Los Nuevos Clásicos – Everdell

El universo de los juegos de mesa se expande rápido, por lo que hay varios títulos contemporáneos que ya figuran como clásicos

Escrito por Andrés Suárez

Comiqueros.cl » Rol y juegos de mesa » Los Nuevos Clásicos – Everdell

Los juegos de mesa modernos son todo un universo y a estas alturas hay nuevos clásicos más allá del Catán, por ejemplo. Los sueles ver en las colecciones de quienes lucen ludotecas de varios títulos, pero también en las de los que recién comienzan. Eso no es por nada, hay una razón de peso, y es que son grandes juegos. Uno de ellos es Everdell.

En Everdell una civilización crece en torno al Árbol Eterno y cada jugador/a construirá su propio poblado con sus respectivos habitantes y edificios, usando para ello cartas y cuatro recursos: madera, resina, piedra y arándanos.

Es un juego que se caracteriza por su imagen tan trabajada. Todos sus componentes son de gran calidad pero, sobre todo, de tierna belleza. Cuando todo está seteado (entiéndase como “armado sobre la mesa y listo para jugar”), resulta común detenerse un momento a admirar lo bonito que se ve.

Las ilustraciones de sus cartas son impecables y encantadoras, todo en el juego respira su temática. Además, el juego base usa una maqueta del Árbol Eterno que destaca sobre el tablero por su altura y envergadura, una verticalidad que se agradece visualmente; su uso práctico se puede dudar todo lo que se quiera, no así su imagen, pues el árbol es casi un sello del juego base.  

Ahora bien, como juego en sí, se usa el posicionar trabajadores (poner miniaturas en algún espacio para obtener uno o más tipos de recursos) y el gestionar recursos (para pagar cartas y obtener puntos), dos mecánicas básicas que cualquiera podrá entender nada más al empezar la partida.

Eso es el juego, así de simple. Comienzas con dos trabajadores y a medida que avanzan las cuatro rondas (invierno, primavera, verano y otoño) se adquieren cuatro más. Es genial cómo pasas de pensar «con sólo seis trabajadores esto no durará nada» a «dura justo lo que tiene que durar y si sé usar mis trabajadores de manera correcta lograré hacer más cosas».

O «no alcanzaré nunca a juntar todo lo que necesito para pagar las cartas que quiero» a «tengo recursos de sobra», ya que todas las cartas y recursos se relacionan entre sí, creando una economía general para la partida por un lado, y una economía interna según cómo construimos nuestro poblado por el otro.

Hay un equilibrio muy bien logrado entre turno, rondas, costes, recompensas y duración, todo ello varía en tanto a cómo hacemos nuestro pueblo. Por otro lado, es difícil saber quién va ganando hasta el final, algo de lo que cualquier juego se beneficia, y depende muy poco de la suerte, hay estrategia en varios niveles para que se profundice en ella tanto como se quiera.

Funciona tan bien de a dos como de a tres o cuatro; más allá mentiría, pues para jugar con una cantidad mayor se precisa una expansión y no me ha tocado jugarla. Asimismo, de todos los juegos en solitario que he probado, este es de los pocos que me ha resultado accesible y entretenido: fácil de entender y entretenido de jugar, no hay que tener el manual en mano para poder jugarlo estando solo.

Un contra es su precio (aprox. 60-65 mil), pero se compensa con su re-jugabilidad. Además tiene varias expansiones que, según entiendo (pues no las he probado aún), añaden una mejora tangible y una extensión considerable de las variables en juego por cada una, aunque son igual de caras que él juego base.

Otro punto en contra es el hecho de que no se puede guardar el Árbol Eterno una vez armado; o al menos yo no lo hago, por evitar el desgaste del material al armarse y desarmarse. Así que mientras no se juega, figura como adorno en una repisa (no es tan malo tampoco, pues es bonito).

Pese a su encantadora presentación y temática, Everdell no está en la ludoteca de tantas personas por solo ser bonito, sino porque también y por sobre todo es un gran juego, apto para principiantes y avanzados/as. Recomendado por donde se mire, pues a todas luces es un nuevo clásico de los juegos de mesa.