Clásicos de la Universal V.3: Hombre Lobo y Dr. Jekyll, los instintos humanos

El cine de terror vivió un boom en los años 30, convirtiendo al Hombre Lobo y Dr. Jekyll en pilares del género de la mano de Universal

Escrito por Esteban Beaumont

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En los años 30 el cine de terror vivía su mejor momento. Tomando el ejemplo del cine alemán (que triunfaba con Nosferatu y Dr. Caligari), Universal apostó por adaptar los clásicos monstruos novelados. Años después, esos monstruos se convirtieron en iconos a su vez del cine y por casi una década coparon las salas y la industria. Más que clásicos, son las bases del cine de terror. Y dentro de estos pilares, se encuentran dos monstruos con un fuerte componente humano: el Hombre Lobo y el Dr. Jekyll / Mr. Hyde, ambos protagonistas de películas de Universal.

A diferencia de otros films de la Universal de los años 20 y 30, dónde el terrorífico protagonista se basaba en un personaje novelado, El Hombre Lobo toma inspiración de diversas historias y leyendas. Son varios los países europeos que tienen en su folklore alguna interpretación licántropa. Licaón en Grecia es el primero del que se tiene registro, un sabio rey que sacó a su pueblo del salvajismo, pero no podía esconder su naturaleza salvaje. 

El Hombre Lobo de Walker

Historias más o historias menos, el Hombre Lobo debutó en el cine en 1935, en medio de la edad de oro de los monstruos de la Universal. Compone el tridente de bestias claves de la ficción junto con Frankenstein y Drácula. Dirigida por Stuart Walker, con Henry Hull como la bestia licántropa, Werewolf of London es la primera película del monstruo. La historia es simple: el doctor Wilfred Glendon es atacado por una bestia en un viaje al Tíbet y una vez en Londres comienza su despiadada carnicería. 

Universal Hombre Lobo

La película fue recibida como una feroz y eficaz película de terror, lejos de los mayores éxitos de la Universal, pero bastante competente. Eso sí, recibió muchas críticas por su parecido al Dr. Jekyll y Mr. Hyde.

Y en estricto rigor el rostro del primer hombre lobo es el del Dr. Jekyll. Basada en la obra de Robert Louis Stevenson, una novela sumamente estilizada, la historia es un recorrido por varias voces que coincidieron con el doctor Jekyll y su malvada contraparte. 

No somos buenos por dentro

La película Dr. Jekyll y Mr. Hyde, de 1931, Dirigida por Rouben Mamoulian, sigue con fidelidad la obra original. El regreso a lo prehistórico, al primer Adán que se da por una especie de maldición o por un experimento mal llevado. De hecho, desde la iglesia alabaron la novela de Louis Stevenson porque la interpretaron como una historia sobre llegar a los bajos instintos y quedar abandonado ahí. Con una bonita moraleja final, la Iglesia podría amenazar con el infierno de manera sublime. 

Mr. Hyde Universal

Tanto Mr. Hyde como el Hombre Lobo representan un retroceso en la escala evolutiva y un retorno a los orígenes del ser humano. El miedo a esa maldad interior, reprimida durante años por la sociedad con las cadenas del humanismo, raciocinio y moral. 

Fracasos que perseveran

En todo caso, el hombre lobo es, de los tres grandes del terror, el personaje que peor recorrido ha tenido por el cine moderno (y para qué hablar del Dr.Jekyll). Pero las ideas que representan perduran en la ficción.

Hay varias historias que recogen la dualidad del hombre y el bajar a lo básico. Psicosis es uno de los más claros ejemplos, la dualidad entre el bien y el mal. Norman es un hombre lobo, pero en vez de pelo le crecen canas y la ropa de su madre. Los zombies también parecen abandonar el raciocinio y abrazar sus deseos más básicos. El mal no viene de otro mundo o de otra dimensión, viene de nosotros mismos, está durmiendo a la espera de que “se nos suelte la cadena” y ahí radica el verdadero terror.

Mr. Hyde Universal

La primera caída de los monstruos clásicos de la Universal se ve continuada por las parodias de Abbott y Costello. El dúo de humoristas conoce a Frankenstein, Drácula y por supuesto al Hombre Lobo, interpretado por Lon Chanye Jr. El personaje se lamenta ante Costello y dice algo como “cuando salga la luna me convertiré en un lobo, un animal” y Costello maravillosamente responde “al igual que otros cinco millones de hombres”.