Durante mucho tiempo, los seguidores de Francisco Ortega venían escuchando de una gran obra que estaba creando, la que sería su punto máximo como escritor. Lo único que se sabía era que su nombre sería Behemot. En 2023, finalmente esa obra vio la luz, con un pequeño cambio en el nombre: Bahamut.
Según las propias palabras de Ortega, Bahamut es una novela histórica sobre el futuro, y en sus 518 páginas crea todo un mundo en el cual los saltos temporales son la constante, viajando al pasado, al presente y a un incierto futuro a todo momento y con distintos personajes. Veamos de qué va.
El autor
Francisco Ortega (1974), nacido en Victoria, alcanzó una gran popularidad con su afamada Trilogía de los Césares. Su punto cúlmine que lo hizo conocido en el imaginario colectivo fue Logia, best seller nacional que combina ficción histórica con thriller conspirativo. También ha incursionado en la literatura infanto juvenil con Max Urdemales, el terror con Salisbury, la narrativa gráfica con Mocha Dick, 1899, 1959 y Alex Nemo, entre otros estilos.
Periodista de profesión, fue parte de la revista Muy interesante, en la que se abordaban creencias populares, ideas conspirativas, algo de historia, etc. Es en esta posición de periodista/escritor que publica Dioses chilenos y Alienígenas chilenos. Ambos son parte de una trilogía que abarca la idiosincrasia chilena, apuntando a sus mitos, creencias y dioses.
En esta ocasión, incursiona en el espacio, creando una space opera muy ambiciosa, que se presenta como su gran proyecto como escritor. En el marco del universo que él mismo ha creado y llama «efeortegaverso», combina sus obsesiones y se aventura en este nuevo (para él) género literario.
El problema Bahamut
Durante 2014 hubo una caída masiva de Whatsapp. De este hecho se toma Ortega para dar inicio a toda su obra, donde esa caída no es casualidad, sino que es una oportunidad para que una inteligencia artificial se comunique con doscientos cuarenta y cinco personas al rededor de la Tierra. El principal en esta historia será Salomón Belinsky, chileno radicado en Alemania quien conversará con Natalia, la IA que llega a controlar su línea del tiempo.
De aquí en más, los saltos temporales van a ser recurrentes. Nos enteramos que Natalia viajó desde el 3514 al 2014 para hacerse cargo del «problema Bahamut«, donde unas señales emitidas desde un punto lejano del Universo dan cuenta de la posibilidad de vida más allá de la terrestre: la certeza de que no estamos solos en el Universo.
Natalia buscará reescribir el futuro de la humanidad, dándole datos fundamentales a Belinsky para que se asegure la vida, pero a la vez manipulándolo para que realice aquello que ella quiere. Las acciones que ocurran cambiarán el futuro, de manera que los humanos salgan de la Tierra para conquistar el espacio. De la mano de la tecnología, pero con influencias religiosas, el orden socio político del planeta se verá afectado y nada será como lo esperamos.
Comentarios finales
Si bien la descripción solo se centró en Belinsky y la IA Natalia, lo cierto es que el libro abarca mucho más, con conflictos entre naciones e individuos, incluso entre soles, que tensarán el ambiente tanto en el presente como en el futuro.
El libro en sí tiene una narrativa interesante, con personajes, lugares y tiempos que van cambiando con los capítulos, lo que al principio puede confundir un poco, pero una vez se le agarra el ritmo hace que uno no pare de leer, para saber qué pasa con lo que queda en pausa y a la vez enganchándose con eso que se quería leer rápido solo para avanzar.
Toda la expectativa que generó Francisco Ortega no fue en vano y tiene en Bahamut una obra que quedará en la memoria de sus lectores. Tal como lo dice Julio Rojas (creador de Caso 63): «Una obra mayor, un clásico instantáneo de la ciencia ficción».