Entrevista a Roberto J. Paredes, autor de Chiloé Zombi

Tras hacer ciertos rituales arcanos y otras pruebas valientes y peligrosas, Comiqueros logró invocar a R. J. Paredes para hablar sobre su reciente novela. A continuación nos contará cómo surgió la idea, el proceso creativo, sus referentes literarios, proyectos y un par de anécdotas que lo llevaron a escribir.

¿Por qué decidiste escribir una novela de temática zombi?

El tema zombi siempre me ha interesado mucho. Cuando escribí esta novela ya había escrito canciones de zombis, ya había muchas canciones de zombis que me gustaban, películas de zombis que me fascinan hasta el día de hoy. Creo que explora una faceta de la humanidad que no se ve todos los días; el miedo a ser atacado, la posibilidad de tener que defenderte a punta de hachazos o saber que te mordieron y decir “¿Qué hago? ¿Le digo a los demás y que me maten? ¿O hacerme hueón?”. En ese sentido, la temática zombi da para harto. Y da también para hacer comentarios sociales y muchas cosas. Pero la verdad es que cuando escribí la novela estaba pensando en entretener a mis amigos. Siempre he escrito para entretener a mis amigos. De hecho eso se ve en Chiloé Zombi, tiene bastante de comedia entremedio.

Porque me gusta la temática y, en ese momento, estaba bien pegado con el tema zombi. Además, hace poquito había leído el comic Zombies en Moneda.

¿Por qué escogiste Chiloé? ¿Cuál es tu conexión con aquella zona?

Porque en el tiempo que la escribí estaba viviendo en Chiloé. De hecho, viví en Chiloé tres años y medio y, en ese mismo tiempo, escribí también La orden de los mares. Yo creo que mi tiempo viviendo en Chiloé ha sido una de las etapas más importantes de mi vida, fue donde me desarrollé más como profesional, donde comencé mi vida independiente y a vivir con la que ahora es mi señora. Allá formamos una especie de familia con un grupo de amigos que tenemos hasta el día de hoy. Y bueno, conocí mucha gente.

Pero en particular porque el momento en que empecé a escribir la historia, estaba describiendo lo que pasaba en ese mismo instante. Yo estaba en una charla escuchando aburrido y comencé a escribir más o menos lo que pasó, excepto el momento en el llegan los zombis. Le di ese giro para hacer reír a mis amigos que estaban ahí. Es más, ellos fueron la inspiración de los personajes.  

Por lo que sé, La orden de los mares también es de terror/horror ¿Este es tu género favorito?

Sí, siempre ha gustado el terror, siempre me ha interesado la temática ocultista (a pesar de que no creo en absolutamente nada), creo que es muy interesante ver todos esos lados e incluirlos en la ficción. Son interesantes, son entretenidas y al hacerlas reales dentro de la ficción se logran cosas muy interesantes. El terror en sí tiene esa particularidad: uno puede hablar desde lo muy terrenal y llegar a un resultado horrible, y también desde lo terrenal hacer real cosas muy fantasiosas, como los zombis en este caso.

 Siempre me he ido por ese lado en el cine y después, más grande, por la literatura. Siempre me gustó el terror, mientras más sangriento mejor.

¿Desde dónde crees tú que viene esta fascinación por el terror?

Desde chico me gustó. Siempre me acuerdo de un día haber visto el tráiler de Alien 3 y me cagué de miedo. Recuerdo haber dicho algo como  “¿Qué onda ese vicho tan feo?” y cosas así. Le tuve harto miedo hasta que, tiempo después, me dije “No, no me pueden dar miedo estas cuestiones. O sea, si son fantasía” y me terminé obligando a ver Alien 3, que  fue un gran paso en mi vida. Después empecé a meter más y más en este tipo de películas, siempre acompañado de la música, en especial el metal tiene mucho de terror, sobre todo las corrientes más extremas.

¿Cómo empezaste a escribir? ¿Desde qué edad?

Tengo recuerdos de haber aprendido a leer y a escribir en la enseñanza básica obviamente, como en primero básico. Tuve facilidades para aprender, no sé por qué, se dio simplemente que aprendí a leer muy rápido y, tan pronto como aprendí a juntar las letras para formar palabras, empecé a escribir. Tengo pruebas de hecho, porque mi mamá tiene algunas cosas que escribí cuando estaba muy chico.

Y ya cuando escribí Chiloé Zombi siempre había escrito cosas chicas como cuentos y esa cosas (muchas veces sin terminarlos). Nunca escribí como algo serio, pero cuando comencé Chiloé Z y caché que la historia me estaba gustando y que ya se estaba poniendo más interesante, decidí que esto tenía que ser un poquito más.

¿Cuáles son tus referentes literarios?

Obviamente Lovecraft, que yo creo que no existe hoy en día escritor de terror que no lo haya leído. Con todo sus pecados en cuanto a prosa o estilo que le quieras agregar, sigue siendo así como el puto amo. Leí mucho King, Horacio Quiroga y en el último tiempo he estado leyendo a hartos autores chilenos (aunque no siento que me hayan influido tanto). Pero sí te puedo de decir que los más clásicos: Lovecraft, King, Poe, Clive Backer y Shaun Hotson. Sobre todo el último que yo creo que hay harto de él en Chiloé Zombi, porque el libro que leí de Hotson, La sangre de la Bestia, tenía harto disparo, harta pirotecnia en cada página.

