Reseña: Outcast

El cómic Outcast, de Robert Kirkman, tiene demonios, exorcismos y todo lo que un drama de horror paranormal debe tener.

Escrito por Marcos Moreno Cea

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Robert Kirkman es un guionista de cómics estadounidense, quien ha participado en títulos de las editoriales Image Comics y Marvel Comics.

Es el creador del afamado cómic The Walking Dead (Los Muertos Vivientes) en 2003, y de una decena de títulos que lo han hecho destacar en el género de horror, como Haunt y Witch Doctor.

Paria

La historieta que nos convoca en esta ocasión es Outcast (Paria), escrita en el 2015 por Robert Kirkman e ilustrada por Paul Azaceta para el estudio Skybound, de la editorial Image Comics.

En el 2016 la historieta fue adaptada a una serie de televisión de nombre homónimo, contando con Kirkman como productor ejecutivo, llegando a emitir dos temporadas.

En Outcast, Kirkman nos presenta un terror paranormal, con una historia llena de posesiones demoníacas, exorcismos y una lucha entre el bien y el mal.

Kyle Barnes

La historia se centra en Kyle Barnes, un hombre que desde niño tuvo que lidiar con la enfermedad de su madre. Dicha enfermedad, aparentemente psicológica la hacía comportarse de forma agresiva llegando al punto de agredir a su propio hijo. Sin duda este es un hecho que marcaría a cualquier niño.

Agotado por esta situación, el joven Kyle se enfrenta a su madre y de alguna forma que él no comprende logra retirar una entidad maligna del interior de la mujer. Lamentablemente esto causa un daño en su madre, dejándola en un estado vegetativo permanente.

Como adulto, Kyle se ve enfrentado a más situaciones difíciles. Un comportamiento extraño y agresivo por parte de su esposa, similar al de su madre, hace que una vez más deba usar ese extraño poder que ni él mismo sabe lo que es. Tal situación lo sobrepasó y termina perdiendo a su esposa e hija.

Con todos estos antecedentes no cuesta comprender que Kyle Barnes sea un personaje complejo; nadie cree en él ni en sus versiones de los hechos, convirtiéndolo en un hombre frustrado y sin motivaciones que le ayuden a seguir con su vida.

El bien contra el mal.

Tratando de escapar de toda esta mala racha, Kyle vuelve a la ciudad donde creció, pero no se puede escapar de la oscuridad y nuevos acontecimientos surgirán. Así llegará a la conclusión de que todo está conectado y que la serie de sucesos oscuros que lo rodean tienen directa relación con él.

Con su desconocido poder y la ayuda del reverendo Anderson, un religioso que bebe, apuesta y muchas veces duda de sus creencias, a punta de exorcismos e intervenciones demoníacas intentarán deslumbrar el oscuro misterio que los acecha.

Juntos comienzan a obtener información, información que no deberían tener, conocimientos que no están permitidos para simples mortales. Algunos seres se enterarán de esto y tratarán de detenerlos, iniciando una batalla mayor entre el bien y el mal.

La narración en Outcast es tan verosímil que cuesta diferenciar lo paranormal de lo real. Existe un excelente trabajo en el desarrollo de los personajes: cada uno tiene sus propios problemas, sus inquietudes y cuentan con una personalidad que los hace muy interesantes.

Outcast, un drama paranormal

En este cómic veremos explícitamente posesiones demoníacas, pero para los personajes esto es tan difícil de creer que termina siendo relacionado con problemas de personalidad o enfermedades mentales.

Lo anterior se puede extrapolar con la vida real, y resulta curioso pensar que si nos vemos enfrentados a una situación similar nuestra respuesta inmediata y más lógica sería relacionarlo con algún trastorno. Pero esto queda para el análisis propio.

En Outcast, Robert Kirkman presenta una propuesta distinta, una trama más realista y psicológica del género del horror, pero que no deja de causar esa exquisita sensación de miedo en el lector.

Se debe destacar el profesionalismo de Paul Azaceta en la ilustración, que entrega un tono y ambiente acorde a la trama. Se recomienda su lectura. Quien lo lea sin duda se entretendrá con cada viñeta.