A estas alturas Studio Ghibli y Hayao Miyazaki no necesitan de ninguna presentación. De la mano del director se han gestado grandes películas en el mundo de la animación.
Dentro de todas las que han producido encontramos la famosa “El Viaje de Chihiro” estrenada en el año 2001. Alabada por la crítica y siendo nombrada por varios como uno de los mejores largometrajes animados de todos los tiempos.
Por ello, analizaremos el por qué el viaje de una joven niña se convirtió en una historia tan relevante para Japón y el mundo.
Una trama más compleja que de costumbre
En general, Hayao Miyazaki junto a su equipo suelen crear historias llenas de significado en las que se logra encontrar una armonía tal que los niños pueden disfrutar las películas y los más grandes analizarla y gozarla.
Si nos ponemos a analizar la filmografía del estudio, El viaje de Chihiro nos presenta algo un poco diferente que de costumbre, quizá algo más complejo o algo que no se ve a primera vista.
Chihiro inicia su viaje perdiendo a sus padres al meterse a curiosear a “otro mundo”, un mundo espiritual. Aquí la chica perderá su nombre y deberá adoptar una nueva identidad como Sen. Para sobrevivir en el mundo espiritual comenzará a trabajar y adaptarse a esa nueva sociedad.
Esas bases y todo su desarrollo han dado paso a una gran cantidad de interpretaciones sobre la narración. Algunos señalan que se trata de explicar cómo Japón se olvidó de sus costumbres más antiguas, otros dicen que se muestra el choque entre el mundo espiritual y el capitalismo.
Todas las interpretaciones son perfectamente validas y fascinantes a su vez. En la humilde interpretación de este escritor, me apego a la idea de que Chihiro al perder su nombre “muere” como niña y es obligada a ser una adulta y adaptarse a la sociedad, una que claramente se muestra cegada por lo material.
Esto último es curioso, pues se hace el contraste capitalismo-espiritualidad en los entes del “otro mundo” que buscan dinero. Especialmente los que trabajan en la casa de baños termales, que son codicia a más no poder.
Siguiendo la misma idea, toda nuestra llamada “sociedad de los excesos” está presente en todo momento representada en la película. Desde el comienzo los padres de la protagonista arrasan con la comida que encuentran en el mundo espiritual, convirtiéndose en cerdos. Más adelante el “Sin cara” reparte oro a los trabajadores de la casa de baños termales, todos quieren más y más. Incluso el mismo espíritu no para de “gozar” y gastar en el establecimiento.
Después de esto, la misma Chihiro se refiere a “Sin Cara”: “Parece que solo es malo cuando está en la casa de aguas termales”. En otras palabras, solo es así estando en un lugar que le incita gastar y consumir.
Si somos más aventureros podemos decir que la película tiene una cercana relación con los 7 pecados capitales. La avaricia y la gula ya las mencioné anteriormente con los padres y Sin Cara. ¿Dónde están los otros 5? Están con Yubaba en su mayoría, la bruja que contrata a Chihiro. Ella siempre muestra sentirse muy por encima de todos sus subordinados, la soberbia. La ira se ve en su momento de enojo cuando descubre que el bebé había desaparecido, mismo bebé en el que se ve el pecado de la pereza. La envidia también la tenemos con Yubaba, al querer algo de su hermana hasta el punto de robárselo. Quizá el más difícil de encontrar es la lujuria, pero varios han interpretado que el establecimiento es la representación de un prostíbulo.
Al final todo termina siendo un vivo reflejo de la sociedad que enfrenta Japón, por no decir todo el mundo.
La estética y la creatividad de otro mundo
Si por algo destaca Sen to Chihiro no Kamikakushi es por la cantidad de elementos originales que se presentan en la pantalla. Y es que desde su inicio podemos notar la creatividad tanto en la creación de personajes como en los escenarios donde ellos aparecen.
Esto es algo que se extenderá durante toda la película y que pasará a fascinarnos visualmente a cada momento. Todo esto es perfectamente acompañado por el ya característico estilo de Studio ghibli, que ha acompañado a prácticamente todas sus obras.
A continuación, puedes apreciar algunos de los magníficos escenarios que nos dejó el film:
La belleza tanto narrativa como visual, nos regaló muchos momentos espectaculares para la historia de el cine, y todo su conjunto nos enamoró para siempre. Independiente de saber cuál es la interpretación correcta al film, lo importante es que su trama dé para tanta discusión y aun así pueda ser disfrutada por todo tipo de público.
Por ello y mucho más es que El Viaje de Chihiro es una de las mejores películas animadas de todos los tiempos. ¿Y tú ya viste este espectacular viaje?
