecto. Quienes están en el mundo de la narrativa gráfica, probablemente ya lo conocen por obras como La conquista colectiva del Baker o Isla de los muertos, obras publicadas por Apaga Ediciones, editorial proveniente de Caleta Tortel. Su más reciente obra, además de la que mencionamos aquí, es El despertar de los silentes, de la mano de la editorial Desastre Natural.

Su arte, ya característico, se basa principalmente en acuarelar los entornos para dar trama a los dibujos y llenar los espacios, generando unos fondos que ambientan perfectamente los momentos y evitando el vacío en que a veces caen algunos autores. Esto lo lleva muy bien, tanto a la cancha de fútbol como a la ambientación de las escenas históricas.

Comentarios finales sobre Silencio en el estadio

Si bien abundan las historias sobre la dictadura, Silencio en el estadio aborda un tema que no ha sido del todo tratado en la narrativa gráfica nacional. Es ideal para amantes del fútbol, la política y la combinación de ambos. Con una narración simple, pero no por eso poco profunda, resume a la perfección ese momento histórico.

El único pero que se podría decir, es que si ya conoces la historia por otros medios, no es tanto lo que aporta. A pesar de esto, la incorporación de medios de prensa y entrevistas al Pollo Véliz, Carlos Caszely y Elías Figueroa, sí son novedades que incrementan el conocimiento sobre la época.

Es una historieta bien cuidada, para la que buscaron a un experto en la rotulación como lo es Cristian Docolomansky, además de poner cuidado en la edición, con un papel de buen gramaje y solapas que le dan más consistencia al producto físico. Al ser editado por Planeta, es fácil de encontrar en cualquier librería del país, e incluso de manera internacional en algunas páginas webs.