Ante el contexto pandémico que comenzó el año anterior, Áurea Ediciones publicó Salvoconducto, un compendio de relatos de varios autores que van desde la ciencia ficción hasta el terror, pasando por el género western y la fantasía. Por un lado, el libro permitió que algunos de autores que ya han publicado con esta editorial puedan seguir desarrollando y expandiendo los mundos que han creado y, por otro, ayudó a sus lectores a sobrellevar los primeros meses de la cuarentena.
En un principio el libro estuvo disponible únicamente de manera digital, pero luego de un tiempo apareció la versión física con una mucho mejor portada, que refleja los distintos tipos de textos y mundos que convergen adentro de sus páginas.
Salvoconducto (versión digital y física)
Variedad
Sin dudas lo más destacable del libro es la variedad de autores y temáticas que aborda. Al leer el título una de las primeras cosas que el lector puede pensar es que el libro se tratará de historias ambientadas en tiempos de pandemia. Sin embargo, aunque algunas de ellas sí transcurren o hacen referencias a la nueva normalidad que ha impregnado a todas las partes del mundo, la gran mayoría de los textos no guarda ninguna relación o ni siquiera ocurren en el mismo tiempo/espacio de los sucesos acaecidos por el coronavirus.
Las que se podrán encontrar en Salvoconducto van desde viajes interdimencionales, historias de fantasmas y almas en penas hasta mundos con seres fantásticos, guerras entre reinos enemigos y viajes dentro del subconsciente. Teniendo en cuenta lo anterior, realmente se podría llegar a decir que el libro es una compra segura, ya que es muy poco probable de que a alguien no le guste ninguno de los cuentos o autores.
Salvoconducto ofrece un abanico de posibilidades muy amplio que, de seguro, logra contentar al lector cualquiera sea su preferencia. E incluso puede servir para que lectores que enfrasquen en uno solo de estos géneros tenga la instancia de ver qué les pueden ofrecer estos otros mundos.
Otro punto a destacar es lo breve y fácil de leer de cada uno los cuentos, ya que ninguno es innecesariamente largo o se va por las ramas añadiendo cosas irrelevante. Están bien estructurados y dicen lo necesario (en la mayoría de los casos). No son lecturas densas que atasquen al lector y provoquen que este quiera dejar de leer. Todo lo contario; es fácil de digerir. Además, al tratarse de historias anexas, se puede ir leyendo al ritmo de cada uno: Un cuento hoy día, dos mañana, ninguno pasado, etc.
Punto «débil»
El punto débil de esta antología de autores no es muy grave; de hecho, solo se da en casos muy particulares y este «problema» es el siguiente: algunos de los mundos presentes en la antología tienen condiciones, contextos o una forma de funcionar internamente demasiado complejas como para condensarlos y exponerlos en una cantidad tan breve de páginas.
A pesar de que todos los cuentos están bien desarrollados (cuentan con trama, inicio, desarrollo y final bastante claros) para que alguien que previamente no conozca el universo en cuestión, los relatos se pueden leer de manera correcta. Sin embargo, algunos mundos ficticios son tan distintos al normal, tienen tantos elementos y se diferencian en su forma de ser que, aunque se den breves explicación dentro de los relatos, no se les logra sacar todo su potencial si es que el lector no los conoce con anterioridad.
Esto es lógico, ya que en una novela el autor puede explicar detalladamente todo lo que el quiera, pero no así en un cuento, donde hay un número reducido de páginas y tiene que ser una historia más acotada. No obstante, alguien que ya haya leído los libros de los autores que hacen esto, pueden disfrutarlo al doble, ya que verán una extensión aquella historia que tanto les gustó.
Opinión personal
En lo personal, la lectura de este libro se me hizo un poco lenta por lo señalado con anterioridad. Aunque entendí sus historias, varios cuentos me dejaron marcando ocupado ya que nunca antes había entrado de sus complejos universos, no sabía quiénes eran algunos personajes o la forma de funcionar de ciertos tipos de culturas. Sin embargo, también me sirvió para ver lo mucho que me pueden ofrecer los libros a los que se les hace esta especie de continuación o historia anexa.
Para mí, lo mejor de Salvoconducto fue que nunca me llegó a resultar repetitivo, puesto que las historias estaban tan bien esparcidas que nunca me topé con dos cuentos similares, ni alguno que se pareciera a otro en algún sentido.
Por último, me gustaría recomendar los siguientes cuentos: El Galeón Fantasma de Daniel Cifuentes, ¿Qué te hace querer seguir? de Trini Balart, El salón de los espejos de Gibeth Zerpa y Las Moscas III de Pablo Pinto Canales.