Las Redes del Reich: el juego de mesa que marcó el inicio de una era

La bullente escena lúdica actual debe mucho a Las Redes del Reich, el juego de mesa que marcó un antes y un después en la producción nacional

Escrito por Nerd_Semiorco

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Corre el año 2016. La escena del juego de mesa nacional comienza a crecer. Desde las incipientes publicaciones de juegos como la Trilogía del Destino y la «Trilogía» compuesta por Nocturna, Vote por Mi y Gangsta (ambas de Aldebaran Games), a las primeras reediciones de Fractal y la segunda edición mejorada de Mi Tierra (hasta hoy uno de los juegos chilenos más reconocidos internacionalmente). El mercado de la producción nacional comienza a profesionalizarse y volverse más ambicioso. Pero es con la llegada de Las Redes del Reich, de Cuatro Quesos, que se marca el pasaje de una era a otra.

Este fue (al menos hasta donde llega mi conocimiento, corríjanme si estoy mal) el primer juego de mesa en ganar un Fondart, así como en abordar una temática innegablemente chilena. Además, representó una subida en los estándares de calidad de los juegos nacionales, en más de un sentido. Pero antes de analizar su importancia histórica, veamos de qué se trata.

¿Cómo se juega?

En Las Redes del Reich, uno de los jugadores representa a un Agente Nazi intentando incrementar la influencia del Tercer Reich en el territorio chileno. Los restantes jugadores (de dos a cuatro) interpretan a Detectives del Departamento 50 de la PDI, que intentan investigar y detener las operaciones del nacismo en el territorio nacional.

Las Redes del Reich caja

Este es un juego asimétrico, en donde el Agente y los Detectives se enfrentan utilizando diferentes acciones, siendo las del Agente típicamente más influyentes que las de los Detectives, para compensar la diferencia de participantes en cada bando. El Agente buscará ampliar su influencia en los diferentes mapas (Santiago, Valparaíso y Puerto Varas), representada con Cubos, y establecer Bases de Operaciones en estas ciudades. Su victoria dependerá de lograr desplegar todas sus Bases de Operaciones, matar a tres de los Detectives que siguen su paso, o consiguiendo los objetivos ocultos que se le entregan al inicio de la partida.

Los Detectives, por otro lado, intentarán eliminar la influencia del Agente, y destruir sus Bases de Operaciones, para lo cual deberán Investigarlas exitosamente, enfrentándose en una tirada de dados que se ve influenciada por las Operaciones que este último esté llevando a cabo en ellas. Para intentar favorecer sus resultados, los Detectives pueden jugar cartas de Equipo o Evento. Pero el Agente puede también jugar Eventos para influenciar la tirada. Los Detectives ganan al conseguir la Evidencia requerida para desenmascarar al Agente, o eliminando completamente su influencia y Bases de Operaciones de los mapas.

Una producción hermosa, pero no libre de defectos

Habrán notado que mi descripción de las reglas fue bastante simple, centrándose en algunas acciones y los objetivos generales del juego. Esto es porque Las Redes del Reich es un juego bastante complejo, que requiere de una lectura atenta de las reglas y algunas partidas de práctica para entenderse bien. Este es, lamentablemente, el punto débil del juego.

No porque sea complejo, no hay nada malo con los juegos complejos. Pero el libro de reglas es, cuando menos, muy confuso de leer, y en la mirada más pesimista, directamente está mal conceptualizado. La editorial intentó resolver este problema lanzando una segunda versión del manual, aún disponible para descarga en la BGG. Aunque es una indudable mejora, sigue habiendo aspectos que no resultan claros, y en que los jugadores tienen que consensuar las reglas, ya que en el manual no se definen claramente.

Las Redes del Reich componentes

Pero, viendo el resto de los componentes del juego, es imposible negar todo el esfuerzo que tuvo detrás Las Redes del Reich. Hasta el día de hoy lo considero dentro de las mejores producciones de un juego de mesa nacional que he visto. Desde los Cubos, pasando por el Tablero, Cartas y Fichas y terminando con los hermosos Dados personalizados, el juego apuntó a componentes de calidad que le permiten lucir sus mecánicas y temática.

