No es un secreto que Batman es la piedra angular de DC Comics, no solo en la actualidad, si no que en los últimos años. La fallida New 52 se mantuvo más años de lo que debería gracias a Batman y unos cuantos personajes más.
El gran problema de sustentar una industria en un personaje es la posibilidad de asfixiar las historias de este y terminar sin ideas frescas. Cuando más preocupaba esto Brian Azzarello aparece con una historia no canónica espectacular. El genio tras 100 Balas y Lex Luthor: Man of Steel presenta una historia donde el Joker aparece muerto y Batman junto a John Constantine investigan qué le pasó al payaso criminal.
Los dibujos de Lee Bermejo completan la historia más polémica de Batman. no solo por mostrar el pene de Bruce Wayne en un primer plano, si no por adentrarse como pocas novelas gráficas pueden a la verdadera naturaleza del hombre murciélago. La forma que Azzarello aborda el terror y los traumas de Batman no se han visto nunca en 80 años. Entendamos traumas no solo como la muerte de Thomas y Martha, si no que todo lo duro que pude ser la infancia para un niño multimillonario, con evidentes problemas en la relación con sus padres.
Finalmente vemos un Batman sobrepasado con sus miedos y la muerte del Joker acentúa esto, por eso no es de extrañar que termine uniéndose con Constantine, un personaje que es rescatado que nos hace recordar sus mejores historias en Hellblazer. La gran parte del mundo mágico de DC ocupa un espacio en este lugar y aprovechan cada hoja.
El guion es profundo y analítico. La voz en off va generando casi una tesis en torno al miedo, tesis que reafirma la idea de Batman como oposición a la perfección superheroica. Batman no llega a salvar el día, no es moralmente correcto (en esta historia llega a romper sus propias reglas), actúa en las sombras y su poder es en base al miedo. Pero para hacer miedo se tiene que doblegar ante este y esa, esa es la base de esta maravilla de cómic. Los dibujos hiperrealistas de Bermejo acompañan la narración y logran transportar al lector o lectora a esta Gotham profunda y decaída.
Ante el triste cierre de Vertigo, DC prometió una línea con cómics para adultos llamada DC Black Label y Damned es el excelente punto de arranque para que aquellos viudos de Vertigo puedan llenar ese vacío en sus ñoños corazones. Si le sumamos un interesante Batman: Last Knight on Earth y Superman: Year One podemos concluir que habrá que estar muy atentos a este sello de DC.