Durante los años 70’s, fue acuñado el término asesino serial para describir a aquellos individuos que mataban de manera reiterada, llegando a asesinar a tres o más víctimas en diferentes momentos de su sangrienta carrera. Uno de los más infames de la historia ha sido Ted Bundy, quien acabó con la vida de más de treinta mujeres en un lapso de solo cinco años.
La crueldad, carisma e ingenio de Bundy, además de que su juicio fuera el primero televizado en Estados Unidos, le dieron un estatus de celebridad que hace que su nombre sea conocido hasta el día de hoy. El 2019, Netflix puso en su cartelera dos obras del director y productor Joe Berlinger acerca del asesino: Conversations with a Killer: The Ted Bundy Tapes y Extremely Wicked, Shockingly Evil, and Vile.
Conversations with a Killer: The Ted Bundy Tapes
Este documental de cuatro episodios narra desde la perspectiva del mismo Ted Bundy su vida personal, su particular manera de entender el mundo y lo distanciado que estaba en su cabeza de la realidad. El relato en primera persona de Bundy se intercala con las anécdotas de personas que en algún momento fueron sus familiares, compañeros, amigos o victimas. Por cómo cada uno describe los hechos, parecen historias diferentes.
Las cintas formaron parte de la investigación que Stephen Michaud y Hugh Aynesworth realizaron en torno al criminal, interesados en que contara su propia versión de los hechos. Para esto, Stephen lo visitó en la celda donde Ted Bundy, ya sentenciado a pena de muerte, esperaba que se llevara a cabo su condena. La entrevista se alargó por días, logrando reunirse más de cien horas de grabación.
Pero lo que realmente hace que The Bundy Tapes destaque por encima del ejército de programas y películas que ya existen sobre él, es poder escucharlo y explicar cómo ve el mundo. En ningún momento declara efectivamente los asesinatos (no lo hizo hasta que solo faltaron dos días para que se lo llevaran a la silla eléctrica), pero sí profundiza en cómo actúa un asesino en serie, qué lo motiva a matar y por qué el ser humano es malvado por naturaleza.
Al final, el televidente se da cuenta con terror que Bundy tiene al menos un poco de razón, o siente que una parte de él ha muerto también al haber conocido cómo funciona la mente de un monstruo.
Extremely Wicked, Shockingly Evil, and Vile
La obra de Joe Berlinger no terminó en la serie documental, si no que continuó con este filme que se estrenó dos días después en el festival de Sundance. El trailer llamó la atención del público porque mostraba a Zac Efron, la ex estrella de Disney, como el psicópata de California.
A diferencia de The Tapes of Ted Bundy, el enfoque de esta película es menos personal y más hollywoodense, exagerando muchas de las desventuras del asesino para entretener al público. Se esfuerza en mostrarlo como un ser humano normal, ya que está basada en The Phantom Prince: My Life with Ted Bundy, el libro autobiográfico que Elizabeth Kendall (Lily Collins en la pantalla) escribió sobre la relación de ambos.
El gran problema de esta película es que, en su esfuerzo de volver a Ted Bundy una persona de la que efectivamente una mujer se podría enamorar, se vieron en la obligación de quitarle las muestras de desequilibrio psiquiátrico que tan interesante volvieron su relato en las cintas. Es un producto inferior al documental, pese a que es su secuela y se supone que se entiende mejor luego de haber visto el primero. Sin contexto, parece solo una película más. Con contexto, es mucho ruido y pocas nueces.
De Ted Bundy en Ted Bundy
Ninguno de los dos productos es malo, pero uno es claramente mejor. Conversations with a Killer: The Ted Bundy Tapes es un must para cualquier fanático de los asesinos seriales y un producto único entre las decenas de versiones de Ted Bundy que existen en el mundo, pues es, de lejos, el que presenta una versión más genuina y horrorosa de él. Por su parte, lo mejor de Extremely Wicked, Shockingly Evil, and Vile son, definitivamente, Efron y Collins.