Robert Eggers ha demostrado ser un uno de los directores más distintivos y talentosos del último tiempo. Con solo tres películas aclamadas por la crítica y el público, ya ha dado muchísimo de qué hablar. Sin embargo, hay ciertas similitudes y patrones evidentes en su cine.
The Witch: Terror clásico y atmosférico
The Witch, más allá de ser una película de terror, Robert Eggers la convierte en una experiencia con tintes de cuento folklórico. El escenario es contemplativo, el entorno, las miradas y lo que habita en el lugar es esencial. La atmósfera que envuelve al escenario es la que consume a los personajes y al espectador. Además de tener más peso que los sucesos paranormales en sí.
El conflicto lentamente va separando a la familia y los hace dudar de quién pueda estar detrás de todo lo que sucede. Cada miembro de la familia es consiente de que algo raro pasa, pero cada uno tiene una percepción distinta. Eggers opta por no mostrar todo a la primera y crea una tensión que va creciendo cada vez más hasta dar con las respuestas. Por todo esto, The Witch es sorprendente y destacó gracias a la particular mirada de Eggers. Pero solamente fue el principio.
The Lighthouse: Más autoral, retorcida y psicológica
Como en su anterior película ya había mostrado paisajes y lugares amplios, con The Lighthouse hace lo contrario. La historia se sitúa en un espacio sumamente reducido y con el foco central puesto solo en dos personajes, interpretados por Robert Pattinson y Willem Dafoe.
Robert Eggers escribió el guion junto a su hermano Max Eggers basado en un cuento de Edgar Allan Poe. The Lighthouse es una cinta menos convencional en cuanto a terror se refiere. Es más perturbadora, psicológica y confunde la realidad mezclándola con lo onírico. A primera vista es confusa, ya que las piezas del rompecabezas están en desorden y al final no se resuelve toda la historia. Es más, deja mucho a la interpretación. Es claustrofóbica, reiterativa, y su propósito es confundir al espectador para que sienta lo que están viviendo los personajes.
The Lighthouse es impredecible y aumenta la locura en cuanto a la historia y el estilo de su director.
The Northman: Hamlet en tiempos vikingos
Con su más reciente película, Robert Eggers sorprende poniendo énfasis en la brutalidad y en lo épico del relato. La fortaleza principal de The Northman está en la manera de contar la historia, más que en la historia en sí. Es muy particular, llena de excentricidades y tópicos espirituales que sorprenden y aportan a la experiencia. Es violenta, cruda y no se cierra a mostrar lo animal que pueden llegar a ser los seres humanos.
A diferencia de sus películas anteriores, esta tiene más personajes, pero todos tienen su momento para lucirse y dan todo de sí. Técnicamente es notable, desde la cinematografía hasta el uso de las locaciones. Debido a la simpleza de la historia, la sensación de espectáculo es más destacable gracias a constantes planos secuencia, un intenso soundtrack y un ritmo envolvente. Quizás sea la película más comercial, fácil de ver y entender de Robert Eggers hasta la fecha, pero es de las mejores del año sin duda. Es básicamente Hamleth pero versión Vikinga y por lo mismo, The Northman es épica.
Estilo
Si bien las tres películas tocan temas distintos, hay elementos en común, por ejemplo: Las épocas pasadas, el ritmo pausado, silencios incómodos e imágenes perturbadoras que evocan a obras artísticas. Robert Eggers ha sido un gran aporte dentro del género del terror y ha demostrado tener un estilo único. Hasta ahora, a pesar de las demandas de los grandes estudios, ha sabido mantener su esencia y sigue sorprendiendo tanto al público como a los cinéfilos.