Dragonlance: fantasía épica nacida de un dado

Lo que partió como una simple partida de rol se terminó convirtiendo en una de las más grandes sagas de fantasía épica de la historia.

Escrito por Lord Dragón

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Para los lectores de fantasía y jugadores de rol, el nombre Dragonlance no es desconocido. Por varias décadas ha sido sinónimo de fantasía y aventuras al estilo clásico.

Origen de Dragonlance

En el año1984 la empresa de juegos de mesa TSR, Inc era la dueña de la franquicia o marca de juegos de rol más popular del mundo, es decir, Dungeons & Dragons o Calabozos y dragones como se conoce en español.

En su afán por expandir el alcance de su popular juego, y tras dos años de desarrollo, crearon una nueva campaña llamada Dragonlance. Esta consistía en un nuevo módulo de juego con mundos y escenarios originales distintos al clásico de D&d. Por si eso fuera poco, esta nueva campaña vino acompañada por una serie de novelas para ampliar el mundo o “lore” y motivar a los jugadores a explorar.

La idea original de Dragonlance fue concebida por el matrimonio de autores estadounidense Laura y Tracy Hickman mientras viajaban en auto hacia una entrevista de trabajo en la misma TSR, Inc . Al llegar ahí presentaron su idea y, junto a un grupo de colaboradores, se pusieron a jugar una emocionante partida de Calabozos y Dragones basándose en la idea de los Hickman. La sesión fue todo un éxito y la trama de su juego los inspiró para elaborar el nuevo módulo de juego y escribir las que serían las primeras novelas de una monumental serie de libros.

En dicha partida de rol Tracy Hickman conoció a la escritora Margaret Weisy ambos acordaron juntarse para escribir la primera novela de su juego.

Dúo dinámico

Entre ambos autores plasmaron o traspasaron los conceptos del juego de rol al papel y dieron vida a las primeras novelas de Dragonlance.

Este nuevo dúo que se formó fue el creador de las historias esenciales de Dragonlance, aquellas que conforman la columna vertebral de toda la titánica serie de libros.

La cohesión de ambos escritores fue tan notable que se han mantenido juntos escribiendo en conjunto (hasta el día de hoy) muchos libros de Dragonlance así como otras series propias que nada tienen que ver con Dragonlance y que, no obstante, son de igual calidad que estas. En la actualidad son una dupla muy reconocida dentro de la fantasía épica a nivel mundial.

Series como El Ciclo de la puerta de la muerte compuesta de siete libros o La tetralogía de La espada de Joram o la trilogía La rosa del profeta son algunas de las tantas obras literarias que han escrito en conjunto además de la ya mencionada Dragonlance.

Trama de las novelas

Todo se inició con la novela El retorno de los dragones, el primer volumen de la trilogía titulada Las crónicas de la Dragonlance.

Un grupo de amigos se vuelve a reunir tras pasar varios años separados viviendo aventuras personales. Cuando llegan al lugar acordado se encuentran con la desagradable sorpresa que su otrora hogar está siendo atacado por unas repulsivas criaturas. Por si fuera poco los dragones están de vuelta para amenazar su paz y hay una malvada diosa que los controla.

Su valiente espíritu y el altruismo propio de los héroes los condujo a intentar ayudar a la gente del pueblo y a los nuevos o viejos amigos que se les unieron en el camino. De pronto se ven inmersos en el centro del conflicto y sus acciones tienen consecuencias que pueden cambiar el curso de la inminente guerra. Para ello deben viajar unidos y enfrentarse a un sinfín de peligros y misiones que pondrán a prueba su amistad y sus convicciones.

En esta primera novela se sientan las bases de todo el mundo de Krynn. Se mencionan superficialmente hechos del presente y pasado que luego serán explorados en diferentes libros entre todos los autores y que abren la puerta para cientos de historias más.

La trilogía inicial se compone de: El retorno de los dragones, La tumba de Huma y La reina de la oscuridad y se conoce como Las crónicas de la Dragonlance.

