Hamilton (2020) – El héroe musical de la nueva década

La obra musical de Lin-Manuel Miranda, Hamilton, llega desde los escenarios de Broadway al mundo, gracias a Disney+

Escrito por Jorge

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Desde su estreno en el año 2015, Hamilton se hizo merecedora de una ola de elogios, tanto para la obra en sí como para su autor y protagonista: Lin-Manuel Miranda, responsable del libreto, la letra y la música, y quien hasta entonces contaba con los mismos créditos en el musical In the Heights, cuya adaptación cinematográfica se estrena el 2021.

En vista de su éxito, Disney adquirió los derechos de la obra grabada en un teatro de Broadway para difundir de manera mundial, con fecha de estreno proyectada para octubre del 2021 en cines. Sin embargo, debido a la pandemia de coronavirus, Disney decide lanzar Hamilton a través de Disney+, su servicio de streaming, en junio del 2020.

Trailer Hamilton (2020)

Hamilton, la obra

La historia nos presenta a Alexander Hamilton en el año 1776, un joven inmigrante en Nueva York que nunca deja de cuestionarse el orden de las cosas y siente la sed de demostrar al mundo lo que es capaz de conseguir. Tal es su pasión que su personaje se asemeja bastante a los héroes novelescos de la época en que la obra está situada. 

A propósito de ello y de la literatura romántica, es importante destacar que la narrativa establece una relación directa con la muerte y con la brevedad de la vida. Esto por la decisión consciente de Hamilton de dejar una huella en la historia.

Esto queda claro en los primeros dos números de la obra, y sobre todo en el primer solo del protagonista My Shot; el cual traza el camino hacia el final indiscutible de la vida, y convierte la historia en un círculo narrativo perfectamente cerrado; aspecto muy propio de cualquier realización biográfica. 

My Shot

Desde la introducción y los cuadros que nos muestran los primeros pasos políticos de Hamilton, la obra consigue nuestra atención por la diversa cantidad de elementos funcionando en armonía simultánea. Desde las deslumbrantes coreografías, hasta el minimalismo de la puesta en escena. Es por la eficacia en la progresión de su historia que olvidamos la muerte anunciada al principio. 

La vida de Hamilton se nos presenta entonces como sacrificada y prometedora, próspera, aunque lidia con complicaciones económicas y escándalos. Hamilton es un hombre capaz de solventar lo que sea necesario y reinventarse hasta convertirse en el elemento necesario para la sociedad. 

De cierta forma Lin Manuel Miranda aborda el personaje con una marcada perspectiva del inmigrante, y hace mención de ello en el número de la batalla de Yorktown. En base a ello transmite un mensaje a los inmigrantes del mundo y a los huérfanos: aprende y sé inteligente. El mundo no se halla a tu disposición; pero tú, pensando, serás capaz de hacer de él un lugar mejor. 

Alexander Hamilton

Para Hamilton la felicidad radica en el hacer constante. Dedica días enteros a sus proyectos y a la visión de nación que pretende construir; en términos de sentirse empoderado y ejercer su derecho a intervenir en la conducción del mundo que se construye a su alrededor. 

Uno de los aspectos también novedosos de la obra es que las melodías se componen en bases de hip hop, un elemento transgresor dentro del género, pero que permite mantener, de todas formas, las características más clásicas del musical, entregando a cada de uno de los personajes momentos para expresar sus ambiciones internas y cómo influyen estas en la historia.

Aunque el peso narrativo recae en su protagonista casi en exclusividad, los actores que forman parte del elenco encuentran su manera de destacar. Exceptuando ciertos personajes, la mayoría de los actores interpreta más de un rol. 

Thomas Jefferson

Cabe mencionar la participación de Daveed Diggs. Interpretando a Lafayette, resulta ser un personaje a la altura moral de Hamilton, se llaman amigos y cada uno siente sincera admiración por el otro. Para luego interpretar a Thomas Jefferson, un aristócrata arrogante con un actitud adolescente que termina convirtiéndose en la antítesis de Hamilton.

Esta interpretación resulta ser una sorpresa debido a que, por lo general, Jefferson, como todos los padres fundadores, se presentan como figuras respetables y muy serias. Este tipo de giros y observaciones modernas son las que enriquecen la obra. 

Otro ejemplo de ello, es la participación de Jonathan Groff en el papel del Rey Jorge Tercero; personaje que, pese a sus escasos nueve minutos sobre el escenario, logra instalarse en la mente del público como la figura desde la cual nacen todas las fuerzas que se oponen al protagonista. 

Rey Jorge III

El rey es presentado como un personaje cómico, pero contrario al ritmo de la obra, él no realiza ningún número de baile que acompañe a su alegre canción, generando una graciosa contradicción entre un hombre que parece compuesto, pero que dice un montón de cosas horribles dignas de un niño mimado o, incluso, de un ex tóxico. 

En este caso la autoridad y la representación paródica de esta figura contribuyen al ritmo de la obra, de forma que permiten un respiro en la intensidad con la que los eventos que la preceden se han desarrollado. Miranda, como escritor, hace uso de este personaje para contar con una voz que opine al respecto de los acontecimientos en la historia. 

Destacan también las Hermanas Schuyler, que llevan la voz femenina de la obra y son aquellas capaces de sopesar con mayor seriedad las situaciones que se ponen en juego.

Hermana Schuyler

Es sorprendente la capacidad narrativa de Miranda para sintetizar fácilmente medio siglo de vida y admirable a la vez, debido a que todos sus elementos se sustentan sobre su propia sencillez: Miranda no creo una historia original, adaptó la vida de una figura que él admiraba y la estableció dentro de un patrón narrativo.

Todo esto para contar la historia del héroe del modo que lo entiende su realizador: Un hombre nacido con las condiciones del mundo en su contra. El inmigrante, pero que pese a la adversidad, su voluntad prevalece, y termina tomando las riendas de su propio destino. 

No sin razón y con muchos aciertos, Hamilton supone un buen inicio para una nueva década de cine musical.