Un protagonista distinto: El antihéroe como principal de las series

Las series se han transformado últimamente en un producto audiovisual de altísima calidad, por lo mismo, aparecen los antihéroes como protagonistas.

Escrito por Esteban Beaumont

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Angus MacGyver suda frío, frente a él hay una bomba dispuesta a destruir todo. Pese a ser un súper hombre con las herramientas físicas y mentales para enfrentarse a cualquier problema, desactiva la bomba con un clip o algún utensilio de oficina. Es 1985 y los adolescentes juegan a ser como él.

Frank Underwood suda frío, frente a él esta su mano derecha Stamper, ambos están dispuestos a destruir a todos los que se interpongan en su camino. Pese a poder hacer una carrera política limpia, Underwood cree que el fin justifica los medios. Es el 2015 y los protagonistas han cambiado.

Durante los últimos años las series de TV se encaminaron a mostrar protagonistas ambiguos en lo que a moral respecta, ya no más defensores de las buenas costumbres americanas. Las sitcom apostaron a eso primero, entre más imperfectos eran los protagonistas más fácil les resultaba a los espectadores identificarse con alguno. Senfield fue la gran precursora en mostrarnos personajes políticamente incorrectos, que no aprendían de sus errores y los repetían constantemente.

En plena tercera época de oro de las series abundan los protagonistas imperfectos. Tyrion Lannister, Walter White o la Doom Patrol son protagonistas con vicios, malos hábitos y que en otra época serían villanos. Pero hoy son los favoritos, de los que la gente se disfraza y compra funkos pop.

El primero

James Gandolfini interpretó a un capo de la mafia muy distinto al que habíamos visto en El Padrino. Tony Soprano no solo es el primer protagonista, sino que es el primero en ser un antihéroe en esta época de oro. A diferencia de Corleone, Tony es un mujeriego, un mafioso más humano, visita al psicólogo para controlar su ansiedad, tiene un apetito voraz y puede perder el control.

De ahí en adelante llegó un sinfín de personajes con malos hábitos. Los 2000 se la jugaban con héroes no comunes. Prisión Break era protagonizado por un condenado por asesinato, Dr. House por un doctor poco convencional, Dexter por un asesino en serie. Si, un asesino en serie se transformaba en el favorito de varios, haciendonos cómplice de sus asesinatos.

Nos hacía preguntarnos hasta donde llegaría o hasta donde llegaríamos. Finalmente, los antihéroes son el reflejo de lo que nos gustaría hacer y no hacemos, nos acerca a ese lado más oscuro que mantenemos oculto. No por ver Breaking Bad nos pongamos a cocinar metanfetamina, pero si nos dará pistas de que es lo que haríamos nosotros en ese caso.

Dibujos animados para adultos

Tony Soprano no fue el primer antihéroe en protagonizar una serie, muchos años antes Matt Groening creó una serie de personajes que representan antivalores y que enamoró a miles de fanáticos. Los Simpsons es la serie animada que mostró todos los problemas que podían existir en una familia estadounidense. Homero Simpsons es un borracho, flojo, con problemas de genio, estúpido, mal esposo, maltrata a su hijo y desconoce la existencia de Maggie, su hija menor. Hoy es la serie con más años de emisión.

Y Los Simpsons no son los únicos en ocupar la animación, convencionalmente pensada para niños, para llenarnos de chistes y personajes polémicos. South Park a mostrado a la Virgen María menstruando y Rick and Morty nos llenaron de personajes que viven llenos problemas y violencias. Pese a eso amamos a esos personajes. No solo por su humor negro, si no porque los villanos son siempre mejores.

El héroe convencional es fome, es mejor el malo, el imperfecto, es más cercano. Todos preferimos a Charlie Harper por sobre Alan Harper. Por eso nos gustó tanto Game Of Thrones, porque hasta el más bueno de los buenos era una mierda de ser humano y el único bueno de verdad muere en la primera temporada. Los villanos también ganan.

Es la posibilidad de ver nuestras malas costumbres, decisiones poco éticas, “pecados” reflejados en la pantalla y comprender que la vida no se basa en blancos y negros, en la mayoría del tiempo, el gris es el que predomina.