Hay una categoría no oficial de la literatura llamada «libros de verano». En realidad, pueden caer dentro de esta clasificación una infinidad de títulos, dependiendo del lector. Desde libros académicos a artbooks, de romance a terror, de antologías a grandes sagas épicas, lo único consistente de estas listas es su versatilidad. Y desde mi visión, La Teoría de los Archipiélagos, de Alice Kellen, es una perfecta lectura de verano.
Para mí, un buen libro de verano tiene que tener ciertas características. Tiene que ser corto y rápido de leer, para que dure una tarde acostado a la sombra en el pasto. Pero también tiene que ser profundo, para quedarse en la memoria por las noches de toda una semana en una casa de playa. Que sea de romance es otro plus, porque es el tipo de libros que nunca leo, así que es un buen quiebre de la rutina.
Pero más allá de lo que a mí pueda parecerme, veamos de qué se trata el libro, y luego les daré mi impresión general. Ignorando su idoneidad para ser leído en la particular estación que, al momento de redactar esta nota, estamos cursando.
Sinopsis
Martín es un artista independiente, el cual trabaja en la elaboración de libros académicos para una editorial. Buscando poder terminar su encargo más reciente, una enciclopedia sobre flores, su jefe le ofrece que trabaje desde su casa de veraneo, para que Martín pueda alejarse del ambiente conflictivo de su hogar.
Martín está casado con Candela, y tiene dos hijos con ella. La ama, pero es un amor con altibajos. Ella quiere más para su vida, mientras que Martín es feliz con lo que ha logrado y no aspira a más. Candela es decidida y segura, mientras que Martín es más pasivo y complaciente. Esa oposición es a la vez complementariedad o conflicto, en diferentes momentos de sus vidas.
Durante el verano, Martín conoce a Isaac, el joven «manitas» del pueblo, a quien le pedirá ayuda luego de que un accidente arruine parte de sus notas. Dentro de sus muchos talentos, Isaac tiene una gran habilidad para cultivar plantas florales, y mucho conocimiento de ellas, y accede a ayudar a Martín sin demasiadas dificultades.
Los problemas surgen cuando Isaac besa a Martín, desatando en él una gran confusión. Este desencadenante lleva a Martín a cuestionarse su matrimonio, las decisiones que lo han llevado a su vida actual, y qué tanto de ella es necesaria para su felicidad.
Opinión general
Me gustó mucho este libro. No es la clase de lectura que frecuento, pero como dije, es bueno salir de la rutina de vez en cuando. Este es un libro corto y sencillo de leer, pero con momentos muy profundos, que a través de los personajes invitan a empatizar y, quizás, repensarse a uno mismo. La edición del libro también es muy buena, incluyendo ilustraciones atadas a la historia, más que nada decorativas, pero son un buen detalle.
Esta podría definirse como una historia BL, y aunque no me he centrado en eso, puede ser un detalle muy importante para algunos lectores. La representación importa. Pero aunque es un libro cuyo centro y foco es la historia de amor entre dos hombres, no creo que ese sea el mensaje principal del libro. Al menos a mí, lo que más me queda de La Teoría de los Archipiélagos es el concepto de la libertad.
Libertad para ser uno mismo. Libertad para ser fiel a sus decisiones. Libertad para abandonar la felicidad por responsabilidades, y libertad para volver luego de cumplirlas. Martín encuentra la libertad en su vejez, y gracias a su vejez. Pero no siempre debe ser así. Uno puede ser libre a cualquier edad, en cualquier momento. Aunque, no libre de consecuencias.