Ciudad Satélite: Un viaje a la infancia lleno de risas y recuerdos

A través del humor, Paola Molina nos empuja a un realista y nostálgico viaje al pasado en Ciudad Satélite, su más reciente libro.

Escrito por Ricky

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Analizaremos el segundo libro de una de las autoras más frescas y llenas de humor del ultimo tiempo, Paola Molina, quien, a través de los recuerdos de su infancia, promete mas de una carcajada.

El nacimiento de la idea

Paola Molina es una comediante de stand up y activista feminista que se ha abierto camino en el mundo de las comunicaciones a través de los podcasts Aló salte y Para qué necesidad. También debe su fama al éxito de su página de Facebook Confesiones de una soltera, espacio dedicado a relatar de manera hilarante y dinámica una serie de anécdotas que ha acumulado desde su infancia hasta su hoy en día.

Debido al buen recibimiento de su fanpage, el año 2017 Paola decidió convertirlo en su primer libro, el cual recibió el mismo nombre de la pagina de Facebook, Confesiones de una soltera. En dicho relato, la autora divide las experiencias en dos líneas de tiempo: La dictadura de la infancia y La democracia de la adultez.

Tras el éxito en ventas, Paola nos trae Ciudad Satélite, una carta sobre su infancia donde nos sumerge en un nostálgico relato. Desde la perspectiva de una niña nos cuenta de manera atractiva y punzante las desventuras y peculiaridades de la clase media de finales de los 90’s y principio de los 2000’s, construyendo un bestiario de las diferentes realidades de un clásico barrio de Maipú.

De regreso a casa

Paola (o Solte, como se tiende a llamar en sus relatos) nos introduce a lo mas íntimo de sus memorias. Nos invita a recordar una infancia llena de vecinos, amigos y adultos que sin ningún parentesco con uno llamábamos “tíos”; los programas de televisión que nos alegraban las tardes, en una época en que la internet era solo un mito de la ciencia ficción, y cuando eventos televisivos eran acontecimientos sociales que reunían a la comunidad.

El libro trae un sinfín de personajes reales que, con sus contradicciones y ansiedades, nos permiten identificar a más de algún amigo, familiar o colega. La vecina que vende en el almacén, el vecino del cual se rumorean cosas, la señora que le grita a sus hijos, el matón del barrio, el niño que prefería jugar con niñas y usar emulcionado de Barbie, entre otros.

No apto para todo público

La protagonista exhibe sin filtro su manera de pensar e intimidades, su humor puede ser extremadamente directo y sabemos el punto de vista de la autora desde el primer párrafo del libro; capítulos como La culpa es de Pinochet dejan ver que Paola tiene un punto de vista claro y que lo defiende. Si bien no es algo negativo (según mi forma de verlo), el libro no es recomendado para todo público. Hay que tener una gran empatía para entender el humor de su pluma.

Otro punto que puede jugar en contra es su humor extremadamente local. El éxito de programas de televisión puntuales o grupos musicales, campañas presidenciales son parte de capítulos como El Regalo, Esperando Axé Bahía y Viaje a la nieve.

Opinión personal

Desde el primer momento que tome este libro, me sentí como si estuviera en un bar, escuchando una comediante en medio de una chistosísima rutina llena de chistes, con un relato similar a una caricatura, pero, a medida que su prosa avanzaba, me fui envolviendo en una retrospectiva de mi propia infancia.

Fui un niño que bailó al ritmo de Axé Bahía, usó emulcionado de Barbie, jugué a los paises en un barrio donde ver un auto era tan extraño como curioso y soñé con ir de público a programa en televisión abierta. Fui parte de la clase media que vio cómo la sociedad cambiaba y se adaptaba en a eso que los adultos llamaban “transición”.

Recomiendo adquirir este libro para pasar las tardes de cuarentena con una buena carcajada y aun mejores recuerdos de otros tiempos.