Reseña del libro Gorda no es un insulto

El primer libro de Luisa Verdee ya está disponible en Chile. Te invitamos a conocer más de Gorda no es insulto y empaparte del body positive.

Escrito por Cuarto Literario

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Cuando supe que Luisa Verdee iba a publicar un libro, imaginé inmediatamente que sería un ensayo. Sabía que estaría ligado al body positive y la aceptación del cuerpo, causas que ha perseguido durante años. Creí que sería un estilo de libro Cuerpo sin vergüenza de Antonia Larraín, que ya reseñamos en el sitio. Cuando se supo el nombre del libro, Gorda no es un insulto, tampoco daba muchas pistas.

Sin embargo, estaba equivocada. Luisa llegó a las librerías con una novela, publicada bajo el sello Alfaguara Infantil y Juvenil. Fue una grata sorpresa, el tipo de temas que trata Luisa suele verse en ensayos y en los géneros de no ficción, pero es interesante presentar el tema desde la ficción.

Quién es Luisa Verdee

Para que entendamos de quién estamos hablando te voy a contar sobre Luisa. Esta mexicana se vino a Chile por amor hace ya varios años. Es ingeniero digital de profesión, pero su interés por la moda y la aceptación del cuerpo la llevaron a crearse un camino por las redes sociales, convirtiéndose en influencer y activista. «Sin querer, se convirtió en una de las primeras voces online sobre el body positive y el body neutrality, movimientos que guían a la aceptación de los cuerpos, y que cada vez cobran más fuerza», se lee en su biografía disponible en la página de Penguin Libros. Este activismo y su amplia comunidad online llevaron a la editorial a interesarse en ella.

Luisa, además, es gorda. ¿Por qué le tememos tanto a esta palabra? Luisa es gorda. Sin embargo, esto no la define. Luisa es mucho más que una mujer influencer gorda. Todas las personas, hombres o mujeres, son más que solo personas gordas. Pero se nos olvida, y usamos la palabra con el objetivo de descalificar. Por eso Luisa vino a recordarnos que «gorda» no es un insulto.

Sobre el libro

«Querían que me odiara. ¿Por qué? Por ser gorda. Soy Ámbar, y este es el viaje desde que mi cuerpo empezó a cambiar en la adolescencia. Te cuento mis momentos más difíciles, los más felices, en los que dudé sobre mi identidad; pero también el momento en el que descubrí los caminos del body positive y el amor propio«, con estas palabras se presenta el libro Gorda no es un insulto. A lo largo de sus páginas vamos a descubrir la vida de una adolescente y cómo ha sido definida por la forma de su cuerpo.

Sin duda el tema de la aceptación del cuerpo faltaba en la ficción juvenil. Podemos hacer mil talleres orientados a los adolescentes en los cuales les digamos que no está bien hablar del cuerpo de los demás. Sin embargo, mientras no lo vean en la vida, no les va a servir demasiado. Primero tienen que ver un cambio de actitud en los adultos con quienes se relacionan. Segundo, descubrir que todos los tipos de cuerpo ocupan un espacio válido en la sociedad. Es un camino muy difícil.

La descripción del libro continúa así: «Mi familia, amigos, y hasta los vendedores del centro comercial, me empujaban a odiar mi cuerpo por ser ‘voluptuosa’, pero me resistí, me cuestioné y me propuse vivir gorda, intensa y feliz… aunque lo último me ha sido más difícil. Lo importante es que entendí que ‘gorda’ no es insulto, sino una palabra más del diccionario». El nombre del libro me encanta. Por años hemos usado la palabra gorda como si fuera mala, como una ofensa. ¡No tiene por qué serlo! ¡No lo es!

En el tránsito de Ámbar es fácil reconocerse. O te identificas con la protagonista, la que ha sido víctima de bullying, o lo haces con los acosadores. Muchas veces hemos estado de ambos lados. Gorda no es un insulto es un granito de arena para terminar con los cuerpos estereotipados y comenzar el camino del amor propio. No es una oda a la obesidad, no es un llamado a tener problemas de salud. Es una invitación a aceptar que existen cuerpos diferentes y todos tienen derecho a convivir en nuestra sociedad.

La parte menos amable de Gorda no es un insulto

Partamos de la base de que este es el primer libro de Luisa. En general no se espera una obra maestra de un autor novel, se mejora con la práctica y los años. De todos modos voy a referirme a algunos puntos bajos del libro.

Lo primero, es que le sobran páginas. La historia de Ámbar se desarrolla en trescientas páginas y podríamos haber tenido un buen libro en menos extensión. Por momentos se siente repetitivo, la historia podía condensarse. Faltó autoedición, pero también en este tipo de cosas es donde se nota que falta un editor con un ojo más crítico, sin embargo, esta figura se ha ido perdiendo en las editoriales grandes.

Luisa y Gorda no es un insulto
Era un agrado ver la felicidad de Luisa con todo lo relativo a su libro.

¿Por qué lo digo? Pasamos al otro punto bajo. El libro tiene muchísimos errores de tipeo. Cuando alguien escribe un texto, el que sea, y lo lee muchas veces, es normal saltarse algunos errores. Para evitarlos, el editor debiese notar estos errores y corregirlos. Casi todos los libros editados tienen al menos un error. Quizás uno, se puede perdonar. Pero este libro tenía varios. Algunos muy notables como faltas de palabras hasta espacios demás. Si vuelve a editarse lo esperable que estos errores se hayan corregido.

Por último, el libro intercala imágenes de collages hechos por Luisa (a la protagonista del libro también le gusta trabajar esta técnica), estos podrían haber sido un plus, el problema es que como los libros se imprimen en blanco y negro, estas imágenes no suman. No se ven bonitas en blanco y negro. Esos collages a color deben verse increíbles, pero todo el trabajo del color, de la textura, del papel, se pierde en la impresión. Por eso creo que fue un recurso innecesario.

A pesar de estos detalles, tener este libro disponible, es un regalo para los adolescentes. La importancia del libro está en el tema tratado. Ahí es donde reside su valor y vale la pena leerlo, tanto para adolescentes, como para adultos que se relacionan con ellos.