La Tumba de las Luciérnagas: Una novela trascendental.

Analizamos el libro escrito por Akiyuki Nosaka, La Tumba de las Luciérnagas, su profundo mensaje y su adaptación por Isao Takahata (Ghibli).

Escrito por FanoPetrikov

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Cuando se busca hacer una película, ya sea en live action o en animación, la dirección busca hacer de esta una historia envolvente, donde los factores irreales no sean un impedimento para llegar al espectador de una manera realista, al menos en factores emocionales o derechamente, sumergirte en la trama hasta sentirte parte de ella.

Además de esto, el adaptar novelas a películas es más complejo aún, pues la similitud juega un rol importante para las personas más críticas y además, maneja una vara muy alta, al ser una adaptación de un contenido original. Pocos son los films que logran tanto parecido con sus pares literarios; mientras que unos solo logran dar un buen homenaje, el resto, a veces es un bodrio. Lo que sí es cierto, es que hay historias que cumplen con la premisa de que “la realidad supera la ficción”. Esta es una.

Imagen de Seita con Setsuko en brazos, camino al refugio.

Información

La tumba de las luciérnagas, o Hotaru No Haka, es una novela corta, escrita por Akiyuki Nosaka en 1968 y publicada conjuntamente con Las Algas Americanas (1967). Akiyuki se formó en diferentes áreas del arte, tanto musicales como de la literatura. Cuando fue el lanzamiento de la novela, tuvo una excelente recepción de la crítica del país.

Teniendo mejor impacto que Pornógrafos (1966), La Tumba de las Luciérnagas representa un antes y un después en la novela que relata la post-guerra, dejándolo como un de los mejores escritores del género. Akiyuki vivió su infancia en la región de Kobe, ciudad que fue bombardeada, incendiada y borrada del mapa por la armada americana en la segunda guerra mundial, dejando a Nosaka huérfano de su familia adoptiva. El relato del libro se basa en sus propias experiencias.

Portada de la versión del libro, a cargo de la editorial Acantilado.

Sinopsis

La tumba de las luciérnagas es un relato contado por su protagonista, Seita. La historia comienza el 21 de septiembre de 1945, contando la muerte de Seita por inanición. Antes de eso, Seita de 14 años, vivía con Madre y con Setsuko, su hermana de 5 años en Kobe, una de las tantas ciudades arrasadas por la aviación estadounidense.

En marzo de 1945, luego del aviso de bombardeo, Seita logra esconder todos sus víveres, enterrándolos en el patio de la casa; mientras su madre iba al refugio, él, posteriormente, se llevaría a Setsuko. Su tiempo fue escaso, por lo que no pudo llegar a tiempo a la zona de seguridad, quedando expuesto bajo las llamas de los ataques, la ciudad infernal y la angustia colectiva.

Escena del film de Ghibli post-bombardeo.

Sobreviviendo al bombardeo, Seita logra llegar con su hermana al refugio, enterándose que su madre tenía lesiones terribles que le cobrarían la vida. Huérfanos de madre y con su padre en la guerra, ambos son acogidos por la viuda de un primo de su padre, quién, luego de aprovecharse de ellos, comienza a recriminar su acogida, llegando a provocar la decisión de que ambos de marchen.

Seita se lleva a Setsuko a vivir a una cueva con forma de «U», que servía como refugio anti bombardeos, ambos acomodaron las cosas que poseían ahí. En el transcurso del relato, se cuentan las constantes intervenciones americanas a la zona, bombardeando y atacando balísticamente. Seita logra sobrevivir, ayudado por la venta de algunos bienes personales más algunos ahorros que su madre había dejado en el banco.

Setsuko, en la película de Ghibli.

Al pasar de los días, Japón, bombardeado en Hiroshima y Nagasaki con armamento nunca antes visto, se vio en la obligación de rendirse, considerando la lucha armamentista como inviable. Junto con esto, los acontecimientos de ocupación americano introdujeron al imperio en una crisis económica y de recursos que afectó también a Seita, haciéndole imposible conseguir cosas nutritivas.

Esto desencadenó en la muerte de su hermana por inanición, y posteriormente, como se comenta al inicio del libro, con la muerte de él, esperando en alguna estación de ferrocarriles, la piedad de la humanidad.

Análisis y comentarios

Hay que tener en consideración que Akiyuki Nosaka logra usar el relato de La tumba de las luciérnaga, como un imaginario empírico. Él, criado en una familia adoptiva en la ciudad de Kobe, vivió en carne propia los bombardeos y la pérdida de su familia, quedando huérfano. En esta ocasión, su experiencia le permite recrear una situación similar para poder entregar esta novela.