Las Redes del Reich: Un juego que solo puede ser chileno

Quiero abordar Las Redes del Reich no solo como juego, sino también como un hito de los juegos de mesa nacionales en general, porque creo que lo merece. Aunque, por favor consideren que yo no me mudé a Chile hasta el 2017, así que puedo estar desinformado en algunos aspectos, por lo que agradezco cualquier corrección que sea necesaria.

Las Redes del Reich arte portada

Creo, desde mi mirada, que Las Redes del Reich tiene más importancia para el desarrollo de juegos en Chile de la que se le da. Hasta su producción, no había habido juegos de este nivel de ambición, tanto en lo que respecta a la cantidad y calidad de sus componentes, como en la temática. Me explico:

Los juegos de mesa chilenos previos a Las Redes del Reich fueron casi exclusivamente juegos de cartas. Esto tiene sentido: los juegos de mesa con un objeto caro de producir, normalmente teniendo que delegar su impresión a China, y cada componente suma al costo de su producción. Para lograr que algo de este nivel se lograra, fue imprescindible una cosa: el financiamiento de los Fondart.

También, hasta donde sé, este fue el primer juego de mesa en ganar un Fondart, pero no el último. Las Redes del Reich abrió el camino no solo a que otras editoriales fueran más ambiciosas en la complejidad y calidad de sus juegos, también les mostró que era posible realizarlo utilizando los Fondos del Estado como herramienta. Desde entonces, los juegos de mesa han estado presentes casi todos los años en las listas de los Fondart, permitiendo a las editoriales concretar proyectos arriesgados y pertinentes a la realidad chilena.

La Frontera arte portada Sobremesa
La Frontera, otro juego de mesa financiado por los Fondart que fue recientemente publicado

Eso me lleva al segundo punto que quiero resaltar de Las Redes del Reich: su temática. Hasta su llegada, las temáticas de los juegos eran, en realidad, bastante genéricas. Algunos podían asociar su temática a aspectos nacionales identificables. Por ejemplo, la producción vitivinícola. Pero Chile no es el único país que la desarrolla. Por otro lado, la historia del Departamento 50 es inseparable de Chile. Los mapas del juego son de ciudades chilenas. Los personajes y cartas referencian a Chile de una forma en que ningún otro juego antes lo hizo.

Y ese es, creo, el mayor logro de Las Redes del Reich. No solo marcar el punto en que el mercado local dio el salto a juegos más complejos. Ni que subiera la vara respecto a lo que se espera de la calidad de los juegos. O que abriera el camino para la participación de los juegos de mesa en los Fondart. Sino mostrar que Chile tiene temas interesantes para ser abordados de forma lúdica, y que no podrían verse en otro lugar.

Opinión final

Mi opinion de Las Redes del Reich es, en general, positiva. Pero siento que es mucho menos apreciado de lo que debería por el resto del público. He visto este juego en reventa, nuevo, a $10.000, lo que encuentro un insulto.

Dejando de lado su importancia histórica para el hobbie, de la cual ya me explayé, creo que tampoco se lo valora como juego. Sí, es innegable que el Manual le ha jugado en contra. Y hay algunos puntos en los que, me parece, el juego no está del todo balanceado. Por ejemplo, con ciertas combinaciones de cartas, un Detective podría limpiar completamente el mapa de Cubos de Influencia con bastante poco esfuerzo. Lo he visto suceder.

Las Redes del Reich tablero partida

Pero, aunque quizás la ambición del juego llevó a una jugabilidad más compleja de la que los diseñadores podían transmitir, no creo que ese sea un mal juego. Incluso ignorando lo mucho que me gusta su temática y componentes, el juego en sí es divertido. Como una mezcla entre Pandemic y Fury of Drácula. La verdad, me alegra tenerlo en mi ludoteca, y les recomiendo probarlo para ver si también les gustaría. Solo asegúrense de usar la segunda edición del manual.