¿No sabes qué ver?, ¿buscas desconectarte un rato de la rutina?, ¿ganas de organizar una junta rápida con películas bobas y snacks? Pues, afírmate los pantalones porque Usagi vuelve con una nueva recomendación de su biblioteca personal: Brahmāstra: Part One – Shiva.
Brahmāstra y el Astraverso
El 2022 fue un año maravilloso para el cine de Bollywood. RRR se consolidó como un éxito internacional, recaudando más de 150 millones de dólares y ganando un Óscar por mejor canción. Sin embargo, hubo otra película que llamó la atención de los amantes de la fantasía y, sobre todo, de quienes gustan involucrarse en universos complejos que requieren más de una entrega para tomar forma.
Y quizá esas fueron las razones por la que Brahmāstra se abrió paso como un tren a toda velocidad. Su primera entrega no es perfecta, pero no tiene miedo de relucir su increíble despliegue de efectos especiales. Y es que, como verás en el tráiler un poco más abajo, el fuerte de la película es bombardearte, sin descanso, con combates épicos llenos de magia, contexto inspirado en la cultura ancestral de la India, y esos bailes tan característicos de Bollywood.
Desglosando Brahmāstra
Brahmastra es un universo cinematográfico en construcción con una sola película estrenada hasta el momento. La parte 1 tiene una duración de 2 horas y 47 minutos. Logró recaudar más de 35 millones de dólares solo en la India, siendo una de las 5 películas más taquilleras del 2022.
Según entrevistas de medios locales, los productores buscan crear la franquicia inspirada en dioses definitiva, usando los éxitos de Marvel como principal inspiración para definir su fórmula.
La trama se compone de 2 arcos, pero a fin de evitar los spoilers te lo resumiré así:
En la antigüedad, los sabios más poderosos de la India se reunieron en los Himalayas para recibir armas celestiales conocidas como Astras. Entre ellas, la Brahmastra es la única que tiene la capacidad de destruir el mundo, por lo que debió ser controlada y sellada. A fin de evitar que su poder caiga en malas manos, los sabios sobrevivientes crearon una organización secreta que, generación tras generación, adiestraría a los nuevos protectores del arma prohibida.
Pese a sus esfuerzos y sacrificios, un grupo de sectarios lograría encontrar 2 de las 3 partes que componen el arma definitiva. Y será Shiva, un huérfano que alcanzó cierta fama de DJ, quien tendrá que proteger el último fragmento mientras revela los secretos de su pasado y la trágica muerte de su madre.
Lo bueno: una inyección de fantasía pura
Es cierto, los gráficos no lo son todo. Una película, juego, o serie, debe ser una mezcla equilibrada y coherente de elementos y composición. Pero ¿y si la misma naturaleza de una producción es sorprender y maravillar con sus efectos especiales y coreografías?
Brahmastra no intenta aparentar algo que no es. Los primeros minutos nos deja claro que, pese al despliegue de luces, batallas épicas, y trasfondos religiosos, es una película sencilla con una trama fácil de masticar que no intenta maquillar los diálogos cursis y los desenlaces un tanto forzados. Sin embargo, y conclusión en común tanto para la crítica especializada como para el público, esta película apela a esos momentos de infancia donde te sorprendías con secuencias épicas.
En resumen, Brahmastra no usa las luces brillantes para distraerte de las grietas en sus argumentos, sino que busca ofrecer una desconexión total de la realidad y la rutina. Quiere que te sumerjas en su universo, que te reencuentres con esa parte de ti que gusta de la fantasía y la acción.
Lo malo: no se respeta a sí misma
La primera hora de película crea expectativas que no es capaz de cumplir en los otros 2/3 de historia. Y no solo hablamos de los escenarios complejos y los combates con magia, sino también de no saber aprovechar los nudos de tensión. La narrativa se esfuerza en crear un trasfondo misterioso para el protagonista, pero te bombardea con información redundante cada vez que tiene la oportunidad.
Además, más que buscar una mezcla equilibrada entre los diferentes géneros que la componen, se siente más como si los comprimiera en bloques muy específicos, fáciles de reconocer, y con transiciones algo forzadas: segmento de acción, segmento de romance cursi, segmento de pasado misterioso, flashback del padre, repetir.