Aviación de Estados Unidos, camino a un bombardeo al distrito de Kobe, Japón.

Otra fuerte inspiración, es la costumbre que se hizo ver a hermanos mayores de poca edad hacerse cargo de sus menores. Las cremaciones informales era la única manera de combatir y evitar las infecciones ambientales por la putrefacción, y si bien, se hacía de una manera bastante informal, no quiere decir que no hubiera detrás un dolor tanto familiar, como nacional.

Los ataques a Kobe se basaron en incendiar los campos y las ciudades, con bombas llenas de líquidos inflamables y difíciles de apagar con agua, aproximadamente 3 a 5 litros de aceite, de fácil expansión. Ataques de 30 o 40 aviones cargados con 50 de esos, es para desaparecer del mapa una zona.

Ciudad de Kobe, a 3 días del bombardeo de Marzo del 45′.

Japón, posterior a la guerra, se paró de muy buena manera con el pasar de los años. Pero el orgullo patriótico que presentan les impide borrar de sus memorias semejantes hechos, puntualmente la bomba atómica. En el segundo del libro, Las Algas Americanas, se habla de una familia clásica japonesa que recibirá a unos invitados norteamericanos, 25 años después de que el imperio se rindiera.

Este relato nos revitaliza la idea planteada anteriormente, respecto a reponerse de las atrocidades de la WWII. Acá, los anfitriones japoneses buscan constantemente acompañar a sus invitados. Pero su hospitalidad se ve afectada, sobre todo por el hombre de la casa, debido a las secuelas del orgullo por la guerra, el inconsciente colectivo japonés no superará jamás el ataque atómico, porque ese ataque superó todas las ideas de humanidad que pudieron alguna vez existir en la faz de la tierra.

Refugios subterraneos, similar a los del libro y película, utilizados para los bombardeos.

Conclusión

Sin lugar a dudas, la película es bastante fiel al libro. Por razones obvias, el libro entrega más detalles de cosas puntuales que nos gustaría saber y nos sumerge más en los pensamientos de los protagonistas.

La sensación de angustia constante que me genera ponerme en los zapatos de Seita, es realmente incómoda. Uno puede llegar a imaginar la tragedia que puede ser estar en un estado de guerra, y junto con ello, perder a tu familia, pero la imaginación a la realidad es realmente distante.

Fotografía de Joe O’Donell, tomada a un niño con el cadáver de su hermano a sus espaldas, en fila para una cremación. Foto tomada en Hiroshima.

En Japón, hay un concepto llamado mono no aware. ¿Has visto en los animes, la hoja o pluma que cae al agua y genera ondas expansivas, ya sea en el inicio del Opening de Sakura Card Captor o en el ending «Ángeles Fuimos» de Dragon Ball Z? Bueno, este concepto es budista.

Apela a la impermanencia de las cosas, es la tristeza en el inicio o el fin, dando paso al cambio constante, nuestra existencia, genera un eco en un fondo aún mayor, por muy diminuta y vana que sea. Conmoverse por la tristeza o la felicidad de lo que pasa como un flash, nos deja sorprendidos y cuestionados. Podríamos llegar a consultarnos: ¿porqué las luciérnagas mueren tan rápido? En este concepto podemos encontrar la respuesta.

Pintura japonesa representativa del concepto del mono no aware.

Me gusta, sin embargo, que existan libros, películas y documentales de esta índole, que nos relaten lo crudo que han sido muchos de los hechos históricos en todo el mundo. Todo esto a modo de enseñanza de lo que no se debe volver a hacer jamás, pero lamentablemente, la humanidad es una de las pocas especies en el planeta, que no aprende de sus errores.

Para finalizar, me gustaría hacer mención a una cita del manga La Ciudad del Atardecer; El País de los Cerezos que dice:

¿Estarán contentos? Incluso después de 10 años de echarnos la bomba, ¿pensarán, ¡Viva! Ha caído otra? No es justo, estaba convencida de que yo no iba a morir… ah… este aire… ¿se habrá acabado alguna vez la calma del atardecer? No, esto aún no ha terminado… por muchos atardeceres que terminen, esto no terminará jamás.

La Ciudad del Atardecer; El País de los Cerezos. De Fumiyo Kouno.

La novela la obtuve con la gente linda de Libraria Chile, especializados en traer literatura japonesa, pueden ubicarlos en sus redes sociales, excelente atención, muy buena disposición y sobre todo, amables. Pinchen su nombre para ir a su Facebook y también los pueden buscar por Instagram.