Universo compartido de Dragonlance

La empresa TSR, Inc fue absorbida en 1998 por Wizards Of The Coast, mundialmente conocida en la actualidad por ser los dueños oficiales del famoso juego de cartas intercambiables Magic: The Gathering y quienes también adquirieron los derechos Dungeons & Dragons y los manejan hasta la actualidad. Como los autores Weis y Hickman no son los dueños legales de la marca Dragonlance, hay también otros autores que, con el permiso (y seguramente un porcentaje importante de las regalías) de TST o Wizards Of The Coast han publicado novelas ambientadas en el mismo mundo y que llevan el nombre de Dragonlance.

Estos libros comparten con la trilogía original las mismas razas, los mismos países-ciudades y hasta los mismos personajes. Esto significa que toda la saga literaria de Dragonlance con sus diversos autores se considera un universo compartido.

Con tantos escritores involucrados desarrollando sus propias historias y publicando varias series, la suma total de libros llega a más de 100. Al contar con la licencia oficial, la mayoría de las novelas se considera “canon”.

Gran parte de las portadas fueron ilustradas por el célebre artista norteamericano Larry Elmore. Nombre importante en la literatura de fantasía quien dibuja bellas representaciones de muchos mundos mágicos.

Puedes encontrar una lista con todos los libros publicados hasta la fecha aquí.

Dragonlance y la fantasía clásica

Los juegos de rol como Calabozos y Dragones beben directamente de la influencia de Tolkien y su magna obra El señor de los anillos. Esto significa que en su mundo integran elementos similares a los encontrados en el libro del profesor. Enanos, dragones, guerras y elfos son algunas de las similitudes apreciables. También el comportamiento de los personajes y la identidad de las razas se corresponden. Por ejemplo, los elfos con su aire de superioridad y su aislamiento de las otras razas. O los enanos que viven bajo las montañas, trabajan la piedra y son muy obstinados de carácter.

Estos elementos arquetípicos se traspasan también a la literatura de fantasía, en especial a los libros publicados entre los 50s y los 90s. En su mayoría, estos siguen la misma línea argumental y respetan las ideas establecidas sobre la fantasía épica. Dragonlance no es la excepción ya que además de las razas, la actitud de los personajes y la guerra entre el bien y el mal, también posee un grupo o “party” compuesto por miembros de varias razas que se embarca en un viaje lleno de aventuras y cuya participación será clave en la resolución del conflicto a nivel global.

Dragonlance y su fantasía sobresaliente

No obstante, aunque los clichés puedan desincentivar a futuros lectores, Weis y Hickman supieron cómo ejecutarlos con maestría. Supieron cómo dotar a sus personajes de la suficiente personalidad y profundidad para destacar entre tantos otros personajes unidimensionales. Vemos algunos que muestran tintes grises y realistas en su forma de actuar, que se alejan del blanco y negro tan común por esos años. A su vez, el mundo creado es sumamente vasto como para cautivar a todo aquel que busque una experiencia inmersiva en la que perderse explorando y averiguando sus detalles e historia.

En definitiva, pese a estar basada en juegos de rol (y la simplicidad que conllevan algunos de sus elementos) y ser parte de una camada de fantasía épica cargada a los clichés, sobresale entre la multitud. Entrega una obra que da cátedra sobre cómo manejar esos elementos, hacerlos interesantes y entregar una historia satisfactoria hasta para los más críticos.

Opinión

Es una serie de libros que todo amante de la fantasía épica y de la literatura fantástica debería leer, ya sea grande o chico. Son entretenidos, atrapantes, poseedores de un rico mundo, personajes pintorescos y cientos de historias entremezcladas que prometen horas y horas de diversión.

En su simpleza radica gran parte de su encanto. Son obras que te sumergen en un mundo épico y mágico donde solo debes dejarte llevar y disfrutar.

Además, con tantos autores diferentes, de seguro encuentras uno que haya escrito una trilogía cuyo estilo se adapte mejor a tus gustos.

¿Qué esperas para ir a leerlos?