Carnage Absoluto, un desolador final

Finalmente llegamos al término de la primera etapa de Donny Cates en Venom Absoluto; un final realmente desolador para el universo Marvel.

Escrito por Yerko Soto

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Cletus Kasady, el mayor psicópata asesino serial del mundo, ha vuelto a la vida (Venom: Desencadenado) y ha comenzado a mover sus fichas buscando los preciados códices de simbionte (pequeños residuos que quedan en los portadores vivos o muertos) con el fin de traer a la vida al ser más temido del universo: Knull.

Eddie Brock, sin rastros de su simbionte (leer Venom: Desencadenado), poco y nada puede hacer para detener esta locura. Pero Venom está más cerca de lo que cree y, a pesar de las diferencias, engaños y traiciones, terminan volviendo a ser uno, con el fin de combatir la temible amenaza que se cierne sobre todo el Universo Marvel.

Para ello será primordial encontrar aliados en quien confiar, que tengan el poder suficiente para lograr acabar con los planes de Kasady y que, por supuesto, sean amistosos con sus vecinos (eeeh, guiño guiño). Dicho esto, comienza la cuenta regresiva y Venom, junto a Spiderman, deberán actuar rápido buscando portadores de códices antes de que Kasady logre llegar a ellos.

Una conversación un tanto… incómoda…

Reed Richards, “El Creador”, tendrá un papel fundamental desarrollando en tiempo récord tecnología lo suficientemente sofisticada como para separar a los portadores de los códices para que estos puedan ser destruidos sin hacer daño al portador. Sin embargo, los planes de “El Creador” no son lo que parecen…

Un antiguo y poderoso rival

Como bien sabemos, el simbionte ha tenido una larga cadena de portadores a través del universo Marvel, tanto héroes como villanos (unos más connotados que otros), así que podrán imaginar la cantidad de códices repartidos por el mundo, listos para que Kasady, en modo cacería, los vaya adquiriendo de manera eficaz a una velocidad alarmante.

Por otro lado, mientras Carnage hace lo suyo, Venom y Spiderman necesitan a un sujeto de prueba para la máquina de “El Creador” y, por razones del destino, este sujeto termina siendo ni más ni menos que el temido Norman Osborn, alias clásico Green Goblin o, con un simbionte en su cuerpo: Red Goblin.

La pareja termina frente a la celda Osborn. Pero quien fuera en sus mejores tiempos un estratega impresionante, se ve reducido a un simple psicópata sumido en la locura. Esto es debido a que cuando infectó su propio cuerpo con Carnage (convirtiéndose en Red Goblin), algo de este quedó en su ser y, poco a poco, fue fracturando su psique hasta que, finalmente, lo consumió la locura. Ahora guarda en su mente sólo recuerdos de la vida de Kasady, hasta el punto en que él cree que es este asesino serial.

¡Hijole! Casi me da un infarto con Norman Osborn

Tras unos desafortunados eventos la cosa se complica. Venom y Spiderman son víctimas del terror que puede causar Kasady y el enorme ejército que ha ido sumando a sus filas. Es urgente encontrar otro huésped con un códice para usar la máquina de “El Creador”.

El tiempo está en contra. Spiderman logra reunir a poderosos aliados que, felizmente, se ofrecen como conejillos de indias para quitar los códices de sus cuerpos, pero descubren que Normie (nieto de Norman Osborn) se ha ofrecido antes que ellos y los resultados fueron más que positivos. Por alguna razón, Reed Richards desaparece del mapa, tomando el mando Bruce Banner.

¡Que levante la mano quién ha tenido un simbionte!

Capitán América, Wolverine y La Mole, quienes en algún momento fueron portadores de simbiontes, entran en la máquina sin saber el terrible peligro que los acechaba más cerca de lo que creían.

En el laboratorio comienza el proceso. Todas las fichas están en su lugar; sólo resta destruir los códices. Pero Carnage, infiltrado entre el grupo de héroes, comienza sus maquinaciones y lanza una encarnizada batalla junto a sus infectados.

Al parecer todo está perdido. Eddie Brock tira la toalla y Venom decide unirse a Bruce Banner, convirtiéndose en un Venom Hulk ultra poderoso que, lamentablemente, no es rival para Carnage. Miles Morales se convierte en una baja importante, Peter Parker hace lo imposible por cuidar a Normie y a Dylan (hijo de Eddie Brock). Wolverine, Capitán América y la Mole no son más que muñecos de trapo frente al inconmensurable poder de Carnage. Pero… una pequeña luz de esperanza reside en la máquina de Reed Richards; los códices extraídos no fueron destruidos y Eddie Brock lo siente, siente su llamado. Quizá… sólo quizá, logre detener lo que está por venir….

Conclusión

Creo que no es novedad decir que el trabajo que fue desarrollando Donny Cates es realmente alucinante, llegando a un evento de proporciones inimaginables para el bueno de Eddie Brock; un personaje que en más de algún momento pasó sin pena ni gloria y que ahora, en su propio evento, es la guinda del pastel.

Poco a poco, a lo largo de todos los números que Cates fue escribiendo, vas comprendiendo la dinámica y los sentimientos tanto de Eddie como de Venom y logras conectarte a la perfección con los personajes. Por esta misma razón es que el final de Absolute Carnage te deja una sensación enorme de vacío.

No es el típico cierre donde el bueno gana y todos son felices, va algo más allá. Con solo replicar las últimas palabras de Carnage “Si gano, gano. Si pierdo, gano” ya entiendes que todo el esfuerzo, toda la sangre derramada, todos los amigos y enemigos que fueron por el camino, de poco y nada sirvió, y logras comprender el enorme poder que está en juego.

«Si gano, gano. Si pierdo, gano»

Sobre Stegman, nada que decir, impecable, impresionante, realmente un trabajo increíble en todos los números. Sin duda alguna, si te gustó su arte, es momento de seguirlo en toda publicación existente por que lo más seguro es que sea un 7 en todo sentido.

Para variar, puedes conseguir este número a través de Panini Chile a tan solo $15.990. Un tomo tapa blanda que contiene Absolute Carnage #1-5 y FCBD 2019 (Spider-man / Venom) USA