¿Cómo fue el proceso creativo de Chiloé Zombi? ¿Cómo surgió la idea y cuánto tardaste en terminarla?

Voy a partir la pregunta desde atrás para adelante. Me demoré en total como dos meses, pero lo redité y redité y reedité hasta el cansancio porque cada vez se me ocurrían más ideas.  Además, no escribía todos los días porque, como te decía, esto lo escribí para entretener a mis amigos. En un principio no tenía el proyecto de publicarlo, pero cuando caché que la historia era buena y a varios le había gustado, guardé el libro por harto tiempo hasta que tuve la posibilidad de publicarlo.

El proceso creativo de Chiloé Z… Bueno, partió así, con la situación de que estaba en una charla y decidí continuar la historia, y ahí hay una muy cosa particular con esta novela: yo no tenía idea de lo que iba pasar.  O sea, está narrado en primera persona, desde el punto de vista de alguien que no sabe qué va a pasar después a pesar de que está contando su historia, porque yo no sabía lo que iba a pasar después. Yo lo iba escribiendo y estos personajes me iban hablando y se iban moviendo.

¿Qué es lo que más te gusta esta novela? ¿Sientes que te refleja cómo escritor, que tiene tu sello personal?

Sí creo que tiene mi sello personal. Me gusta mucho el humor negro y mezclarlo con las catástrofes, que es lo que normalmente trata uno de evitar en la vida real. Pero para este tipo de historias es totalmente válido. En ese sentido me refleja. Sin embargo, creo que he evolucionado mucho desde que la escribí ya que en ese tiempo no tenía una estrategia de escritura.  No refleja la forma en que escribo ahora, pero sí la persona que soy.

Lo que más me gusta es que una vez que empieza la acción no para. Muchos me han dicho que es una lectura maratónica, que una vez que la agarras no la puedes soltar y eso me gusta. Me gusta que sea rápida, que los personajes sufran, que tengan dudas y se pregunten las mismas cosas que me preguntaría yo de estar en esa situación.

¿Qué hubieses hecho tú de haber estado en el lugar de Emilio, tu protagonista? ¿Habrías trabajado en grupo o hubieses seguido solo? ¿Hubieras logrado mantener la calma ante todo el caos?

Yo creo que habría tratado de trabajar en grupo, pero no sé si hubiera logrado mantener la calma. Yo creo que mucho antes le habría dado un par de combos a unos cuantos y habría tratado de no tomar tantos riesgos con tal de cuidar a las personas que andaban conmigo… Pero eso no sería entretenido ¿cierto?

¿Estás trabajando en nuevos proyectos actualmente? Y si es así, ¿también están relacionados con el horror y el terror?

Sí, de hecho tengo algunos proyectos en otros géneros, pero lo que más me llena es escribir terror. Estoy trabajando actualmente con Colectivoscuro, se vienen hartos proyectos con ellos.

También tengo una novela en la que he estado trabajando como un año, pero la verdad es que me ha costado seguir escribiéndola por el tema de la pandemia, ya que hay varias cosas investigativas que no he podido hacer. Además de que la historia se ha ido tornando cada vez más interesante y no la quiera terminar tan abrupto. Y una especie de colección de cuentos medios lovecraftianos situados en Tomé.

¿Qué ficciones de zombis (ya sean libros o películas) le recomendarías a las personas que quisieran ver o conocer más historias de muertos vivientes?

En literatura, Braindance fue una de las primeras cosas que leí de zombis. También Chile Zombi de M. M. Kaiser que es muy buena, muy entretenida (de hecho, Chiloé Zombi pertenece a ese universo), tiene cosas muy interesantes e inesperadas yendo hacia el final. Recomiendo el cómic Zombies en La Moneda porque es muy divertido, incluso aparece Bachelet peleando con los zombis. Además de The Walking Dead, que todo el mundo ya conoce.

Y con respecto al cine (que para mí los zombis son más de películas) siempre recomiendo Dead alive/Braindead (1992), Shaun of the dead (2004), Tren a Busan (2016) y Nigth of the livingdead (1968), la clásica. Otra que es sobrenatural, pero igual tiene zombis es The Beyond (1981); es muy buena esa película, es una locura.

Por último, ¿Qué opinas sobre el desarrollo de la literatura de terror en Chile? ¿Crees que tiene su merecido lugar? ¿O sientes que todavía falta que aparezcan muchos más autores dispuestos a crear pesadillas?

Creo que la literatura de terror en Chile está bastante más desarrollada de lo que yo me había imaginado, porque como profesor de inglés por lo general había leído cosas en inglés, así que no tenía idea del terror en Chile. Pero ahora que empecé a publicar yo me he rodeado con más gente de acá y he leído cosas de acá también.

Me he dado cuenta de que hay un universo impresionante, es genial lo que hay acá en terror, pero siempre puede haber más. No creo que esté justo, de hecho eso es una de las motivaciones de Colectivoscuro, encontrar estas voces del terror. Lo que sí, no sé si tiene su merecido lugar porque en general la literatura de género en Chile es mirada en menos. Pero como te decía yo, no escribo para que me tomen en serio, escribo para entretener a la gente.