Wolfwalkers: espíritu de lobo

La nueva aventura de Cartoon Saloon, Wolfwalkers, lleva a los espectadores a correr y ver a través de los ojos de un lobo y un cazador.

Escrito por Zahorí Balmaceda

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Cartoon Saloon —aunque tal vez desconocida en nombre— es una de las productoras precursoras en el cine de animación que, al igual que otras tales como Laika o Pixar se definen por tener un estilo único.

Así lo ha demostrado en películas como The Secret of Kells, The Breadwinner o The Song of The Sea, todas nominadas en la que hasta el día de hoy es considerada como una de las entregas de premios más importantes en el mundo del cine: los Oscar.

Pero cabe mencionar que su estilo de animación —siempre en 2D, con especial cuidado en las líneas de dibujo y en composición de cuadro— no es lo único que destaca, pues cada cinta siempre carga con un mensaje universal de unión que se abre a toda interpretación.

El final de 2020 se vio coronado por la llegada de Wolfwalkers, la séptima cinta que continúa con el legado de sus recientes antecesoras, esta vez de la mano de Apple.

Robyn se encuentra por primera vez con los lobos.

Sinopsis

Robyn es la joven hija de un cazador cuyo deseo más grande es ser como su padre. Ambos se mudan desde Inglaterra para cazar lobos en Irlanda, donde una ciudad intenta expandirse sin poder lograr su objetivo debido a las salvajes criaturas que habitan en el bosque vecino, luchando por mantener su territorio.

Robyn es obligada por su padre a mantenerse lejos del peligro dentro de los muros que rodean la ciudad, pero su espíritu aventurero la ayuda a escabullirse al exterior, donde le sigue la pista a su padre y tiene un encuentro cercano con una joven “loba”, que la libera de una trampa en la que Robyn cae. Pero este no es el único accidente, pues en el intento de liberar a la niña, la “loba” termina mordiéndola y traspasándole una maldición que las unirá de por vida.

Mebh se muestra ante Robyn por primera vez para llevarse a Merlín (el halcón).

Es así como Robyn conoce en primera persona la mágica vida de los wolfwalkers, personas que poseen impresionantes poderes curativos y, al dormir, toman la forma de lobos y vagan libremente hasta regresar a su cuerpo y poder despertar.

La aventura persigue a Robyn y a Mebh —la wolfwalker que la mordió— cuando se enfrentan a la desaparición de la madre de Mebh —también una wolfwalker atrapada en el sueño pues su “loba” no ha vuelto a su cuerpo— y la ambición del regente de la ciudad que desea el exterminio del bosque entero.

Robyn y Mebh recorren el bosque durante el primer sueño de Robyn.

El poder de las promesas

Los códigos son una parte importante de las películas, libros, series, etc. Están ahí para generar complicidad con los espectadores y, muchas veces, su tarea principal es desencadenar emociones potentes ligadas a los personajes.

En Wolfwalkers, el código más destacable radica en las promesas y cómo pueden romperse solo con un fin mayor planteado por la misma promesa.

Robyn le promete a Mebh que todo estará bien.

En la película, Robyn le promete a Mebh más de una vez que regresará a verla al bosque y —alerta de spoiler menor— Robyn falta a su palabra siempre por motivos de fuerza mayor, tales como ser prácticamente enjaulada en el estilo de vida que toda niña debe seguir en la ciudad o —después de prometer por segunda vez— proteger a la misma Mebh de un destino terrible para ella y su manada.

Resulta ser un código curioso, porque en las películas animadas se está acostumbrado a presenciar estigmas de promesas que no se rompen y se cumplen a cabalidad incluso cuando la trama parece guiar por un camino diferente.

Mebh, Robyn y Merlín.

“No necesitas ojos para ver”

Esta fue tal vez una de las frases más simples, pero más significativas de toda la película. Wolfwalkers transmite a la perfección la libertad de una criatura salvaje, enfatizando el comportamiento propio de los lobos, animales que viven una vida en comunidad que se llena de inestabilidad cuando esta se vuelve solitaria.

Pero no es una lección para educar, sino para concientizar y meditar sobre el efecto que la vida en sociedad tiene sobre personas civilizadas, en especial porque los lobos no son la única “familia” presente en la cinta…

Por un lado se encuentran Mebh y su manada, incompleta por la ausencia de su madre. Por otra parte están Robyn y su padre, quienes —pese a su complicidad— se ven obligados a adaptarse al hostil ambiente irlandés, la falta de la madre de Robyn que produce en su padre la excesiva necesidad de proteger a su hija y la misma misión que los ha llevado lejos de Inglaterra: cazar lobos.

La «loba» de Mebh vuelve a su cuerpo.

En este sentido, no necesitas ojos para ver el evidente mensaje de unión filial que hace resplandecer a Wolfwalkers y que también adquiere gran importancia en los últimos minutos del film.

Running with the wolves

En 2019 la melodía más conocida en el universo infantil fue la reconocida tonada de Frozen 2. La voz que llamaba a Elsa y la impulsaba a descubrir su origen fue entonada originalmente —y en todas sus versiones dobladas— por Aurora, una talentosa cantante noruega reconocida por su potente y destacable tono de voz.

Si bien Bruno Coulais —compositor de las cintas más destacables de Cartoon Saloon, Coraline, Mune, entre muchas otras— fue el encargado de darle alma a Wolfwalkers con su legendario talento musical, Aurora le dio vida a su canción insignia: Running with the wolves (2015) que, incluso cuando no fue compuesta para la película, sí cedió los derechos para que fuera usada en esta, llenando de magia el tráiler de la cinta y también su escena más significativa narrativamente hablando.

Aurora en el video oficial de «Running with the wolves».

Apreciación personal

Nunca he visto una película de Cartoon Saloon que me haya decepcionado. Es cierto que algunas me han cautivado más que otras y que tengo una breve lista de preferencias —a la que Wolfwalkers se suma—, pero esto no influye en mi percepción al toparme con una nueva historia, incluso podría asegurar que cada nueva película deja la vara más alta en algún sentido para las siguientes, tanto dentro de su propio catálogo y como para la competencia en otras casas productoras.

Wolfwalkers no tiene nada que envidiarle a Soul, Unidos, Más Allá de la Luna y otras películas que vieron la luz en el mismo año de la mano de imponentes estudios de animación. De hecho, el enfrentarse con cintas realizadas en 3D, la posiciona automáticamente por sobre las demás, pues es bien sabido que siempre es más difícil darle en el gusto a los espectadores a través del 2D, principal arma de combate de Cartoon Saloon, ya que significa un gran costo de producción, pero que se ve retribuido cuando sostiene una narrativa que raya en la perfección.

La «loba» de Robyn descubre cómo volver a su cuerpo.

Esta película —entre otras pocas en la amplia gama de cintas dentro de la misma categoría— es la definición perfecta de “cine familiar” pues cumple con la función de divertir, enseñar y, tal vez el más potente de sus atributos: sensibilizar.

No importa si eres demasiado joven para entenderla o demasiado viejo para considerarla, Wolfwalkers te hará absorber su premisa y, al igual que la maldición de Robyn, se quedará contigo por siempre.

Tráiler de «Wolfwalkers».