Mucho de qué hablar ha dado la nueva adaptación del aclamado videojuego de Naughty Dog , The Last of Us HBO. Prometiendo calidad desde su anuncio, teniendo como cabeza del proyecto tanto a Neil Druckmann (director y guionista del juego original) y a Craig Mazin, showrunner de la premiada “Chernobyl” de HBO, la traducción de su medio original a la TV, no ha decepcionado.
En plena mitad de temporada nos disponemos a comentar los aciertos de esta adaptación, que hasta ahora, ha dejado contento tanto a fans del videojuego como a nuevos aventurados a conocer la dramática historia de Joel y Ellie.
El Juego de Tronos apocalíptico
Primero, Jose Pedro Balmaceda Pascal… O Pedro Pascal para los panas, y Bella Ramsey. El cast no solo acierta en el parecido físico o en la semejante “vibra” que emanan sus contrapartes al videojuego. Ambos han hecho gala de su trabajo como actor y actriz respectivamente, llevando a la pantalla los elementos más característicos de sus personajes (mención también para el guion) a la vez que logran dotarlos de particularidades.
Joel se presenta como un hombre hecho por y para el apocalipsis. Metódico, frío, meticuloso, cuidadoso, pero que bajo esta coraza esconde su pasado de padre cálido y contenedor. Ellie por su parte es una niña deseosa de explorar el mundo que nunca pudo conocer, asombrándose por los más mínimos detalles. Pero que carga con una gran responsabilidad en sus hombros.
Los secundarios también sorprenden, Anna Torv (Fringe) como Tess que para los que no jugaron el videojuego se llevaron una desagradable sorpresa. Melanie Lynskey (Heavenly Creatures) como la más reciente antagonista añadida únicamente para la serie. Y qué decir de los geniales Nick Offerman (Parks And Recreation) y Murray Bartett (The White Lotus)… (que no solo se ganaron un apartado en ésta nota, sino también mi corazón).
S01 – E03
La prensa especializada avisó con antelación que le pusiéramos particular atención a éste episodio y las promesas no solo fueron hechas, también cumplidas. El episodio es un gran ejemplo de adaptación, de tomar el material original y expandirlo, exprimirlo narrativamente. Ciertamente es un gusto que The Last of Us éste en manos de HBO.
El tercer episodio de la primera temporada nos cuenta la historia de amor entre Bill y Frank. No solo es un gran episodio, también un referente de representatividad en este tipo de historias. Incluso para los amantes del genero hay un aire de frescura. ¿Por qué el “gordo friki antisocial” y totalmente preparado para el apocalipsis tiene que ser un incel? Es una postura bastante interesante ir más allá y preguntarse por la intimidad de los personajes, de su vida afectiva, de sus sentimientos.
¿Dónde están las relaciones homosexuales en el apocalipsis? Una vez que el mundo es devastado… ¿las estructuras sociales y morales caen con él?. Éste episodio plantea cómo el fin del mundo todo lo resignifica. Cómo desde una extraña perspectiva el presente se presenta como un nuevo comienzo. Los besos, las relaciones, el sexo, las duchas, la comida, el amor e incluso la muerte son experiencias completamente distintas a lo que eran en el viejo mundo.
La vida, el poder y la justicia
Un valor que tiene la adaptación por sobre el videojuego, es el tiempo en pantalla para poder desarrollar sus ideas, sin tener que justificar sus mecánicas jugables. Los temas a tratar pueden profundizar durante todo el tiempo en pantalla y es aquí donde detalles, como los mencionados en el punto anterior cobran relevancia.
Son las sutilezas las que hablan del mundo en el que habitan los personajes. La sorpresa de Ellie al estar por segunda vez sobre un automóvil, su ferocidad contrastada con la ternura, sus ganas de ver el mundo.
Ideales que van más allá de los poderes establecidos constantemente poniéndose en jaque entre sí. Demostrando lo descentralizado que está el poder luego de que todo se fuera al carajo. Facciones, revueltas populares, guerrillas, todo pasando en segundo plano mientras nos adentramos en los protagonistas.
La justicia, tema que se trata principalmente en el segundo videojuego, tiene un apartado en el más reciente episodio (S01 – E05). Como consecuencia de un poder descentralizado, desestabilizado, la justicia pasa a ser ejecutora. Pasa a manos de sus protagonistas, quienes la desean por los métodos que consideran.
Todas ideas planteadas por el videojuego original, pero que ahora tienen el tiempo necesario para ser desarrolladas. The Last of Us HBO marca un estándar de cómo se puede adaptar, serializar un videojuego.
El dúo encargado de la serie logra conservar la calidad, la narrativa y la esencia en su totalidad. Adentrándose en su mundo, escarbando en él, puliéndolo, sacudiéndolo para sacar todo de él. Ya a mitad de temporada, no es poco lo que ha demostrado de ser capaz “The Last Of Us HBO».
No podemos hacer más que esperar su final, y su ya anunciada segunda temporada para ver con qué nos sorprenden. Hasta aquí el camino ha sido fuerte y derecho y lo que augura seguramente no nos defraudará.